Sainz regala la victoria y cambia la partida

No era ning¨²n secreto que el d¨ªa de hoy iba a ser un regalo para los ¡®outsiders¡¯. Por extra?o que parezca, ninguno de los que llegan como favoritos para ganar el Dakar quer¨ªan esta victoria. Aunque la realidad es que el principal rechazo no era ampliar el palmar¨¦s; sino lo que eso conlleva. Abrir pista por primera vez en la categor¨ªa es un desaf¨ªo que tendr¨¢n que abordar m¨¢s adelante (de nuevo en la segunda semana), pero todos coincid¨ªan en que hacerlo en la 48 Horas se convert¨ªa en una desventaja. Esta edici¨®n puede acabar para todos tan pronto como las decisiones quieran y sobre la marcha, Carlos Sainz tuvo que cambiar su estrategia en una partida que comienza con una posici¨®n diferente a la del resto.

Aunque se esperaba una pista de tierra y arena, durante los m¨¢s de 400 kil¨®metros de especial los pilotos se encontraron de todo. Incluso unas piedras que derivaron en un pinchazo en el Ford de Sainz. Ese contratiempo, adem¨¢s de haber perdido en el km 140 la tablet principal, marcaron la carrera del espa?ol; que decidi¨® cambiar la estrategia despu¨¦s de haberse detenido para cambiar su rueda. De una manera natural, el madrile?o se dejaba algo de tiempo por el camino y de regalo, una penalizaci¨®n de 10 segundos mejor¨® su resultado haci¨¦ndole perder una posici¨®n hasta caer al octavo.

Nunca antes una sanci¨®n por exceso de velocidad hab¨ªa sido tan bien recibida. Y aunque otros como Nasser Al Attiyah y Sebastien Loeb tambi¨¦n fueron apercibidos (en ambos casos con dos minutos), pr¨¢cticamente en meta y junto al resto de pilotos, ambos decidieron ceder mucho m¨¢s que el espa?ol. Todo lo que ocurri¨® hasta ese momento en el que los coches decidieron parar fue puramente anecd¨®tico; pues el liderato vari¨® de un punto de control a otro y todos se conten¨ªan para evitar llegar en cabeza. Y aunque Carlos ha cumplido con su objetivo de no abrir pista, la realidad es que no le ha faltado demasiado.

Por momentos la tabla daba como ganador al espa?ol, hasta que Seth Quintero adquiri¨® esa dimensi¨®n. Y aunque junto al piloto de Toyota otros siete tambi¨¦n antecedieron al espa?ol, entre ellos una Cristina Guti¨¦rrez que debuta con una enorme quinta posici¨®n, a partir de ah¨ª, el resto de tripulaciones siguieron una maniobra tan id¨¦ntica como descarada, donde competir no era una opci¨®n. Justo antes de llegar a meta, la velocidad que pide una carrera se convirti¨® en una especie de piquete que desde la organizaci¨®n no quer¨ªan presenciar cuando se dise?¨® el recorrido. Pero ante la ausencia de unas posiciones invertidas como s¨ª tendr¨¢ la categor¨ªa de motos, se consigui¨® justo el efecto contrario.

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La lista de pilotos que echaron el freno fue interminable. Lucas Moraes (8?), Mattias Ekstrom (16?, a cinco mintuos de Sainz), Nasser Al Attiyah (21?, a diez minutos de Sainz) o Sebastien Loeb (25?, a once minutos de Sainz) son algunos de los nombres que protagonizaron una imagen impropia de una competici¨®n. Y aunque esa misma estrategia tambi¨¦n entraba en los planes de Nani Roma (17?, a seis minutos de Sainz), el d¨¦ficit del espa?ol lleg¨® por un problema mec¨¢nico en el Raptor. Pero antes de cambiar su estrategia por motivos obvios, en Ford tambi¨¦n entendieron que en ocasiones perder es una forma de ganar. Y hoy no interesaba pelear por una victoria que no podr¨¢ buscar Laia Sanz en su categor¨ªa.

El infortunio se cruza con Laia Sanz

La espa?ola sufri¨® un accidente a 70 kil¨®metros de la meta y cinco horas despu¨¦s, entre esperar a la asistencia y tratar de reparar un Century al que no le funcionaba la tercera y hab¨ªa perdido la tablet (otro problema frecuente en la etapa), pudo retomar la marcha. A fin de cuentas, la intenci¨®n era evitar el abandono seguir aspirando al finisher. Porque como avis¨® Castera en la previa de esta edici¨®n, este Dakar ¡°ser¨¢ una carrera de resistencia¡± y para empezar, ya lo han comprobado en esta primera toma de contacto. Pero lo realmente importante ser¨¢ sobrevivir a las pr¨®ximas 48 Horas.