Alonso inventa un podio y le pinta la cara a Hamilton

Qu¨¦ injusto que la F¨®rmula 1 se haya perdido los mejores a?os de este piloto, y en concreto este duelo de leyendas, durante la ¨²ltima d¨¦cada. Alonso y Hamilton, cuerpo a cuerpo, con dos coches parejos y en un asfalto que facilita los adelantamientos pero no los regala. Dos genios del volante que se miden a pelo, dejando las estad¨ªsticas en el caj¨®n. Ya se hab¨ªan enzarzado una vuelta antes, pero en la 38 se alcanz¨® el cl¨ªmax automovil¨ªstico: un Alonso desencadenado encim¨® al Mercedes en la secci¨®n r¨¢pida y clav¨® los frenos en el sector revirado de Sakhir. Donde nadie adelanta: el bicampe¨®n lanzo su bala verde esperanza en la curva diez y forz¨® la rendici¨®n de Sir Lewis. Ese adelantamiento val¨ªa un quinto puesto y convert¨ªa una carrera anodina, dominada por los dos Red Bull, en la lucha de titanes que s¨ª merece este deporte.

Verstappen y P¨¦rez arrasaron, primero y segundo en el GP de Bahr¨¦in con un RB19 que est¨¢ en otra liga, s¨ª, pero el protagonista fue Alonso: tercero en su primera carrera con Aston Martin, justo por delante de Sainz. Los tiempos cambian. Los colores son otros. Pero el piloto, de 41 a?os, es el mismo que logr¨® su primera victoria hace casi dos d¨¦cadas.

Salida trabada entre los dos Mercedes

La carrera fue t¨¢ctica y muy trabajada. En la salida, Max se march¨®. Leclerc pas¨® a Checo y le meti¨® en l¨ªos por momentos. Sainz se asom¨® en la arrancada (parece que Ferrari ha solventado aquel embrague problem¨¢tico), pero no hubo posibilidad de ganar posiciones. Detr¨¢s, Alonso las perd¨ªa: el quinto se volvi¨® s¨¦ptimo cuando los dos Mercedes le superaron, en parte ayudados por un toque inocente de Stroll. El sue?o del podio se esfumaba entre las garras de Lewis y Russell.

Entonces, Fernando sac¨® el reloj. Durante dos ¡®stint¡¯ gestion¨® neum¨¢ticos para llegar con posibilidades al ¨²ltimo tercio de la carrera. A Russell lo pas¨® de manera trabajada y consolid¨® la plaza con el primer cambio de neum¨¢ticos. El segundo lo retras¨® m¨ªnimamente mientras persegu¨ªa a Sainz y Hamilton. ¡°Tenemos menos degradaci¨®n, vamos a jugar con eso¡±, advirti¨® por la radio a su ingeniero de carrera. Y s¨ª, se puso a jugar. La ofensiva sobre Hamilton pasado el ecuador de carrera ya es historia de la F¨®rmula 1, como aquel encuentro inolvidable de Hungr¨ªa. Trasciende al resultado.

Era quinto, con el cuarto a tiro, y estaba bien. Pero el escenario cambi¨® a mejor cuando Leclerc aparc¨® el Ferrari en la escapatoria y grit¨® por radio: ¡°No tengo potencia¡±. Lo que no ten¨ªa era motor. El monegasco abandon¨® y ofreci¨® al resto el ¨²ltimo escal¨®n del podio, para quien lo quisiera con m¨¢s ganas. Sainz lo heredaba de forma circunstancial. Pero la remontada de Alonso no hab¨ªa terminado: persigui¨® a un Ferrari sin neum¨¢ticos, lo aprision¨® con mucha agresividad, llegaron a rozarse, y gan¨® el interior de la curva diez para adelantar al madrile?o en la recta de atr¨¢s, antes de la once. Hala, un podio para empezar esta nueva era. Como si fuera f¨¢cil. Su viejo compa?ero en Alpine, Ocon, no puntu¨®. Su anterior equipo, McLaren, tampoco.

Cuarto sufrido de Sainz

Sainz no pod¨ªa hacer mucho m¨¢s. De hecho, el de Ferrari se defendi¨® aguerrido de las ¨²ltimas intentonas de Hamilton por la cuarta posici¨®n. Deber¨ªa preocuparle m¨¢s a Maranello que el nuevo motor no es infalible visto el decepcionante abandono de Leclerc, ya se ha roto; y que hasta un Mercedes de gama baja gestiona mejor los neum¨¢ticos que el monoplaza de la Scuderia. El cuarto de Carlos puesto no sabe tan amargo, preocupa el coche, no el piloto. El tercero de Fernando, mientras retumban los fuegos de artificio en Sakhir, no podr¨ªa saber m¨¢s dulce.