La sabia profec¨ªa del T¨ªo Toni
Rafa Nadal es un ironman con raqueta. Si en vez de honrar al tenis se hubiese propuesto hacer un triatl¨®n, atravesar el desierto como un lobo solitario o alcanzar la cumbre del Everest, fijo que lo hubiese conseguido. Rafa es el prototipo de deportista que ha sabido construirse su propia biograf¨ªa desde su esfuerzo innegociable y una autodisciplina f¨¦rrea que s¨®lo ha necesitado de buenas compa?¨ªas para no estropear un chasis nacido para triunfar. Entre esas compa?¨ªas acertadas y adecuadas est¨¢ Carlos Costa: tenista barcelon¨¦s que lleg¨® a ser el n¨²mero 10 de la ATP. La an¨¦cdota que cont¨® sobre la primera vez que supo de la existencia de Rafa (¡°su t¨ªo Toni me dijo que ten¨ªa un sobrino de seis a?os que iba a ser el mejor tenista del mundo¡±) refleja el sabio entorno que siempre tuvo el campe¨®n espa?ol.
Si ustedes se pasan por la residencia y el museo que Nadal y su familia han abierto en su pueblo natal, Manacor, entender¨¢n mejor la dimensi¨®n personal y profesional de Rafa. Lo tiene plagado de reliquias y conquistas de otros deportistas. Desde Mireia a Sergio Garc¨ªa, desde Ballesteros a ?ngel Nieto (dos leyendas que se nos fueron para siempre). Carlos Costa explic¨® que lo bueno de trabajar con Nadal es su entusiasmo. Fue n¨²mero uno, dej¨® de serlo y ahora ha vuelto al trono. Sin tregua. Su pasi¨®n por el tenis le mantiene en la lucha. El ¨¦xito no te lo regala nadie.