Se cumplen 50 a?os de la muerte de Santi Herrero en un grave accidente en la Milla 13 del TT Isla de Man. ¡°Para m¨ª vale como todo un campeonato¡±, sol¨ªa decir.
La Isla de Man es la Isla de los valientes y son muchos los que all¨ª se han dejado la vida a lo largo de sus m¨¢s de cien a?os de historia. Uno de ellos fue Santi Herrero, uno de los grandes de siempre de nuestro motociclismo y todo un campe¨®n sin corona. Hace ahora 50 a?os de ese fat¨ªdico 10 de junio de 1970, d¨ªa en el que falleci¨® fruto de un grav¨ªsimo accidente un par de d¨ªas antes en la carrera de 250cc, categor¨ªa que lideraba tras los tres primeros GGPP de la temporada.
El madrile?o, afincado en Vizcaya desde los 18 a?os para cumplir su sue?o de correr en moto, con Lube, estaba llamado a ser el primer campe¨®n del mundo espa?ol en categor¨ªas grandes, con la revolucionaria Ossa monocasco, con motor monocil¨ªndrico de dos tiempos, creada por Eduardo Gir¨® y a la que Herrero tambi¨¦n contribuy¨® para su crecimiento gracias a sus conocimientos t¨¦cnicos.
En 1969 se le hab¨ªa escapado el t¨ªtulo por una fractura de mu?eca, de la que se recuper¨® como pudo para quemar todas sus opciones en las dos ¨²ltimas carreras, y una ca¨ªda en la ¨²ltima prueba, en Opatija. Al a?o siguiente, el de Ossa ten¨ªa el t¨ªtulo m¨¢s a tiro que nunca, pero una ca¨ªda en la Milla 13 del circuito de la monta?a, el Mountain Course, arruin¨® sus opciones y, lo que es peor, nos priv¨® de ¨¦l para siempre. Santi derrap¨® en Cronk Urleigh y Woods, pegado a ¨¦l, no pudo evitar el impacto. Ambos se cayeron y rodaron violentamente por el asfalto del trazado urbano. Woods se rompi¨® las dos clav¨ªculas y un tobillo. Herrero qued¨® inconsciente y sufri¨® lesiones graves. Aunque le evacuaron en helic¨®ptero al hospital Nobles de Douglas, nada se pudo hacer por salvarlo y fallec¨ªa all¨ª dos d¨ªas despu¨¦s.
Hizo falta que pasaran 14 a?os desde su muerte para que otro espa?ol volviera a ganar un GP de 250cc. Fue Sito Pons, que lo hizo en el Jarama 84, y el mismo Sito se convirti¨® en 1988 en el primer espa?ol capaz de ganar en dos y medio. A?os despu¨¦s lo har¨ªan Pedrosa y Lorenzo, y despu¨¦s llegaron los t¨ªtulos de M¨¢rquez, Pol, Rabat y ?lex M¨¢rquez, aunque estos cinco ya bajo la nomenclatura de Moto2 y con motores de 600cc y 4T.
El Tourist Trophy que tanto amaba Santi Herrero fue el escenario de su irreparable p¨¦rdida y a ra¨ªz de su muerte la Federaci¨®n Espa?ola de Motociclismo no concedi¨® m¨¢s licencias para correr en la Isla de Man, por considerarlo demasiado peligroso. Eso no impidi¨® que desde entonces haya habido m¨¢s participantes de nacionalidad espa?ola corriendo en aquella monta?a, aunque para hacerlo han tenido que tramitar sus licencias a trav¨¦s de otras federaciones, como la portuguesa o la mexicana, por ejemplo.
¡°El TT es la gran prueba. Para m¨ª vale como todo un campeonato¡±, sol¨ªa decir Santiago Herrero de la Isla de Man. Lo dec¨ªa, obviamente, sin saber que un d¨ªa este escenario tambi¨¦n se lo llevar¨ªa a ¨¦l para siempre. Sin embargo, tengo la intuici¨®n de que, si pudi¨¦ramos hablar con ¨¦l 50 a?os despu¨¦s de su muerte, seguir¨ªa hablando igual de bien de esta isla de los valientes.
Arturo, de 72 a?os y hermano del mito, habla con nostalgia del Herrero piloto y persona, lo mismo que su hermana Maribel, para el que ¡°Santi era como un padre¡±.
