Im¨¢genes y frases de la ronda divisional

La NFL parece dar respuesta al debate que abrimos hace cosa de un mes. ?Los ataques ganan partidos y las defensas campeonatos? Podr¨ªamos seguir hablando durante a?os, y posiblemente seguir¨ªamos sin ponernos de acuerdo, pero este fin de semana han reinado las defensas como hac¨ªa mucho tiempo que no lo consegu¨ªan.

Es inevitable. Para los aficionados espa?oles m¨¢s veteranos Candlestick Park sigue siendo nuestro estadio. La guarder¨ªa en la que dimos nuestros primeros pasos, aprendimos a contar, a leer y nos pegaron por primera vez. En los proleg¨®menos del partido a algunos se nos hizo un nudo en la garganta. Nos hacemos mayores, pero el s¨¢bado, durante casi cuatro horas, volvimos a ser muy j¨®venes.

462 yardas de Brees, cuatro touchdowns¡­ 37 yardas totales de carrera. La historia se ha repetido en todas y cada una de las derrotas de los Saints en los ¨²ltimos seis a?os: cuando N. Orleans se vuelca en el pase, termina perdiendo los partidos. Los motivos son diferentes, y a veces peregrinos, pero ning¨²n equipo de la NFL desperdicia las yardas a¨¦reas tanto como los Saints. Ah, una ¨²ltima cosa, ahora que veo la foto. Por favor, si vais a un partido de la NFL no os pong¨¢is a hacer fotograf¨ªas de cada jugada que pasa cerca de vosotros y disfrutad del espect¨¢culo. La retina conserva los recuerdos muchos a?os. Las fotos (casi siempre malas) se olvidan.

Muchos fumbles e intercepciones, pero no hay que acusar al ataque, sino felicitar a la defensa. Los errores hay que buscarlos y los Niners lo hicieron con ah¨ªnco. Quiz¨¢ nos sorprenda tanto porque durante 17 semanas los pa?uelos amarillos volaban en jugadas que ahora se han confirmado como perfectamente legales.

Los aficionados de los Niners, los que les siguen cada partido y analizan a fondo cada detalle, nos llevan diciendo todo el a?o que Alex Smith parece otro desde que Jim Harbaugh lleg¨® al equipo. El s¨¢bado, durante 55 minutos, pens¨¦ que los colores les nublaban la vista. Durante los ¨²ltimos cinco comenc¨¦ a comprenderles. A¨²n no estoy convencido del todo, pero el domingo le mirar¨¦ con ojos m¨¢s benevolentes.

The Catch III. Enseguida nos encanta bautizar momentos m¨¢gicos con nombres rimbombantes, pero la recepci¨®n de Vernon Davis ya ha pasado a la historia del equipo de la Bah¨ªa. Y ya que estamos con Davis, sigo pensando que es un animal que no est¨¢ rindiendo ni al 50% de sus posibilidades. Desatado es un cicl¨®n.

Obi-Wan Belichick (como le llama Manolo Arana) es un ser antisocial amado por los seguidores de los Patriots a pesar de que les martiriza. El p¨²blico quer¨ªa la sangre de Tebow en sacrificio ritual y no quiso d¨¢rsela. La afici¨®n so?aba con el r¨¦cord de touchdowns de Brady en postemporada y se lo neg¨®. Como todo experto en tortura, saci¨® a sus seguidores con el desprecio de una migaja en forma de punt de Brady. ?P¨¦game m¨¢s, mi amo!

La defensa de los Patriots es una mierda. La defensa de los Patriots destroz¨® el ataque de los Broncos. El ataque de los Broncos es ¡­¡­¡­¡­ (rellenar los puntos con la respuesta correcta). Pues os hab¨¦is equivocado. La soluci¨®n no es ¡°una mierda¡±. Es la siguiente: ¡°un libro abierto que ya se han aprendido todas las defensas de la NFL, buenas y malas, y que ser¨¢ masacrado en 2012 salvo que invente algo r¨¢pido¡±.

Fox tiene un papel¨®n por delante. Tebow iniciar¨¢ la pr¨®xima temporada como QB titular de los Broncos, pero no ser¨¢ capaz de sobrevivir a una monta?a rusa de partidos estratosf¨¦ricos junto a petardazos tremebundos. Estoy convencido de que Denver buscar¨¢ un paraca¨ªdas en la agencia libre, o mucho mejor en el draft. La esquizofrenia puede quedarse a vivir en Denver a¨²n durante mucho tiempo.

Gronkowski no deber¨ªa ser definido como tight end. Creo que habr¨ªa que inventar una posici¨®n nueva para ¨¦l. Podr¨ªa llamarse directamente ¡®abus¨®n¡¯, o quiz¨¢ ¡®requeteceptor¡¯. Seguro que sus rivales le llamar¨¢n ¡®cabronazo¡¯ y las actrices porno, ¡®trancam¨®vil¡¯, pero, definitivamente, Gronko es mucho m¨¢s que un TE.

Este comentario os va a parecer ventajista y por eso se lo digo a ¨¦l directamente, con contrici¨®n verdadera: ¡°Tom, perd¨®name. Llevo muchos a?os diciendo que eres el mejor QB de la NFL en activo, y tal vez el mejor de todos los tiempos. Este a?o, ante tanta estrella emergente, te he puesto los cuernos y me he acostado con otras. S¨¦ que ser¨¢ dif¨ªcil que olvides la afrenta, pero¡­ ?Por favor, no me hagas dormir en la habitaci¨®n de invitados! ?Te sigo queriendo tanto como antes, pero soy d¨¦bil!

