La grandeza de quien se levanta
Tuvo que ser muy duro para Pellegrini hacer su trabajo con ejemplar profesionalidad sabiendo que su querido padre acababa de fallecer. La capacidad humana para sortear los socavones que nos deja la vida es asombrosa. Cuando una persona recibe un golpe as¨ª, lo normal es que se derrumbe y no d¨¦ pie con bola. El Ingeniero se mantuvo erguido y sereno por fuera, pero consumido por la pena por dentro. Solo. Nadie conoc¨ªa los pormenores de su tristeza. Le pas¨® lo mismo que a Pepu Hern¨¢ndez, el seleccionador espa?ol de baloncesto que supo la muerte de su progenitor el mismo d¨ªa que Espa?a jugaba la final del Mundial de Jap¨®n 2006 contra Grecia. El M¨¢laga no para de sortear curvas. La mejor temporada de su historia est¨¢ salpicada de adversidades y reveses que no han consumido al grupo. Al contrario.
Es m¨¢s fuerte y rocoso. No es sencillo ser un l¨ªder en el sue?o m¨¢s hermoso del malaguismo que llevaba toda una vida esperando este momento. El equipo ascensor es ahora respetado y admirado. La gente adora a quien resurge de sus cenizas, al que se levanta cuando cae, al moribundo que revive, rebelde trasgresor del orden establecido por caducas oligarqu¨ªas de yuppies vividores y acomodados El M¨¢laga es ahora mismo el primer equipo de los malague?os y el segundo del resto de Espa?a. Y Pellegrini, su gu¨ªa, su mentor, su luz y un maestro que ahora sufre porque ha perdido a alguien muy querido. Pero la vida sigue. Siempre sigue.