El 30 de septiembre de 1997 sal¨ªa Panzer General II, la sexta entrega de la saga de SSI y considerado por muchos como el mejor juego de estrategia por turnos de la historia (con perd¨®n del Civilization de Sid Meier). A pesar de que habr¨ªa varias entregas posteriores, incluida el People¡¯s General, que trasladaba la acci¨®n hasta un futuro alternativo (ya pasado) con un conflicto entre los Estados Unidos y China que arrastraba el resto de naciones, ninguna de ellas alcanz¨® el nivel del Panzer General II.

Desaparecida SSI Games, la editora del juego, la tarea de mantener viva la herencia del juego recay¨® sobre un grupo de seguidores que desde muy pronto comenz¨® a crear sus propios mods, ampliando exponencialmente la experiencia inicial del juego. Mapas, escenarios, campa?as, unidades¡­ fueron a?adi¨¦ndose poco a poco hasta convertirse en uno de los t¨ªtulos con m¨¢s mods de la historia.

Si la campa?a inicial abarcaba toda la Segunda Guerra Mundial en el Frente Occidental y Oriental, los mods regalaban a los jugadores nuevos escenarios y conflictos, ampliando su radio hist¨®rico unos cuantos siglos: las Guerras Napole¨®nicas y la Guerra de Secesi¨®n Americana se un¨ªan al club, que tambi¨¦n presentaba ahora conflictos m¨¢s actuales: las Malvinas, la Primera Guerra del Golfo, Vietnam, el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª¡­ Es decir se multiplicaban los escenarios, las unidades y los c¨¢lculos que reg¨ªan las batallas hasta obligar a la legi¨®n de fans a instalar y desinstalar el juego en varias ocasiones o disponer de varios juegos a la vez.

Luis Guzm¨¢n, uno de los creadores m¨¢s veteranos y activos de Panzer General, ha dado con la soluci¨®n perfecta: Open General. Se trata de un nuevo t¨ªtulo que mantiene la filosof¨ªa del juego original pero que re¨²ne todos esos mods y permite el cambio de escenarios, de unidades y de efiles (calculadora que determina el resultado de los combates) de manera autom¨¢tica. Open General, que actualmente est¨¢ en fase Beta, es una obra descomunal y altruista, que extiende los horizontes del juego hasta las campa?as de Julio C¨¦sar en la Galia y que permite dirigir cualquier batalla de la Segunda Guerra Mundial en todos sus frentes. Es cierto que el nivel de dificultad del nuevo juego es bastante superior al original del SSI, pero tambi¨¦n puede adaptarse para que sea m¨¢s asequible a los jugadores noveles.

Desde la web de Luis Guzm¨¢n puede descargarse Open General, as¨ª como un manual bastante completo en ingl¨¦s y castellano que explica sus fundamentos, as¨ª como los conceptos b¨¢sicos para afrontar con ¨¦xito cada escenario.

El sistema de juego es bastante simple: movimiento de fichas por turno en un escenario hexagonal; pero la gran variedad y cantidad de unidades presentes, la importancia del terreno y las condiciones atmosf¨¦ricas proporcionan una profundidad estrat¨¦gica como no se ha conseguido en otro juego hasta el momento. Cada campa?a se compone de una serie de escenarios, algunas de ellas llegan hasta los 40, y las unidades van obteniendo experiencia gracias el combate. Hay unidades de las tres armas: tierra, aire y mar. Todas ellas est¨¢n recreadas con un gran fidelidad hist¨®rica y sus puntuaciones (ataque, defensa, movimiento, munici¨®n, combustible¡­) est¨¢n basadas en su eficacia real en combate, adem¨¢s de cada tipo (infanter¨ªa, artiller¨ªa, tanques, antitanques¡­) se presentan sus diversas opciones y modelos: as¨ª se puede ver como los Panzers alemanes de la campa?a de Polonia pronto se ven sustituidos por unidades algo m¨¢s modernas cuando empieza la invasi¨®n de Francia, y no solo se trata de cambiar el tanque, si no que dentro de cada modelo (por ejemplo el Panzer II) se presentan sus distintas evoluciones.

Otro aspecto en el que Open General destaca muy por encima de la media de los juegos de estrategia es en su apartado gr¨¢fico. La recreaci¨®n de las unidades es bastante realista: uniformes, banderas, pinturas de tanques y aviones que cambian en funci¨®n de la campa?a... Todo ello representado con figuras modeladas con volumen sobre unos mapas llenos de detalles, que incluso cambian de aspecto en funci¨®n de la ¨¦poca del a?o (seco-nieve).