Si yo voy corriendo por un t¨²nel en el que pone ¡®Play like a Raven¡¯ y cuando salgo al campo me encuentro con Suggs de frente, me cago. Eso le da a¨²n m¨¢s m¨¦rito al gran partido de los Texans, que nunca respetaron los galones de sus rivales.

Critiquemos a Flacco, y hag¨¢moslo con raz¨®n, pero tambi¨¦n aceptemos que tiene el don de la oportunidad y que completa cuando m¨¢s falta hace. No puedo evitarlo. Me exaspera, pero tambi¨¦n me alucina verle cruzar la autopista cada domingo, con una venda en los ojos, sin sufrir un solo rasgu?o. Quiz¨¢ sea, simplemente, lo que necesitan los Ravens. Por eso para ellos es un jugador tan bueno que los aficionados de otros equipos no saben valorar.

Arian Foster y la l¨ªnea ofensiva de los Texans fueron lo mejor del partido. Gary Kubiak debe sentirse orgulloso. Lo conseguido en esa faceta lleva su firma. Tambi¨¦n creo que Kubiak llor¨® desconsolado cuando lleg¨® a su casa. Tumbado en la cama, tap¨¢ndose la cabeza con la almohada, maldijo su mala suerte. Estos Texans, con Schaub a los mandos del aparato, pod¨ªan haber alcanzado cimas inexploradas. El mal fario nunca abandona a Houston.

Creo que Yates est¨¢ quemado. Me puedo equivocar, y tal vez termine siendo un gran QB, pero la afici¨®n de Houston lo recordar¨¢ como un novato que rifaba balones y era incapaz de ejecutar con ¨¦xito las jugadas m¨¢s sencillas. Quiz¨¢ sea precipitado, pero si yo tuviera que elegir, seguir¨ªa con Leinart como segundo. Yates ha desperdiciado su oportunidad. Nadie dijo que iba a ser f¨¢cil.

Hace dos a?os dije que Ed Reed, tras una grave lesi¨®n, ya estaba acabado. Que nunca volver¨ªa a tener una de sus actuaciones sobresalientes. Que ya solo le quedaba cumplir mientras el cuerpo aguantara. Posiblemente sea una de las gilipolleces m¨¢s grandes que he dicho en mi vida¡­ ?Y mira que he dicho gilipolleces!

Eli, nuestro Eli, es un fen¨®meno. Da lo mismo que tenga monos en la cara o c¨®mo sujete los planos de metro. Cuando le dan un bal¨®n de football americano se transforma. Antes no lo hac¨ªa cada domingo, ni siquiera durante todo el partido, pero ahora lo hace casi siempre. El problema es que le vemos jugar y seguimos imagin¨¢ndolo babeando, y mirando a su hermano con admiraci¨®n. Pero es una caricatura irreal. Una mentira. Ahora me pregunto si Peyton es de verdad much¨ªsimo mejor que ¨¦l. Y si con los a?os se hablar¨¢ de Eli como del hermano peque?o en todos los sentidos. El gigante est¨¢ despertando. Nuestro Eli est¨¢ dejando de ser un ni?o.

Los aficionados de los Packers est¨¢n desesperados por los balones que se dejaron caer sus receptores. ¡°Si se puede tocar, se puede coger¡±. Pero yo insisto en que el timing estaba roto, el lanzamiento era forzado, el sitio no era ese y alrededor hab¨ªa muchos asesinos esperando con el arma cargada. La defensa de los Giants, como la de los Niners en el otro partido, tiene todo el m¨¦rito de todos los balones perdidos, de todas las recepciones frustradas¡­ incluso de un fumble regalado a Green Bay despu¨¦s de una revisi¨®n que merece una disculpa.

Tom Coughlin estuvo a punto de ser despedido al final de la temporada pasada. Me pareci¨® una aberraci¨®n. Sab¨¦is que yo siento veneraci¨®n por tres entrenadores especialmente: Belichick, Fisher y Coughlin. Por tanto, no puedo ser objetivo. Pero le vi construyendo un equipo ganador de la nada y en tiempo r¨¦cord, en Jacksonville. Le vi resucitar en pocos meses un vestuario infectado y lleno de p¨²stulas cuando aterriz¨® en NY. Le vi, incr¨¦dulo, destruir a los Patriots perfectos con una f¨®rmula incomprensible de sentido com¨²n y raza¡­ El Hall of Fame deber¨ªa recibir al viejo gru?¨®n con fanfarrias y trompetas. Pocos ha habido m¨¢s grandes. El football parece sencillo en manos de maestros.

Los Packers no volaron como acostumbran y esta vez s¨ª creo que los factores externos fueron importantes. La muerte del hijo del coordinador ofensivo afect¨® a su ¨¢nimo y a la planificaci¨®n del partido (recordad c¨®mo baj¨® el rendimiento de la defensa de Houston durante la operaci¨®n de Wade Phillips), la relajaci¨®n en los ¨²ltimos partidos intrascendentes les hizo perder ritmo, el fr¨ªo del Lambeau Field no es lo mejor para su estilo de juego¡­ Los t¨ªtulos se los lleva el que m¨¢s hambre tiene y en Green Bay estaban saciados.

S¨ª. Fue un Hail Mary. Pero tambi¨¦n fue ambici¨®n, orgullo, ganas de vencer e inconformismo. El lanzamiento no fue un churro y la recepci¨®n tampoco. Este fin de semana he visto alg¨²n pase de touchdown bastante m¨¢s chapucero (ver el primero de los Ravens). En el deporte la suerte siempre es un factor, pero la victoria termin¨® en manos de quien la mereci¨® m¨¢s. Y eso habla muy bien no solo de los Giants, tambi¨¦n de los Packers. Anoche todos fueron gigantes.