El lado oscuro del campe¨®n

Fue tan extremo y sobresaliente el primer t¨ªtulo de Verstappen que todo lo que hace desde entonces parece otro d¨ªa en la oficina. Ganar al mejor Hamilton y al mejor Mercedes en la ¨²ltima vuelta de la ¨²ltima carrera solo est¨¢ a la altura de los tipos tocados por una varita. Soportar la ola de presi¨®n con acento brit¨¢nico y las acusaciones de piloto sucio (cuando hubo palos por ambas partes, fue Lewis quien mand¨® a Max al hospital en Copse) distingue a los buenos de los que simplemente son capaces de todo. En 2022 y 2023, Verstappen gan¨® dos t¨ªtulos acomodado en un Red Bull dominante. Se impuso en el 77% de las carreras. Demasiado f¨¢cil. Empez¨® 2024 con viento de cola, seis victorias en las primeras siete paradas, mientras su escuder¨ªa protagonizaba esc¨¢ndalos y broncas entre Horner, Jos Verstappen, Marko y la matriz de Red Bull. Fueron semanas de tensi¨®n, titulares escabrosos y reproches cruzados que no llegaron a salpicar a Max, capaz de abstraerse y separarse de los alborotadores.

Hasta que el viento cambi¨® de direcci¨®n: las evoluciones del RB20 no funcionaron. El anunciado adi¨®s de Newey desnort¨® al equipo t¨¦cnico a la hora de buscar soluciones. Y desde mayo, McLaren se estableci¨® como primera fuerza e incluso Ferrari cuaj¨® el sorpasso. Desde Miami, P¨¦rez no sube al podio desde Miami y apenas ha promediado tres puntos por carrera. Sin embargo, Max aguant¨® el chaparr¨®n y ciment¨® su cuarto t¨ªtulo con un verano a cara de perro: en Canad¨¢ fue el m¨¢s listo en condiciones mixtas, en Barcelona tumb¨® la pole de Norris en una curva, en Austria tumb¨® al propio Lando con un choque que se sancion¨® con 10 segundos pero t¨¦cnicamente le aport¨® diez puntos. En Silverstone, una semana m¨¢s tarde y tambi¨¦n bajo la lluvia, el holand¨¦s rasc¨® un segundo puesto inesperado por delante de su rival.

Norris corr¨ªa mucho pero no remataba y su crisis de resultados individuales se acentu¨®: Piastri le quit¨® otro triunfo seguro en Budapest y de nuevo regal¨® posiciones en la salida de B¨¦lgica. S¨ª venci¨® Lando de manera dominante en Zandvoort y Singapur, fueron un b¨¢lsamo, pero no dejaron de pesar las ocasiones desaprovechadas en Bak¨² (otra para su compa?ero) y sobre todo Monza, azuzado por una clavada de Oscar y por los Ferrari.

En el tiempo de descuento de esta pelea a distancia por el t¨ªtulo, Lando volvi¨® a despertar al Verstappen m¨¢s desmedido y chabacano. Saca su versi¨®n m¨¢s agresiva cuando se siente atacado, cuando pilota un coche inferior. A veces le castigan, otras veces funciona. Amedrent¨® a Norris. Convirti¨® cada encuentro en pista en un suplicio para el ingl¨¦s, que nunca se hab¨ªa visto en una situaci¨®n parecida. Se echaron fuera de la pista en Austin con sanci¨®n para el ingl¨¦s, y repitieron en M¨¦xico con castigo ejemplar para el holand¨¦s (20 segundos). ¡°Utilizo las normas¡±, explic¨® Verstappen en una entrevista reciente con la BBC. Si las normas dan ventaja a quien gana el interior en una curva, ¨¦l frena m¨¢s tarde aunque no vaya a dar la curva: ¡°Cuando corro contra alguien no me va a adelantar por fuera. As¨ª es como he crecido. Algunos pilotos son m¨¢s pasivos, en la F1 s¨¦ que no se puede ir por fuera porque me van a echar de la pista. Es el instinto de las carreras¡±.

Cuando resurg¨ªan las voces que cuestionan el estilo de Max, el a¨²n tricampe¨®n regal¨® una exhibici¨®n para los libros de historia con su remontada y victoria en el diluvio de Brasil. El cuarto t¨ªtulo le iguala a Prost y Vettel y le deja solo por detr¨¢s de Schumacher (7), Hamilton (7) y Fangio (5) con el comod¨ªn de la edad: el hijo de Jos solo tiene 27 a?os. Su contrato con Red Bull le mantendr¨¢ en la F1 al menos hasta 2028, aunque ya ha dejado entrever varias veces que su carrera deportiva no se eternizar¨¢. Mercedes quiere ficharle en 2026. Toto Wolff sabe que Verstappen es uno de los escasos factores diferenciales de esta parrilla. Lando defend¨ªa esta semana en el Telegraph que ¡°ni Max¡± habr¨ªa ganado el t¨ªtulo este a?o con un McLaren: ¡°Red Bull tuvo ventaja al inicio, nadie ha recuperado nunca una brecha de 84 puntos¡±. Se equivoca.