Luis Enrique se pone el mundo por montera
La gala de LaLiga en Valencia sufri¨® ausencias muy sensibles, particularmente las de Messi y Luis Su¨¢rez. Y la de Griezmann, aunque en su caso hay explicaciones. Seg¨²n las versiones que uno ha podido recoger, cabe que estuviera a punto de embarcar en el vuelo cuando un problema familar le hizo quedarse en Madrid... como cabe que se le intentara cazar a lazo a ¨²ltima hora, sin ¨¦xito, ante la ausencia de Messi. Qu¨¦dese cada cual con cualquiera de las indemostrables hip¨®tesis. El caso es que no estuvo Griezmann, pero s¨ª sus compa?eros Oblak y God¨ªn, premiados. Por el Bar?a recogieron los premios ilustres abochornados.
Hace un a?o esta gala se celebr¨® en Barcelona. Luis Enrique fue premiado como mejor entrenador del curso pero no se molest¨® en acudir a recoger el premio. Ahora dio tres d¨ªas libres a sus titulares. O sea, carta blanca al escaqueo de Luis Su¨¢rez y Messi, que hubieran dado a la gala, sobre todo el segundo, un brillo insustituible. Sus ausencias fueron penosamente excusadas por dos se?ores, Robert y Rexach, que farfullaron con tristes razones la sinraz¨®n de esas ausencias. La Gala, pretendida como un gran espect¨¢culo global con copresentadoras de Oriente y Occidente para abarcar el ancho mundo, se qued¨® en un quiero y no puedo.
Pero que Tebas no lo vea como algo personal. Anoche, el Bar?a jug¨® una sedicente Supercopa de Catalu?a cuya normativa Luis Enrique incumpli¨®. Vulner¨® el compromiso ratificado por ¨¦l mismo el pasado jueves en el Palau de la Generalitat, present¨® un saldo de equipo, saltando el cupo de cantera acordado y vulnerando, por ende, el acuerdo de darle a esa cosa comprada por TV3 una apariencia decente. En fin, Luis Enrique. Levanta la barbilla, se recuesta en los goles de Messi y vive en la falsa certeza de que el mundo lo pens¨® Yav¨¦h para que seres tan estupendos como ¨¦l fueran adorados en hornacinas.