Carlos Sainz acab¨® con la leyenda finlandesa hace 30 a?os

Bot¨ªn rojo de pilotar en el pie derecho, zapatilla de deportes blanca en el izquierdo, Carlos Sainz se fundi¨® en un efusivo abrazo con Luis Moya a los pies del Hotel Rantasipi de Jyv?skyl?. Cientos de incr¨¦dulos finlandeses les aplaud¨ªan sin a¨²n haber digerido que ese 26 de agosto de 1990 se pon¨ªa fin a una leyenda que hab¨ªa perdurado durante cuatro d¨¦cadas. Por primera vez un piloto no n¨®rdico ganaba en la ¡®universidad¡¯ de los rallys, en el m¨ªtico 1000 Lagos.

Consciente del dif¨ªcil reto que ten¨ªa ante s¨ª, Sainz, que llegaba a Finlandia l¨ªder del Mundial tras lograr sus dos primeros triunfos en Grecia y Nueva Zelanda, quiso preparar el 1000 Lagos minuciosamente. El a?o anterior ya tuvo a tiro la victoria hasta que un puente se cruz¨® en su camino y se la arrebat¨®, y esta vez no quer¨ªa dejar cabos sueltos. Entren¨® los tramos hasta la saciedad, y prob¨® el coche un d¨ªa tras otro¡­hasta que la v¨ªspera del inicio de la prueba, cuando afinaba los ¨²ltimos detalles, se encontr¨® unos coches en medio del camino, y se tuvo que salir de la carretera para evitarlos, da?ando el pie izquierdo.

A pesar del trabajo del m¨¦dico y el fisioterapeuta del equipo Toyota, el pie segu¨ªa muy inflamado, por lo que decidieron que calzase una zapatilla de deportes al no entrar el bot¨ªn de piloto habitual. ¡°El pie izquierdo es el que usamos para frenar, y el pedal de freno tiene un tacto muy duro. Casi hay que ponerse de pie para accionarlo. No s¨¦ si podr¨¦ conducir al cien por cien¡±, explicaba un preocupado Sainz. Mientras, la prensa local se invent¨® una teor¨ªa conspiratoria que aseguraba que lo del pie era una t¨¢ctica psicol¨®gica del madrile?o. ?Se tem¨ªan lo peor y ya buscaban excusas!

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La lucha fue cerrada desde el principio, como demuestra que hubiese once coches en el mismo minuto al acabar la primera etapa. Pero poco a poco los rivales fueron cayendo. Didier Auriol se sali¨® en el tramo espect¨¢culo que abr¨ªa la prueba y Juha Kankkunen romp¨ªa el acelerador, acabando un tramo con su copiloto, Juha Piironen, sentado en el cap¨® tirando del cable. En la etapa final fue Ari Vatanen el que lanz¨® un feroz ataque para evitar el fin de la leyenda, pero Carlos le dio cumplida respuesta, a pesar de que arriesgaba valiosos puntos en su lucha por el t¨ªtulo.

Fue probablemente la victoria m¨¢s importante del madrile?o en el Mundial. Un triunfo que pocos a?os atr¨¢s nadie se hubiera atrevido a vaticinar, ya que los finlandeses voladores eran imbatibles en su terreno. En cuatro d¨¦cadas de historia, s¨®lo dos suecos, Stig Blomqvist y Michael Ericsson, hab¨ªan conseguido batirlos. Pero pensar que un espa?ol podr¨ªa lograrlo era una utop¨ªa, que se convirti¨® en realidad hoy hace 30 a?os. Y casi m¨¢s asombroso es que ese hombre que cambi¨® la historia de los rallys en 1990, en 2020 ha vuelto a ganar el Dakar. Leyenda eterna.