Santiago Herrero tuvo dos hermanos y una hermana. Jos¨¦ Luis falleci¨® ya hace tiempo, pero a¨²n viven Arturo, de 72 a?os, y Maribel de 63. Ambos han hablado con AS para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de la leyenda, de la que contin¨²an sinti¨¦ndose orgullosos con el paso del tiempo, pero al que veneran a¨²n m¨¢s como hermano y casi figura paterna.
¡°El ¨ªdolo de Santi era Ram¨®n Torras¡±, recuerda sonriendo Arturo antes de empezar a contar c¨®mo arranc¨® la carrera deportiva de su hermano mayor, fallecido a los 27 a?os: ¡°Santi empez¨® en el Retiro con una Derbi que le prest¨® el Pr¨ªncipe de Bragati¨®n, que fue corredor de motos y coches de rally, con unas botas del boxeador Fred Galiana y el buzo de un corredor muy mayor que corr¨ªa con Norton. Y as¨ª sali¨®, hasta que se compr¨® la Tralla 101. Pedro ?lvarez y Paco ¡®el gabardina¡¯ preparaban la moto en su taller, en Jos¨¦ Abascal n¨²mero 5. Y luego se iban donde Cauca, porque entonces las culatas de las TS eran distintas a las normales y se met¨ªan en el ba?o con las culatas para, con jab¨®n, hacer la c¨¢mara de explosi¨®n. Se la ten¨ªan que jugar para poder correr. Imagina lo que era sacar un desarrollo llev¨¢ndose diez coronas y cuatro o cinco pi?ones de ataque. Se buscaban la vida y cuando empez¨® a correr con Lube, digamos que aquello era la chatarra de las motos, y competir contra Bultaco, Montesa o Ducati era muy dif¨ªcil. Carlos y Eduardo Gir¨® no quisieron hacer nunca motos de velocidad, porque se dedicaban a hacer maquinaria para cine, pero luego hicieron motos y crearon la monocasco, con material que se trajeron de Estados Unidos. El aluminio era de los aviones de caza. Mi hermano estaba muy agradecido a la familia Gir¨® y a su mec¨¢nico, que era Esteban¡±.
¡°La Isla de Man para los pilotos era como para los toreros Las Ventas"
A Maribel el accidente mortal de Santiago le cambi¨® la vida: ¡°Yo ten¨ªa 13 a?os cuando fallece mi hermano y para m¨ª era mi hermano mayor y mi ¨ªdolo. Representaba algo muy importante. Adem¨¢s, unos meses antes de morir ya hab¨ªamos quedado en que me iba a ir a Bilbao a vivir con ¨¦l, como hab¨ªa hecho mi hermano Arturo antes. Vino a la academia en la que yo me estaba sacando el secretariado y me hizo que me sacara el pasaporte. En esa ¨¦poca, para sac¨¢rtelo, hab¨ªa que hacer antes el servicio social. Lo hice y me saqu¨¦ el pasaporte, con la intenci¨®n de irme a vivir con ¨¦l cuando volviera de la Isla de Man¡±.
Hay muchos asuntos que abordar junto a ellos sobre la persona y el piloto, pero antes de seguir hay que saber qu¨¦ significaba el TT para este h¨¦roe. Arturo lo desvela: ¡°El TT le motivaba un poquito m¨¢s. La Isla de Man para los pilotos era como para los toreros Las Ventas. Si un torero no triunfa en Las Ventas no es figura del toreo y el TT, s¨®lo por participar, ya supon¨ªa un plus. Y el a?o de su accidente ¨¦l llegaba all¨ª liderando la clasificaci¨®n de 250, con Carruthers y Gould segundo y tercero. Si quedaba entre los tres primeros segu¨ªa de l¨ªder y estaba en posici¨®n de podio cuando sufri¨® el accidente¡±.
