Laso tambi¨¦n ha sabido ser imperfecto
El Real Madrid de la pasada temporada fue un equipo pluscuamperfecto, al que le sali¨® todo bien principalmente porque hizo todo bien. Gan¨® todos los t¨ªtulos de esa deliciosa manera que queda impresa en los libros de historia y dej¨® ese particular aroma a suceso que solo impregna las cosas extraordinarias. Cuando pasa un equipo as¨ª, queda siempre la duda de qu¨¦ suceder¨¢ en los siguientes cap¨ªtulos, cuando los renglones se escriban torcidos. Cuando lleguen lesiones, una planificaci¨®n menos fina, una postemporada que se une a la pretemporada¡ todo eso le ha pasado a este Real Madrid que pudo caer en primera fase de la Euroliga, que va tercero en Liga y que no rompi¨® hasta el ¨²ltimo minuto ni las semifinales ni la final de esta Copa... que gan¨®.
En este triunfo m¨¢s imperfecto, y seguramente por eso especialmente valorado por sus autores, aparece tambi¨¦n la firma de un Pablo Laso que necesita reivindicarse cada vez que vienen mal dadas, con el que a algunos les sigue saliendo m¨¢s natural la cr¨ªtica que el aplauso. Laso ha entrenado en los ¨²ltimos meses a contracorriente y ha ganado, adaptando pero no desmontando su idea. Es, tambi¨¦n lo ha dicho A Coru?a, el hombre que sac¨® al Real Madrid de una era de convulsiones que lleg¨® a parecer eterna. La alargada sombra que ha puesto a Xavi Pascual contra las cuerdas y ha invertido la jerarqu¨ªa del baloncesto espa?ol. Con mano de buen entrenador: siendo perfecto cuando se puede e imperfecto cuando no queda m¨¢s remedio.