¡°Hemos hecho una pel¨ªcula a la americana¡±
Castera, director del Dakar, reconoce el inter¨¦s por el mercado de Estados Unidos. Ford y Polaris son sus aliados, mientras que la F1 y MotoGP sirven como ejemplos.


El mundo del motorsport ha conseguido que lo que parec¨ªa ficci¨®n en la gran pantalla, tenga m¨¢s de cierto que de leyenda en ese m¨ªtico ¡°I want to be in America¡±. Mientras que el deporte en general ha centrado su atenci¨®n en Arabia, el motor en particular tambi¨¦n ha encontrado un fil¨®n en otro mercado. Y la tendencia hacia Estados Unidos es evidente... y casi necesaria. La F¨®rmula 1 descubri¨® el poder del p¨²blico americano despu¨¦s de estrenar Drive to Survive, una serie documental que populariz¨® al Gran Circo al otro lado del charco. Su ¨¦xito lo postul¨® como una f¨®rmula ganadora que no tard¨® en llamar la atenci¨®n de MotoGP y desde el Dakar, tambi¨¦n han querido encontrar la manera de buscar ese reconocimiento entre el p¨²blico estadounidense.
La llegada de Ford (a Ultimate) y Polaris (a T4) a la carrera en este momento puede ser casualidad, pero al mismo tiempo se entiende como la excusa perfecta para introducirse en el mercado americano. La historia del Dakar se cuenta a trav¨¦s de dos marcas con sus or¨ªgenes y una larga tradici¨®n en Estados Unidos, y a pesar de que ¡°hay otros (nuevos fabricantes) que tambi¨¦n quieren venir (a competir)¡±, como reconoce David Castera, director de la carrera, ¡°siempre hay cosas y ahora estamos trabajando mucho con Estados Unidos¡±. Por lo que en esta selecci¨®n de equipos (en la que tambi¨¦n se incluye Dacia tras la salida de Audi), puede que haya intervenido poco el azar.
La primera parte del ¨¦xito que busca el Dakar en Am¨¦rica ya la tienen conseguida. Al menos sobre el papel. En el presente no es un problema posicionar ¨ªdolos o h¨¦roes locales. De hecho, durante la ¨²ltima edici¨®n, en la categor¨ªa de motos la victoria fue para uno de ellos: Ricky Brabec. El p¨²blico estadounidense tiene por qui¨¦n suspirar y adem¨¢s del californiano, hay otros grandes nombres como el de Quintero, Austin Jones o Howes. Por eso, como reconoce un Castera que sabe muy bien hacia d¨®nde quiere dirigirse, todo este ¨¦xito ¡°es una posibilidad que se puede aprovechar¡±: ¡°Hay que crecer en todo, porque Estados Unidos es un mercado que tiene una visi¨®n del deporte muy diferente a la nuestra, pero con los pilotos que hay ahora, que ganan, hemos hecho una pel¨ªcula a la americana para ese mercado y que, con Ford y Polaris, hay que explotar¡±.
Es evidente que Castera no quiere dejar de lado un mercado, que se puede convertir en uno de sus grandes aliados. Lo puede probar la F¨®rmula 1, que entre 2007 y 2012 no ten¨ªa grandes premios en suelo americano hasta que apareci¨® Austin, ya van por tres carreras en 2025 y los medios de comunicaci¨®n acreditados son comparables a los de la Super Bowl; el evento por excelencia. Pero tambi¨¦n sirve como ejemplo MotoGP, en una tendencia al alza donde contaron con el Director de Marketing de la NBA para encontrar su nicho en Estados Unidos, al mismo tiempo que exploran la manera de introducir campeonatos m¨¢s peque?os como los europeos.
El Dakar da paso a ¡°un intercambio¡±
El objetivo es que estas copas de promoci¨®n en suelo americano sirvan como trampol¨ªn de futuras estrellas para el Mundial y les de una visibilidad que ya ha comenzado a buscar el Dakar. Porque aprovecharon el inicio de la Baja 500 en California para presentar una carrera que en su pr¨®xima edici¨®n (del 3 al 17 de enero), tambi¨¦n har¨¢ de escaparate para el mercado estadounidense. Porque los americanos van ¡°a presentar las Bajas en el Dakar en un intercambio¡±, que tradicionalmente solo se llevaba a cabo con el resto de citas que componen el Mundial de Rally-Raids.
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