Ojo a lo que le dijo Santi a Arturo antes de irse a la Isla de Man: ¡°En 1969 hab¨ªa perdido el t¨ªtulo por poco y se lo tom¨® bien. Adem¨¢s, cambi¨® mucho de un a?o a otro la cosa, porque la monocasco la estructuraron luego mejor y antes de salir de Bilbao hacia el Tourist Trophy me dijo: ¡°Creo que este a?o te voy a traer el trofeo m¨¢s grande de los que dan all¨ª¡±. Pero mira c¨®mo es la vida¡±. Pese al fatal desenlace, Arturo no le guarda rencor a ese circuito de la monta?a: ¡°Santi, como todos los grandes campeones como Surtees, Agostini, Hailwood, Duke, sab¨ªa que la cuna del motociclismo es la Isla de Man. No es Assen en Holanda o Imola con el GP de las Naciones en Italia o Monza. Lo es el Tourist Trophy de la Isla de Man con ese circuito de casi 38 millas, y se tiraban all¨ª cinco d¨ªas dando vueltas, y con los medios que ten¨ªan para llegar. Los dos ¨²ltimos a?os Derbi le ayud¨® mucho a mi hermano, a ra¨ªz de ir de escudero con Nieto, pero en el 67 cuando fue solo¡ Era un mundo muy diferente¡±.
Entraba en los planes de Santi que su hermana peque?a le hubiera acompa?ado en 1970 a la Isla de Man, seg¨²n relata ella misma: ¡°Mi hermano era una persona muy completa humanamente. Era muy responsable y lo que quer¨ªa es que todos estuvi¨¦ramos bien. Primero se fue mi hermano Arturo a vivir con ¨¦l y al a?o y medio lo har¨ªa yo. Quer¨ªa que le acompa?ara ese a?o a la Isla de Man, pero no pudo ser, y me ir¨ªa con ¨¦l y con Arturo a Bilbao a la vuelta de esa carrera, pero no fue as¨ª, claro¡±.
Arturo no olvida las peripecias de los primeros pasos de Santi en el motociclismo: ¡°Me sacaba cinco a?os, casi seis, y yo me fui con ¨¦l a Bilbao al a?o de irse ¨¦l y estuve en Baracaldo. Me tiraba las vacaciones del cole al principio y cuando termin¨¦ la mili me fui con ¨¦l. Antes, en Madrid, sac¨¢bamos la moto del taller de Cors¨ªn en Blasco de Garay 94 y la llev¨¢bamos a la estaci¨®n del Norte para meter la moto en trenes de carga rumbo a Salamanca, Valladolid, Burgos o donde tocara. Y fue siempre as¨ª, acompa?¨¢ndole rodeados de patatas o de lo que tocara en los trenes, hasta que se fue a Bilbao. All¨ª ya con Lube y luego con Ossa fue diferente. Las motos de ahora son diferentes a las de antes, en las que para ser campe¨®n de Espa?a hab¨ªa que tener una trayectoria, como Paco Gonz¨¢lez que lo fue con 37 a?os y Gabriel Cors¨ªn, casi con 38 a?os, y hoy llega un cr¨ªo con 16 a?os y te hace unos tiempos incre¨ªbles, todo a trav¨¦s de ordenador, como digo yo. Santi era un campe¨®n con una sola persona a su lado, el mec¨¢nico, y hab¨ªa un gran respeto por Andersson, Carruthers, Gould, Pasolini¡ y en su ¨¦poca estaba el piloto muy por encima de la moto¡±.
Por cierto, Arturo quiere recordar a los que no lo sepan que ¡°Nieto fue campe¨®n del mundo en 1969 gracias a mi hermano, que iba de escudero de ¨¦l, porque con Barry Sheene y las Kreidler ten¨ªan que cortar para que pudiera ganar ?ngel. Poca gente se acuerda de eso, pero ya digo que era a¨²n mejor persona que piloto¡±.
Hablemos de la persona. Arturo es un torrente de recuerdos: ¡°Lo mismo estaba relacion¨¢ndose con el Pr¨ªncipe Bragati¨®n que con el limpiabotas, y ayudando a mucha gente de Bilbao que al principio no ten¨ªa medios para correr, como ?ngel Mendivil. Santi era muy querido como piloto y como persona en Bilbao, sobre todo como persona, y por eso est¨¢ enterrado en Bilbao¡±.
