El Mundial de los errores

Es algo que se repite hasta la saciedad. Los Mundiales no siempre los gana el m¨¢s r¨¢pido, sino el m¨¢s constante. Y es f¨¢cil decirlo¡­ para quien lo ve desde fuera. Que se lo digan a Pecco Bagnaia, que despu¨¦s de gana sus dos primeras coronas, y de forma consecutiva, tuvo que ver como la tercera se le escapaba. La roz¨® con los dedos, la luch¨® hasta el final, pero sus propios errores le costaron muy caro. En el GP Solidario de Barcelona, Jorge Mart¨ªn solo ten¨ªa que gestionar una distancia muy c¨®moda con el italiano. Su rival se hizo con el doblete, pero la defensa del espa?ol, a conjunto con Aleix Espargar¨®, sirvi¨® para coronarlo por primera vez en MotoGP y cumplir el sue?o de su vida. Sin embargo, fue un a?o extra?o para la competici¨®n.

No falt¨® rivalidad. De hecho, poca queja puede haber en cuanto a emoci¨®n. Las carreras fueron intensas y las esprints volvieron a ser claves para el devenir de un Mundial que se volvi¨® a decidir en la cita final de la temporada. Lo que todo el mundo busca y lo que el Mundial merece con tanto nivel entre sus pilotos. Pero la realidad es la que es que, en una temporada donde Bagnaia gan¨® hasta once carreras dominicales (de veinte), result¨® raro que no se coronara por tercera vez. Pero las matem¨¢ticas mandan. Los ceros se pagan caro y, de eso, tiene mucho m¨¢s que lamentar el italiano. Y es que los cambios de l¨ªder siempre han venido por las ca¨ªdas del otro. Bien es cierto que el espa?ol estuvo al frente en la mayor parte de la temporada, pero con el piloto oficial de Ducati muy pegado siempre en la clasificaci¨®n general. Hasta Sepang. All¨ª, la ca¨ªda en el esprint cuando iba en cabeza, pes¨® m¨¢s que nunca.

Y ese no es el ¨²nico error que le duele a Pecco. Si realmente se tiene que acordar de una, el italiano piensa directamente en la de Barcelona. Rodaba en cabeza, en solitario, y se fue al suelo en la curva cinco del Circuito de Montmel¨®. Se desahog¨® un d¨ªa m¨¢s tarde ganando la carrera de domingo y reivindic¨® su lugar sac¨¢ndole una peineta a la curva que le hizo acabar en el suelo. La vida le llev¨® a decidir el Mundial en el mismo trazado, fruto de la DANA que arras¨® la Comunidad Valenciana y que no permiti¨® hacer el fin de fiesta en Cheste, y entonces el error del mes de mayo pes¨® mucho m¨¢s. Esos doce puntos que reparte una victoria en la carrera corta le habr¨ªan servido para desbancar al espa?ol y ser campe¨®n del mundo por tercer a?o consecutivo. Doli¨® y sigue doliendo, as¨ª como el choque con Marc M¨¢rquez en el GP de Portugal. O el que tuvo con ?lex M¨¢rquez en Arag¨®n, con un nivel suficiente para ser segundo en una carrera en la que Marc no ten¨ªa rival. Pero hubiera sumado otros veinte puntos claves. Y ni que hablar del GP de la Emilia Roma?a. Ante su afici¨®n y con otro cero en su casillero. Tampoco termin¨® las esprints de Jerez, Le Mans o Silverstone (aunque gan¨® siete veces los s¨¢bados).

Pero de los errores se aprende y ya no se puede cambiar el pasado. El dolor y el lamento quedar¨¢n dentro de ¨¦l, pero tambi¨¦n servir¨¢n para ganar fuerzas y pelear con el regreso de una nueva temporada. Ya lo avis¨® el italiano: M¨¢rquez gan¨® dos, perdi¨® en 2015 y luego gan¨® otros cuatro. Su objetivo es ser tricampe¨®n del mundo y, ahora, ya sabe que la constancia es su mejor aliado. Como dijo Casey Stoner, la ambici¨®n no puede superar al talento. ¡°Soy un piloto que nunca se rinde, pero a veces es mejor pensar m¨¢s y acabar quinto o cuarto que caerse, y esto es algo que aprender¨¦¡±, indicaba el italiano como reflexi¨®n a lo que fue su temporada. Y aunque Bagnaia asume su culpa y sus fallos, tambi¨¦n lanza una cr¨ªtica al Mundial, al que pide que se revise el sistema de puntuaci¨®n de las esprints porque, siendo el piloto con m¨¢s victorias en todo 2024 (once frente a las tres de Mart¨ªn), le resulta injusto haber sido subcampe¨®n: ¡°Con la llegada de las esprints, creo que deber¨ªamos considerar la idea de incorporar bonificaciones para quienes ganen ambas carreras del fin de semana, o tal vez por marcar la vuelta r¨¢pida¡­ algo que recompense a los m¨¢s r¨¢pidos¡±. Pero las reglas son las que son... y de todo se aprende.