T¨¦cnicos de palo y zanahoria
La sonrisa de Zidane enga?a, como la amabilidad de Berizzo. Educados pero no bobos. Saben cu¨¢l es su papel en el vestuario y lo llevan a rajatabla, sin importarles las apariencias o lo que digan. Zidane ten¨ªa una misi¨®n ayer: defender lo indefendible. Pero le tocaba. Era una exigencia. Sabe que Keylor le fall¨® en Sevilla, sabe que hubo ingenuidades inaceptables en el final de partido de otros, pero le correspond¨ªa defender a sus jugadores. Con una sonrisa. Eso no significa que no haya tomada nota. Lo veremos en las pr¨®ximas semanas. Ser¨¢ algo parecido a las suplencias de Cristiano en Copa.
Y a cientos de kil¨®metros, Berizzo tambi¨¦n hac¨ªa lo que le tocaba. Un jugador, Orellana, hab¨ªa traspasado los l¨ªmites del buen gusto y la educaci¨®n. Su comportamiento alteraba la convivencia del grupo. Atacaba su autoridad. Y por ah¨ª no pas¨®. Sigui¨® con su exquisita educaci¨®n y explic¨® que ese jugador no volver¨¢ a vestirse de corto en el Celta mientras ¨¦l sea entrenador. As¨ª. Sin pa?os calientes. En corto y por derecho. Ahora, que el conjunto vigu¨¦s lo venda o lo regale, ese ya no es su problema. Y estamos hablando de un jugador b¨¢sico en el rendimiento del equipo en los dos ¨²ltimos a?os. T¨¦cnicos con car¨¢cter que no pierden ni la sonrisa ni las buenas maneras.