Maribel, por su parte, dice: ¡°Yo era consciente de lo que ¨¦l era como piloto, pero s¨®lo fui una vez al circuito del Jarama y, al llegar al box, un se?or me pregunt¨® que si yo era la hermana de Santi. Le dije que s¨ª. Y me dijo que si yo sab¨ªa qui¨¦n era mi hermano. Y le dije: ¡°Pues mi hermano¡±. ?l insisti¨®: ¡°?T¨² no sabes lo que significa tu hermano?¡±. Y yo: ¡°S¨ª, yo quiero mucho a mi hermano¡±. Y ¨¦l: ¡°Es que tu hermano es una eminencia en esto¡±. No lo olvido con el paso de los a?os y yo mantuve la afici¨®n y se la inculqu¨¦ a mi hija Nadia como homenaje a mi hermano. Y ella con su afici¨®n le hace un homenaje continuo¡±.
Profundizando en la persona, la hermana peque?a de Santi asegura que ¡°era s¨²per, s¨²per responsable y muy leal a sus amigos y a su familia. Todo el mundo le quer¨ªa. No creaba enemigos y se hac¨ªa respetar mucho. Y a m¨ª tambi¨¦n me infund¨ªa mucho respeto, porque me mandaba y me quer¨ªa organizar la vida, y cuando tienes siete u ocho a?os no te gusta ya que te digan que es lo que tienes que hacer. Pero son cosas normales y era muy, muy buena persona¡±.
A Arturo le gusta destacar tambi¨¦n al recordar a su gran referente que ¡°era piloto casi desde que naci¨®. Con 12 a?os estaba estudiando y ya estaba en un taller que se llamaba Monasterio, en el Puente de Vallecas. Y se iba del colegio al taller para aprender. All¨ª conoci¨® a Cors¨ªn y se lo llev¨® con ¨¦l para ense?arle, pero ya digo que fue mejor persona que piloto¡±.
Y rememora un d¨ªa muy grande para Santi: ¡°La ¨²ltima carrera en la que estuve a su lado fue en el Jarama. Nos llegamos a ir desde Bilbao en un Citro?n Dos Caballos con dos motos Lube dentro de ¨¦l, en pleno mes de agosto. Y adonde hiciera falta. En Burgos gan¨® una vez en tres categor¨ªas, en 125, 175 y dos y medio. Ganarle a Torras y a todo el equipo de Bultaco fue lo m¨¢s grande que se pod¨ªa hacer, en el a?o 64, en carreras del Campeonato de Espa?a, con una Lube bicil¨ªndrica que era como un caballo percher¨®n. Fue en el Circuito de los puentes de Burgos. Estoy orgulloso de su legado como piloto, pero como persona es un peso que se lleva encima todo este tiempo, porque a m¨ª me duele la p¨¦rdida como persona.
Maribel, para terminar, asegura que ¡°han pasado 50 a?os, pero no se olvida lo que pas¨®. Como no has visto el accidente, no te lo crees muchas veces¡±. Y revive esos tiempos lejanos en casa: ¡°Mi madre era una mujer muy buena que sufr¨ªa mucho con las carreras de su hijo, porque lo pasaba muy mal. Y mi padre, un hombre de esa ¨¦poca, a lo suyo y muy orgulloso de su hijo. ?ramos cuatro hermanos, tres chicos y yo, que era la ni?a peque?a. Pas¨¦ dos vacaciones con ¨¦l y recuerdo bien la ¨²ltima, despu¨¦s de que corriera en Montj¨¹ic, que nos fuimos a Sant Feli¨². Mi hermano Santiago para m¨ª era como mi padre, y para mi hermano Arturo, tambi¨¦n. Luego se fue a trabajar con Lube a Bilbao y Luis Bejarano le acogi¨® como si fuera su hijo. Se encontraba muy a gusto all¨ª y mont¨® su taller y su vida. No le olvidamos¡±. Nadie que ame las motos le puede olvidar.
El 12+1 visit¨® por ¨²ltima vez la Isla de Man en 2010, coincidiendo con el 40 aniversario de la muerte de su amigo.
Nunca deber¨ªan coincidir en un mismo titular el nombre de ?ngel Nieto y el n¨²mero 13, salvo para relacionar al Maestro con su amigo Santi Herrero. Y es que el de la Ossa monocasco se fue al suelo hace ahora 50 a?os en la milla 13 de la Isla de Man, sufriendo varias lesiones graves que le hicieron perder la vida un par de d¨ªas despu¨¦s en el hospital de Douglas. Y hasta ese fat¨ªdico punto se fue hace diez a?os el hoy tambi¨¦n a?orado Nieto, para conmemorar el 40 aniversario de un piloto del que ¨¦l dec¨ªa que ¡°no era bueno, era buen¨ªsimo¡±.
