Ahora s¨ª que saltan chispas

El rival es Verstappen, se supone, pero como el neerland¨¦s se est¨¢ dando un homenaje este fin de semana delante 50.000 compatriotas; el rival de Sainz es Leclerc, y viceversa. El esprint puso negro sobre blanco, o rojo sobre rojo, que la tensi¨®n competitiva de los dos pilotos de Ferrari existe. Eso no tiene por qu¨¦ ser malo, al contrario. Algo enturbi¨® la celebraci¨®n de Silverstone, no se sabe muy bien qu¨¦, y en el esprint de Spielberg saltaron chispas porque pelearon en la pista con agresividad. Sainz le adelant¨® en la primera curva por el exterior, pero no se conform¨® el madrile?o y le tir¨® el F1-75 a Mad Max por el exterior de la tres. Idea loable con resultado cuestionable: se abri¨® tanto que perdi¨® la tracci¨®n, y en el interior recuperaba el puesto el monegasco.

Pronto se march¨® tan lejos Verstappen que Leclerc se qued¨® sin DRS para defenderse de un Ferrari combativo. La presi¨®n parec¨ªa constante. En la vuelta seis, la m¨¢s clara: Carlos se acerc¨® en la recta de meta y apur¨® por dentro, con peque?o bloqueo incluido, en la vertical de la curva tres, la que m¨¢s oportunidades ofrece en este fant¨¢stico trazado. Adelant¨® a su compa?ero con los frenos clavados. De camino a la cuatro, cuesta abajo, sucedi¨® lo contrario: Charles se lanz¨® al interior con la moral herida y rebas¨® a Sainz, pero utiliz¨® todo el ancho de la pista, de piano a piano, empujando hacia el exterior al vecino de garaje y dej¨¢ndole pr¨¢cticamente sin sitio. La t¨ªpica maniobra que le puedes hacer a todos los pilotos de la parrilla, menos a uno.

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A partir de ese encuentro Sainz se descolg¨® a unos tres segundos de Leclerc y en ese orden acabaron el esprint que configura la parrilla de este domingo: Max, Charles, Carlos. No hizo falta dar ¨®rdenes de equipo, el esprint no merec¨ªa m¨¢s. Aun sin adelantamientos, el espa?ol se carg¨® de raz¨®n: demostr¨® que en Silverstone era m¨¢s lento que Leclerc simplemente porque el DRS y los rebufos juegan un papel muy importante en la nueva F1. Si se quiere apretar al compa?ero y achuchar al garaje por la radio, se puede. Aqu¨ª nadie es m¨¢s r¨¢pido que nadie, al contrario que en aquel otro caso de ¨®rdenes de equipo de 2010.

Tras la procesi¨®n, algo de competici¨®n: P¨¦rez remont¨® hasta el quinto, detr¨¢s de Russell, y eso que hab¨ªa salido 12?. Hamilton rasc¨® un punto contra Mick Schumacher, bonita pelea, despu¨¦s de participar en un accidente con Gasly. Vettel se fue a la grava, da?¨® su coche y no pudo acabar. Albon fue sancionado. Y Alonso¡­ No tom¨® la salida por una aver¨ªa irreparable en su Alpine que descubrieron antes de quitarle las mantas t¨¦rmicas de los neum¨¢ticos, sobre la misma parrilla. Decepcionante, porque el ritmo era prometedor (fue cuarto en los entrenamientos). Y porque sale ¨²ltimo a la carrera que s¨ª cuenta.