¡°Si esto sigue as¨ª, yo me voy antes¡±
Checa ironiz¨® con la dureza de una etapa en la que Loeb pilot¨® ¡°al 10% de sus posibilidades¡±. Para el franc¨¦s fue ¡°un infierno¡±, que Sainz recuerda como ¡°una de las m¨¢s dif¨ªciles¡±.

Pocas veces se ha visto tanta unanimidad como la que respir¨® el vivac de Al Ula a medida que llegaban los pilotos despu¨¦s de haber completado 430 kil¨®metros de especial. Tras una primera jornada que ya tuvo a las piedras como protagonistas, su presencia se intensific¨® todav¨ªa m¨¢s en un segundo d¨ªa que, en palabras de un miembro del equipo de BRX, cont¨® con pistas que parec¨ªan un circuito de trial ¡°digno de Toni Bou¡±. El tama?o medio era pr¨¢cticamente igual ¡°que los balones de f¨²btol¡± y el ambiente se iba caldeando a medida que se poblaba un campamento que no recuerda una etapa tan complicada en los ¨²ltimos tiempos.
La 45? edici¨®n del Dakar se present¨® en su momento como la m¨¢s exigente desde que la carrera aterriz¨® a Arabia Saud¨ª, pero los pilotos han ido un paso m¨¢s all¨¢. Para un Carlos Sainz que afortunadamente pudo salvar el d¨ªa con tan solo un pinchazo y sin ning¨²n otro problema, se trat¨® de ¡°una de las especiales m¨¢s dif¨ªciles que he hecho (en el Dakar)¡±. Y su rostro era el vivo reflejo de ello. El madrile?o no tuvo tiempo de bajar la guardia amenazado por un recorrido donde era ¡°muy f¨¢cil pinchar¡±. No se escap¨® nadie, ni siquiera un Nasser que se llev¨® la etapa tras ¡°un d¨ªa complicado y duro¡±.
Esas fueron las palabras que m¨¢s resonaron en un campamento al que llegaron todos tras haber superado su propio calvario, aunque los coches penaron especialmente el peligro de unas rocas afiladas entre las que Loeb se sinti¨® en ¡°un infierno¡±. El franc¨¦s fue el m¨¢s perjudicado de todos. Perdi¨® su condici¨®n de favorito de un plumazo y a pesar de que ¡°el Dakar no est¨¢ perdido¡±, dejarse una hora solo entiende de ¨¦pica para salvar los muebles que se perdieron durante el camino de hoy. El bagaje es doloroso, pinch¨® tres veces a pesar de estar ¡°pilotando a su 10%¡±, baj¨® del coche sin sentir el cuerpo y apareci¨® el dolor, por culpa del traqueteo que acompa?¨® al recorrido.
¡°De nada sirvi¨® la precauci¨®n¡±, reconoce el de BRX, tambi¨¦n obligado a reparar las llantas ya pinchadas y solventar da?os en los soportes de la suspensi¨®n delantera. La trasera tuvo parada a Laia Sanz cerca de cuatro horas hasta que pudo reemprender la marcha, sin poder recibir la ayuda de un Carlos Checa que fue claro al bajar del prototipo de Astara: ¡°Si esto sigue as¨ª, yo me voy antes¡±. El espa?ol ironiz¨®, pero demostr¨® la dureza de un recorrido que ¡°est¨¢ siendo muy selectivo¡±. Tanto, como ese destino que ha querido que Joan Barreda se reencuentre con las lesiones (se fractur¨® el dedo gordo del pie izquierdo), tras un fuerte impacto con una de las famosas rocas que compromete un Dakar, que ni siquiera deja indiferente a los pilotos con m¨¢s experiencia en este tipo de terrenos. Y es que el d¨ªa de hoy ¡°f¨ªsicamente ha sido duro¡± incluso para un Santolino, que con las trialeras tir¨® de experiencia para mostrar su mejor versi¨®n.