¡°No era bueno, era buen¨ªsimo¡±
El Maestro acudi¨® all¨ª junto a Jorge Lorenzo, como leyenda y estrella en activo, de la mano de Dainese, que era unos de los principales patrocinadores del Tourist Trophy de ese a?o, y lo primero que hizo Nieto fue acercarse a ese fat¨ªdico punto de la milla 13 para homenajear al que estaba llamado a ser el primer espa?ol campe¨®n del mundo de alta cilindrada, porque ?ngel ya lo hab¨ªa sido por vez primera de 50cc el a?o anterior y Santiago lideraba en 250cc. AS le acompa?¨® en ese viaje y fue muy emocionante verle posar en el hito de la milla 13 mirando al cielo a la vez que elevaba la vista al cielo, haci¨¦ndole un gui?o a su compadre.
¡°Lo primero que puedo decir es que Santi no era bueno, era buen¨ªsimo. Ten¨ªa todas las papeletas para haber sido campe¨®n del mundo, lo hubiera conseguido con seguridad absoluta, era s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. Peleaba con una moto de un cilindro contra las bicil¨ªndricas japonesas. Corr¨ªan mucho m¨¢s, pero ¨¦l recuperaba lo que perd¨ªa en velocidad a base de talento, todo lo pon¨ªa ¨¦l. Hubiera sido campe¨®n del mundo con la Ossa y despu¨¦s se hubiera ido a Honda o Yamaha, que ya hab¨ªan empezado a interesarse por ¨¦l. Y a partir de ah¨ª, seguramente habr¨ªan llegado m¨¢s t¨ªtulos. Con una moto m¨¢s competitiva pod¨ªa haber sido imparable¡±, dec¨ªa Nieto en las p¨¢ginas de este diario coincidiendo con el 40 aniversario de la muerte del madrile?o afincado en Bilbao.
Luego a?ad¨ªa: ¡°Como piloto era excepcional, muy fino, rapid¨ªsimo y con dos... muy valiente, vamos. Por si todo eso fuera poco, adem¨¢s ten¨ªa una magn¨ªfica base t¨¦cnica, se hab¨ªa formado como mec¨¢nico y era capaz de trabajar sobre la moto en el banco de potencia, as¨ª que sab¨ªa lo que ten¨ªa entre manos. Y era una persona con mucho carisma. Est¨¢bamos muy unidos. Hay que tener en cuenta que en esa ¨¦poca ¨¦ramos los dos ¨²nicos espa?oles en el Mundial, as¨ª que conviv¨ªamos mucho y nos llev¨¢bamos de maravilla¡±.
Y una ¨²ltima reflexi¨®n de hace diez a?os del Maestro sobre el campe¨®n sin corona: ¡°Con su muerte yo me qued¨¦ solo en el Mundial, todo fue m¨¢s dif¨ªcil para los espa?oles y pas¨® tiempo hasta que llegaron otros, como Tormo. Si Santi hubiera seguido vivo, nos habr¨ªa ido mejor¡±.
A Nieto le impon¨ªa mucho la Isla de Man y no era partidario de que se corriera all¨ª. ?l s¨®lo lo hizo una vez, en 1968, en la categor¨ªa de 50cc. No le fue nada bien. Se cay¨® y se rompi¨® el peron¨¦. A?os despu¨¦s, tir¨® de contactos cuando se enter¨® de que sus amigos ¡®El Rana¡¯ y ¡®El Trompa¡¯ quer¨ªan ir a correr al TT para que no les dejaran hacerlo, y no lo hicieron. Y respecto a su cari?o por Santi, permaneci¨® inalterable pese al paso del tiempo y de su ausencia. Servidor tiene buena amistad con Nadia Herrero, sobrina de la leyenda, y el d¨ªa que le present¨¦ a mi amiga al Maestro, una noche de Jerez, el doce m¨¢s uno primero sonri¨® al pensar que yo ten¨ªa amante, y luego, al decirle que no era eso sino la sobrina de su amigo Santi Herrero, se qued¨® mudo y se le humedecieron los ojos a la vez que con su mano repasaba las facciones de su rostro. Le dijo entonces que era igual que su t¨ªo, le dio un emocionado abrazo y le dijo que a partir de ese momento recurriera a ¨¦l cada vez que quisiera acceder al paddock del Mundial, por ser sobrina de quien era. Y Nadia sigue yendo desde entonces al paddock, sin necesidad de pedirle pase a su amigo Mela porque el Maestro y los de su entorno se encargaron de que el apellido Herrero fuera reconocido por el campeonato como se merec¨ªa.
