Stielike y la sorpresa Lee Jung-Hyup gu¨ªan a Corea hacia la final
La Corea del Sur de Stielike es finalista y el h¨¦roe del triunfo ayer ante Irak no juega en Europa. Cosa extra?a s¨ª, pero todos los honores para el punta Lee Jung-Hyup. Sorpresa en la lista de 23 de Stielike, punta de referencia hoy en un partido de tanta importancia, el que devolvi¨® a Corea del Sur a una final asi¨¢tica. Desde 1988 ven¨ªa esperando el gigante futbol¨ªstico asi¨¢tico, el pa¨ªs que mejor ha paseado el nombre del continente en la historia de las Copas del Mundo. Un cabezazo inapelable a pase del zurdo Kim Jim-Su y una asistencia a Kim Young-Won para un jugador que no tardar¨¢ en llegar a Europa.
Gan¨® c¨®moda Corea del Sur a Irak en un partido que poco tuvo que ver con el espect¨¢culo de los cuartos de final. Ki Sung-Yueng en el mediocentro y Son Heung-Min forman la base de un equipo que ha crecido durante el torneo, aunque no mantiene la intensidad de aquella Corea del Sur de Hiddink en 2002. Tal vez nunca volvamos a ver una Corea del Sur de ese nivel. Aquello fue la consecuencia del crecimiento del f¨²tbol surcoreano en los 70, que adelant¨® con claridad a sus vecinos del norte que hab¨ªan hecho historia con el triunfo ante Italia en el Mundial 1966.
Dif¨ªcil saber con exactitud lo que signific¨® aquel gol del norcoreano Pak Doo-Ik a Italia para Corea del Sur, pero Helenio Herrera en un magn¨ªfico art¨ªculo en France Football en 1971 ya avis¨® de que en Se¨²l se empezaba a jugar a otro nivel. Kim Juon o el punta Park Le Chon dieron paso a la generaci¨®n del 86 que alcanz¨® el Mundial de M¨¦xico con el m¨ªtico Kim Joo-Sung. Aquel derechazo de Chang Sun-Park imposible para el argentino Pumpido fue el primer gol de Corea del Sur en la historia de la Copa del Mundo tras haber sido incapaces de marcar en 1954.
Luego llegar¨ªa el penalti de Hong Myung-Bo a Casillas en 2002 y algunos ¨¦xitos en 2006 como el empate ante Francia. Definitivamente Corea del Sur no s¨®lo super¨® a Corea del Norte sino al resto de los pa¨ªses de Asia, aunque Jap¨®n les ha tomado la medida. Pero les falta un gran triunfo. El t¨ªtulo de campe¨®n de Asia en 1960 queda demasiado lejos. Llega su gran oportunidad. Y como dijo Helenio Herrera en los 70, el progreso del f¨²tbol surcoreano salta a los ojos. Ya lo hac¨ªa entonces y repite ahora. De la mano de Uli Stielike, que cogi¨® el equipo tras el fracaso en el Mundial, y con la aportaci¨®n de Lee Jung-Hyup, los surcoreanos est¨¢n en la final 27 a?os despu¨¦s.