Vida m¨¢s all¨¢ de la velocidad

El 10 de septiembre de 1966 naci¨® en Barcelona Jordi Tarr¨¦s. Su llegada coincidi¨® con el m¨¢ximo apogeo de la moto de campo en nuestro pa¨ªs y, al mismo tiempo, un momento esperanzador dentro de la velocidad. Comenzaban a verse espa?oles con opciones de t¨ªtulo en la disciplina y unido a figuras como la de ?ngel Nieto, su popularidad iba creciendo a niveles de audiencia. El motociclismo creo afici¨®n, pero las marcas espa?olas en general y Bultaco, Montesa y OSSA en particular, apostaron por una modalidad m¨¢s econ¨®mica en la que los resultados nacionales, en este caso, no acompa?aban.

El Trial no necesit¨® demasiado para despertar el inter¨¦s de la afici¨®n, pero el ¨¦xito individual no acompa?¨® al de las marcas. Hubo que esperar hasta 1979, simplemente, para el primer triunfo espa?ol de la disciplina que firm¨® Manuel Soler. Y aunque volvieron los a?os de sequ¨ªa, en 1986 comenz¨® un nuevo ciclo de la mano de un joven de 20 a?os que revolucion¨® por completo el panorama nacional. Tarr¨¦s creci¨® y decidi¨® buscar su suerte en una modalidad donde logr¨® su primer triunfo siete a?os despu¨¦s del primero para Espa?a. Fue cuarto de la general, pero por primera vez se dio la sensaci¨®n de que la velocidad, dejar¨ªa de ser la ¨²nica especialidad donde un piloto espa?ol aspirar¨ªa al t¨ªtulo. Y as¨ª fue.

Tras esa victoria en Estados Unidos no s¨®lo comenz¨® una ¨¦poca de esperanza sino que tambi¨¦n, una transformaci¨®n en el pilotaje del trial. Tarr¨¦s hizo historia con su propio estilo y se convirti¨® en sin¨®nimo de victorias, ya que en nueve temporadas cosech¨® un total de siete t¨ªtulos empezando por el de 1987. Su ¨¦xito coincidi¨® con el de los fabricantes espa?oles en el Mundial. Regresaban a la primera plana y todos los logros serv¨ªan de aliciente para aquellos que quer¨ªan ser como Jordi. Y no son pocos los que afirman que leyendas como Toni Bou, Adam Raga (que ha sido su pupilo) o Laia Sanz, no se hubieran atrevido a ser lo que son a d¨ªa de hoy, si ese barcelon¨¦s no se hubiera convertido en todo un referente.

Las prohibiciones y dificultades que se encontr¨® con el paso del tiempo la moto de campo a nivel nacional, no impidieron que los ¨ªdolos mantuviesen a aquellos que quer¨ªan parecerse a su referente. Despu¨¦s de los 7 t¨ªtulos de Tarr¨¦s llegaron otros 61 en todas las variables del trial: natural o indoor, el campeonato jr., el femenino o el juvenil. La cifra asombra y al mismo tiempo certifica como Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s laureado de la historia del trial, gracias a otros grandes dominadores como Toni Bou (due?o de 32 coronas), que no s¨®lo es una estela de esos t¨ªtulos interminables de Jordi. Porque el de Piera tambi¨¦n trajo consigo un efecto renovador en este deporte, que ha vuelto a cambiar la historia por completo.