Al Rajhi ya es un cl¨¢sico
El saud¨ª entra en un selecto grupo de ganadores del Dakar que en la ¨²ltima d¨¦cada solo escribi¨® los nombres de Sainz, Al Attiyah y Peterhansel.
Yazeed Al Rajhi siempre quiso ser como Carlos Sainz. Y despu¨¦s de una d¨¦cada intentando parecerse al piloto espa?ol, por fin, el saud¨ª se ha convertido en un cl¨¢sico. El piloto de Toyota cumple con lo que se esperaba de esta edici¨®n, donde la fiabilidad pod¨ªa ser un s¨ªntoma de ¨¦xito. Y aunque lo fue, ser¨ªa injusto decir que este Touareg llega simplemente por un coche que en esta ocasi¨®n nunca llev¨® al l¨ªmite. Detr¨¢s de este premio hay diez a?os de experiencia que permiten al piloto de Overdrive entrar en un selecto grupo de ganadores. Porque desde que lleg¨® a la carrera, el Touareg ¨²nicamente hab¨ªa escrito tres nombres: Sainz, Al Attiyah y Peterhansel. Pero esta victoria demuestra c¨®mo empiezan a llegar relevos.
Las generaciones m¨¢s j¨®venes todav¨ªa tendr¨¢n que esperar, pero a sus 43 a?os, Al Rajhi ya es uno de los veteranos y tambi¨¦n, de los que mejor conocen la carrera. Por eso este triunfo ha sido posible. Durante esta edici¨®n, ese piloto dominado por la agresividad y unas ganas excesivas de exhibir su velocidad, prefiri¨® no tomar m¨¢s riesgos de los necesarios. En ocasiones contadas como una cuarta etapa en la que se anot¨® la victoria, el saud¨ª se acerc¨® al l¨ªmite. Mientras el resto solucionaban problemas, el piloto de Overdrive tan solo ganaba tiempo y aunque tuvo por delante a otro rival muy regular y dif¨ªcil de batir como fue Lategan, acabaron premiando la regularidad, la estrategia y el talento en este Dakar. Aunque las dunas fueron el caballo de batalla del piloto de Gazoo Racing y el momento decisivo en el que dej¨® escapar el liderato en favor del que ahora se ha convertido en h¨¦roe local.
Al Rajhi es el primer piloto en 25 a?os que consigue la victoria con un equipo privado pero adem¨¢s, nunca antes ning¨²n otro hab¨ªa sido capaz de dejar el Touareg en casa. Bien sabe el saud¨ª que nadie es profeta en su tierra, especialmente en un territorio como este donde la tradici¨®n por el deporte de velocidad apenas se remonta a un 2020 en el que lleg¨® el Dakar. Pero su mayor ¨¦xito es haber conquistado la carrera de su vida, en parte, gracias a la ayuda de otro que conoce el desierto de primera mano. ¡°Carlos me ha ayudado a ganar¡±, aseguraba el piloto de Overdrive, que con el espa?ol fuera de carrera se empap¨® de sus consejos para llegar a esta ¨²ltima etapa de 60 kil¨®metros en una posici¨®n privilegiada. Una salida en masa, de cuatro en cuatro, tuvo como colof¨®n final una navegaci¨®n entre dunas que fue un tr¨¢mite pero tambi¨¦n, el mometo de asimilar que esta victoria ya era una realidad.
Ford y Dacia estrenan el contador de victorias
La tripulaci¨®n de Overdrive sab¨ªa que llegar era m¨¢s que suficiente, especialmente en un d¨ªa donde el resultado fue lo de menos. Pero tambi¨¦n se repartieron ganadores. La ¨²ltima etapa se la anot¨® Lucas Moraes y eso cuenta como otra estad¨ªsitca m¨¢s, aunque lo realmente relevante fue sucediendo en esos d¨ªas previos donde los grandes favoritos se quedaron por el camino. Sainz fue el primero en abandonar por una deformaci¨®n de chasis que dej¨® fuera de carrera tambi¨¦n a Loeb tan solo un d¨ªa despu¨¦s. Nasser resisti¨® y fue capaz de ganar con el Dacia, pero la fiabilidad resinti¨® sus opciones. El qatar¨ª necesit¨® de manera recurrente la ayuda de una Cristina Guti¨¦rrez que se estrena con nota en la categor¨ªa reina, donde Ford tambi¨¦n empezaba como un novato junto a su Raptor.
La marca del ¨®valo se llev¨® un par de alegr¨ªas, gracias al triunfo de Nani Roma que rememor¨® Mattias Ekstrom tan solo un d¨ªa despu¨¦s. El sueco (3?) acab¨® finalmente en un podio dominado por el Hilux de Toyota y aunque se demostr¨® que aunque sigue siendo imposible ganar un Dakar a la primera, Ford ha tra¨ªdo a la carrera un proyecto ganador. Desde la sede brit¨¢nica tienen motivos para celebrar, aunque la mayor alegr¨ªa de todas es la de un Al Rajhi que por fin ha conseguido su objetivo. El dinero no da las victorias, pero el talento s¨ª.