La promesa de Yamaha
La marca japonesa incorpora a su unidad de motores a Luca Marmorini, ingeniero italiano ex de Ferrari, que llega para cumplir con las peticiones de Quartararo en velocidad punta.


¡°La nueva Yamaha ser¨¢ r¨¢pida¡±. Esa es la promesa que ha lanzado la casa de los diapasones despu¨¦s de varias temporadas sufriendo con el motor de la M1. Pese al resto de virtudes que sigue conservando la moto campeona, la falta de potencia ha destacado por encima de todas las cualidades y esa carencia, a punto ha estado de poder dejar al equipo japon¨¦s sin su gran estrella. Las numerosas peticiones que realiz¨® Quartararo para mejorar en ese apartado nunca se vieron ejecutadas a nivel de resultados y en una temporada clave para la renovaci¨®n del franc¨¦s, ¡®El Diablo¡¯ supo hasta d¨®nde deb¨ªa presionar para terminar sali¨¦ndose con la suya.
Quartararo fue exigente pero su presi¨®n vali¨® para que ambas partes saliesen ganando. Por una parte, la marca se queda con el piloto que les ha vuelvo a convertir en campeones y en el otro lado, el franc¨¦s puede conseguir un paquete completo en su M1 gracias a esa ganancia de velocidad punta que le han encomendado a Luca Marmorini (61 a?os, Arezzo). El ingeniero italiano ha llegado a Yamaha con un contrato multianual en el que los de Iwata aprovechar¨¢n sus conocimientos con el objetivo de cambiar el comportamiento de un motor que no est¨¢ penalizando esta temporada gracias al vigente campe¨®n. El fichaje parece casi ut¨®pico al introducir un miembro europeo dentro de la sede japonesa, pero la necesidad es mucho mayor que un orgullo que puede salir reforzado si todos los planes salen bien.
?Pero qui¨¦n es Luca y por qu¨¦ es tan importante este movimiento para Yamaha? El ingeniero comenz¨® su trayectoria junto a Ferrari. Despu¨¦s de siete a?os en Maranello, pas¨® a liderar la unidad de motores en Toyota durante el mismo periodo de tiempo, hasta que regres¨® finalmente a las filas italianas cuatro a?os m¨¢s (2009-2014) como director de motores. En ese lapso de tiempo la Scuderia no sum¨® ning¨²n Mundial y fue precisamente su director actual, Mattia Binotto, quien sucedi¨® al italiano en el cargo. Pese a toda la experiencia acumulada, a partir de ese curso se alej¨® por un tiempo de la competici¨®n hasta que Massimo Rivola, jefe de Aprilia y tambi¨¦n ex de Ferrari, le integr¨® en MotoGP para comenzar a potenciar ese proyecto de la casa de Noale que se ha terminado convirtiendo en ganador.
Como demuestra su trayectoria, Yamaha no se equivoca al confiar en un pasado exitoso que le avala y al mismo tiempo, sirve en Iwata para llegar a desarrollar un motor competitivo. El optimismo se desborda en la casa de los diapasones como demuestra Massimo Meregalli, team manager del equipo japon¨¦s: ¡°Estoy seguro (de que la moto ganar¨¢ velocidad), Takahiro Suma ha sido un gran desarrollador. Siempre ha tenido las ideas muy claras y sabe en qu¨¦ ¨¢reas somos malos. Tiene el potencial para liderar el desarrollo y Marmoroni es parte de este nuevo camino, porque nunca incluimos a un consultor externo en nuestro proyecto¡±.
El hermetismo en Yamaha siempre ha sido casi una obligaci¨®n. Sin embargo, ahora abren paso a un ¡®desconocido¡¯ que llega motivado por las peticiones de un Quartararo que se convenci¨® de continuar con los japoneses principalmente ¡°porque cree en Yamaha¡±: ¡°Le explicamos a Fabio d¨®nde quer¨ªamos estar, la estrategia y el esfuerzo que est¨¢bamos haciendo por cambiar. Confi¨® en nuestro proyecto y en los puntos positivos de nuestra moto, unidos a su etilo de pilotaje. La mezcla entre ambos componentes es muy buena y eso tuvo un rol muy importante en su decisi¨®n final¡±. As¨ª fue c¨®mo se gest¨® la renovaci¨®n de un piloto, que ahora espera resultados.