Txikon, en la lucha por los sue?os
Ma?ana puede hacerse historia para el alpinismo mundial. Este viernes mi amigo Alex Txikon junto con Tamara Lunger, Simone Moro y Al¨ª Sadpara pueden convertirse en los primeros seres humanos en pisar la cima del Nanga Parbat (8.125 metros) en pleno invierno. Pero eso, con toda la suerte que les deseo desde aqu¨ª, ser¨¢ ma?ana, un enorme abismo de tiempo cuando de un ochomil se trata y m¨¢s si es en invierno y en la conocida como la Monta?a Asesina. Cuando escribo estas l¨ªneas la verdad es que todo son noticias esperanzadoras, pues ya han alcanzado el campo 3. El paso por el 2, a 6.150 metros de altitud, fue bastante duro, ya que, cuando llegaron, el temible viento se hab¨ªa llevado parte del dep¨®sito, dej¨¢ndoles sin aislantes y pasaron bastante fr¨ªo esa noche.
Antes, se las hab¨ªan tenido que ver con una agotadora jornada de diez horas de trabajo; especialmente problem¨¢tico fue superar el muro Kinshofer, bautizado con el nombre del primer escalador alem¨¢n que venci¨® el paso clave de esta ruta en 1962, y que es la que han elegido para subir. Esta elecci¨®n, la m¨¢s l¨®gica y acertada, puede ser vital para doblegar la resistencia del Nanga y demuestra que en la preparaci¨®n y la planificaci¨®n de la expedici¨®n se encuentran las claves del ¨¦xito. Por si fuera poco se desat¨® un viento huracanado que les oblig¨® a seguir refugiados en el campo 2 todo un d¨ªa ejercitando una de las grandes virtudes que debe atesorar todo escalador: la paciencia, que se ha visto recompensada con un amanecer ¡°espectacular y apacible¡±, seg¨²n nos han contado desde el campo base, lo que les ha permitido llegar hasta el campo 3, a 6.700 metros.
Desde all¨ª continuar¨¢n hasta los 7.200 metros, donde tienen previsto montar el ¨²ltimo campo desde el que realizar¨¢n, este viernes si todo va bien, el definitivo ataque a la cumbre. Las previsiones meteorol¨®gicas son positivas (si cabe calificar as¨ª a temperaturas que estar¨¢n entre los 35 y 40? bajo cero y un viento de 25-30 km/h), y cuentan con el d¨ªa de descanso en el campo 2 obligado por la tormenta, as¨ª que cabe ser razonablemente optimistas. Pero en esa monta?a, a esa altitud y en pleno invierno, lo ¨²nico cierto es que todo est¨¢ en el aire, en el aire leve del que est¨¢ hecha, como escribi¨® Shakespeare, ¡°la substancia de los sue?os¡±. Y como no se me olvida que tambi¨¦n conmemoramos en el cuarto centenario de la muerte de Cervantes quisiera recordar una frase que aparece en El Quijote: ¡°Hay que creer en los sue?os. Hay que luchar por los sue?os.¡± Eso es precisamente lo que est¨¢n haciendo Alex, Simone, Al¨ª y Tamara. Ojal¨¢ que la suerte vaya con ellos y sobre todo que, con cima o sin ella, regresen para cont¨¢rnoslo.