La pelota en el tejado del colombiano
James no puede tener ninguna queja. Pagaron un pastizal por ¨¦l hace dos a?os. Le dieron la titularidad nada m¨¢s llegar. Libertad absoluta de movimientos en ataque, lo que se tradujo en una gran cantidad de goles y asistencias. ?Qu¨¦ ha fallado entonces para que su segundo a?o fuera un alma en pena y llevemos todo el verano hablando de su posible venta? Pues fall¨® ¨¦l y, siendo justos, dos o tres lesiones que llegaron en el peor momento. Sigue dependiendo de s¨ª mismo para triunfar plenamente en el Real Madrid. El presidente y el entrenador son sus primeros c¨®mplices. Lo que ni uno ni otro van a consentir son indisciplinas o falta de implicaci¨®n.
La diferencia con lo ocurrido cuando lleg¨® es que ahora el puesto de titular est¨¢ mucho m¨¢s caro. Hay tres arriba que son intocables y hay otros tres centrocampistas que llevaron al equipo a conseguir la Und¨¦cima. Y eso, de entrada, no se mueve. La actual situaci¨®n para James es tan vieja como el propio f¨²tbol. Hay once titulares y t¨² est¨¢s entre los primeros para salir del banquillo. Cuando eso ocurra, tienes que poner el estadio boca abajo. Cada minuto tiene que ser una final. De esa forma cambia un entrenador de criterio a la hora de elegir a los que salen de inicio.