RA?L ROMOJARO (S?)
La competici¨®n se basa en la b¨²squeda de la excelencia de hombres y m¨¢quinas. Desafiar los l¨ªmites aspirando a ser el m¨¢s r¨¢pido, asumiendo los riesgos que conlleva ir siempre un poco m¨¢s all¨¢ incluso de lo que aconseja la raz¨®n. El peligro es inherente al motociclismo y los pilotos son conscientes de ello, pero siempre intentando minimizar sus efectos en la medida de lo posible. Los circuitos urbanos o en carreteras abiertas, aut¨¦nticas trampas mortales con unas soluciones de seguridad casi inexistentes, estuvieron justificados cuando no hab¨ªa otra alternativa. Por fortuna, hoy todo es bien diferente y por ello no le encuentro sentido alguno a que nadie se juegue la vida en trazados anacr¨®nicos y prescindibles como el de la Isla de Man.
Dejar¨ªa al margen un debate mucho m¨¢s profundo, como que cada cual tenga derecho a coquetear con la muerte del modo que le plazca. La clave de la cuesti¨®n, bajo mi punto de vista, es que los organizadores no deber¨ªan dar la oportunidad de hacerlo. Estas carreras de luctuosa tradici¨®n se tendr¨ªan que prohibir, no encuentro motivos para que la lista de v¨ªctimas se engrose a?o a a?o. Se han creado instalaciones para exprimir al m¨¢ximo una motocicleta, por supuesto que tampoco exentas de riesgos pero controlados y minimizados en la medida de lo posible. Una cosa es la libertad individual y otra bien distinta la temeridad. No comparto el argumento de que, con el mismo planteamiento, deber¨ªan extinguirse deportes como el monta?ismo, sin duda luctuoso como pocos: para coronar una cima es ineludible ese escenario; para competir sobre una moto de velocidad no hacen falta muros, farolas o guardarra¨ªles.
MELA CH?RCOLES (NO)
Hace tiempo que estoy harto de tanta prohibici¨®n, as¨ª que podr¨ªa resumir todo mi pensamiento acerca de este debate con estos versos de Enrique Bunbury y su canci¨®n ¡®S¨¢came de aqu¨ª¡¯, del disco (muy top) Flamingos: ¡°Escribiremos nuevas reglas / ¨¦sta es la primera de ellas / est¨¢ prohibido prohibir¡±. Claro que la Isla de Man es una de las carreras m¨¢s peligrosas del mundo y que a lo largo de sus m¨¢s de cien a?os de historia se ha cobrado numerosas v¨ªctimas, pero todo el que ha ido a correr all¨ª sab¨ªa perfectamente a lo que se expon¨ªa. Es m¨¢s, me atrever¨ªa a decir que su peligrosidad forma parte del encanto y de la magia que posee esta isla de los valientes, que as¨ª es como a m¨ª me gusta all¨ª llamarla.
Tuve ocasi¨®n de acudir al TT en 2010 y, nada m¨¢s llegar a la zona de boxes y a su a?eja torre de control, me sorprendi¨® el silencio que all¨ª hab¨ªa. La raz¨®n de tanta paz era que en ese preciso momento se estaba guardando un minuto de silencio por una veteran¨ªsima pareja de sidecar que hab¨ªa fallecido, fruto de un accidente esa misma ma?ana. Carne de gallina para empezar. Y para terminar, la esencia que lo resume todo. Hubo bandera roja por un aparatoso accidente de Guy Martin, con el que hab¨ªamos cenado la noche anterior. Pregunte c¨®mo se encontraba el piloto y me contestaron que estaba vivo. Repregunt¨¦, para saber qu¨¦ se hab¨ªa hecho, y me dijeron que en la Isla de Man hab¨ªa dos tipos de accidentes, en los que mor¨ªa el piloto y en los que sal¨ªa vivo, y Guy Martin estaba vivo. Hay que echarle muchas narices para enfrentarse a un desaf¨ªo as¨ª y no ser¨¦ yo el que se atreva a pedir su prohibici¨®n.