Un final muy feo en la rendici¨®n de Ferrari

Los mec¨¢nicos de Red Bull se encaraban con la grada, colgados de la valla, entre abucheos de algunos tifosi. Verstappen gan¨® el GP de Italia y fue un triunfo total e indiscutible, pero el esperpento final de coche de seguridad inconcluso supo mal, qued¨® feo, y ensuci¨® en parte una exhibici¨®n estrat¨¦gica, otra m¨¢s, del garaje energ¨¦tico por delante de Ferrari y Leclerc. Empa?¨® tambi¨¦n la enorme remontada de Sainz, que viaj¨® del 18? en parrilla al cuarto puesto y habr¨ªa luchado el podio a Russell si la carrera se hubiera relanzado al menos por una vuelta. Pero no, la F1 tambi¨¦n es esto: en cinco vueltas no dio tiempo a sacar de la pista un McLaren averiado con un bochornoso procedimiento del safety car y medio pelot¨®n desdobl¨¢ndose de manera innecesaria. Como Mercedes no ha perdido ning¨²n Mundial este domingo, es muy posible que nada cambie para la pr¨®xima vez.

Ferrari pudo ganar en casa, quiz¨¢s por eso la decepci¨®n de la grada, el muro y el ¡®predestinado¡¯ es tangible. Bajo los sem¨¢foros, Leclerc defendi¨® la pole sin oposici¨®n de Russell (que se salt¨® la primera chicane). Pero Verstappen remontaba desde su s¨¦ptimo en parrilla (por cambio de motor) con una facilidad insultante. En la quinta vuelta ya era segundo, adelant¨® al Mercedes lanz¨¢ndose desde Mil¨¢n en la primera variante. Nadie puede poner en duda su talento, pero eso no es lo que quieren ver las hordas de fans que se sumaron al mayor espect¨¢culo del mundo en el hist¨®rico final de 2021.

Los hombres amarillos de Ferrari, vestidos de color avispa este fin de semana, fueron m¨¢s bien Abeja Maya en el plano estrat¨¦gico: un coche de seguridad virtual en la vuelta 12, por aver¨ªa de Vettel, habilit¨® el primer cambio de ruedas de Leclerc. Solo par¨® ¨¦l, de todo el pelot¨®n, porque era demasiado pronto. Regalaba la primera posici¨®n en la pista (no era tan f¨¢cil adelantar a un Ferrari este fin de semana) y se obligaba a ganar con una parada m¨¢s que su m¨¢ximo rival. A partir de ah¨ª, siempre fue m¨¢s r¨¢pido que el Red Bull, pero la diferencia fue m¨ªnima. Nunca podr¨ªa recuperar los 20 segundos de desventaja. Max hizo su carrera a una parada y enfil¨® hacia uno de los triunfos m¨¢s sencillos de la temporada. No tuvo ni que adelantar al poleman.

Por detr¨¢s, el show lo puso Sainz. Bestial contra Checo, implacable frente a cualquiera. En cada vuelta adelantaba a un coche. Se hab¨ªa ventilado a todo el tren de los puntos en apenas 13 vueltas, cuando adelant¨® a Ricciardo por la cuarta posici¨®n. A partir de ah¨ª, a mantener un ritmo constante y aguantar hasta el ¨²ltimo tercio, cuando montar¨ªa el neum¨¢tico blando nuevo y empezar¨ªa a tirar para presionar a Russell. La diferencia de ritmo entonces fue de m¨¢s de un segundo por vuelta, no era imposible. Adem¨¢s, el McLaren de Ricciardo se averi¨® y sali¨® el coche de seguridad a cinco vueltas del final. Pero¡­

Pero no se hicieron las cosas bien. La gr¨²a no sal¨ªa, los coches no se llegaban a neutralizar, y aunque todos los gallos cambiaron gomas en la ventana del SC para prepararse de cara a la resalida, esta nunca lleg¨®. Se iban descontando las vueltas y el desorden no desaparec¨ªa. As¨ª que s¨ª, interrupci¨®n en pleno cl¨ªmax y bandera a cuadros tras del coche de seguridad, que adem¨¢s fue el ¨²nico Aston Martin que termin¨® la carrera. Tampoco la complet¨® Alonso con una aver¨ªa en la presi¨®n del sistema hidr¨¢ulico, suena a motor, cuando luchaba por el s¨¦ptimo puesto. Ni Leclerc pudo lanzar su Ferrari a Verstappen por la victoria, ni Sainz pudo pujar por el podio contra Russell. Lo que pudo ser y no fue, pensar¨¢n muchos al salir del circuito. Aunque dif¨ªcilmente habr¨ªa sido una victoria del Cavallino Rampante visto el poder¨ªo de Verstappen, otra vez.