Juan Velarde, el piloto espa?ol de la F¨®rmula 1 del aire
Disputa este fin de semana la segunda prueba de la Red Bull Air Race en Cannes, Francia. Es el ¨²nico. Destacado por el CSD en 2006, medallista en vuelo acrob¨¢tico, naci¨® para volar

De ni?o, mientras los otros llenaban paredes con p¨®sters de f¨²tbol, Maradona, Stoichkov o Butrague?o, Juan Velarde (Madrid 1974) ya viv¨ªa en las nubes. Literal. Quiz¨¢ era por su padre, piloto de Iberia. O quiz¨¢ no. Quiz¨¢ es que deb¨ªa de ser. El volar. Naci¨® para eso. Sus paredes las llenaban fotos de motores y aviones. Era un cr¨ªo y ya jugaba entre ellos, en Cuatro Vientos, cuando acompa?aba a su padre a la Fundaci¨®n Infante de Orleans. Los tocaba, se sentaba al volante, los respiraba, se enamoraba. Con 15 a?os planeaba sin motor. Con 16 vol¨® por primera vez. Ahora, con 43, es el ¨²nico espa?ol en el campeonato de motor m¨¢s r¨¢pido del mundo: la Red Bull Air Race, la F-1 del aire. Podr¨ªan decirle Fernando Alonso. Pero no. Mejor llamarle por su nombre. Juan Velarde. Es para no olvidar.
"Participar en la Race es una satisfacci¨®n personal. S¨®lo por estar ah¨ª lo es. Lo m¨¢ximo a lo que puedes aspirar", confiesa este piloto tambi¨¦n de Iberia. Porque pronto pudo vivir, en efecto, con un pie en la tierra y otro en el aire. Dos tipos de vuelo en un mismo traje. Uno mono de competici¨®n, otro traje y corbata. A los 22 ya estaba Iberia, como su padre. "Me fue todo bastante rodado", confiesa. El lugar ideal, el momento adecuado, la persona. "Iberia llevaba a?os sin contratar a nadie y de repente lo hicieron". Pero su infancia, el cuerpo, le ped¨ªa algo m¨¢s que vuelos comerciales. Comenz¨® con el acrob¨¢tico. Virajes muy fuertes, "muy altos en G, las aceleraciones que se tienen en el aire", medios loopins, "todos en el menor tiempo posible". "El secreto es simple", dice. "Gestionar muy bien la energ¨ªa del avi¨®n", susurra. Como si eso no costara. Como si eso no fuera precisamente lo m¨¢s dif¨ªcil. Controlar un avi¨®n a 400 kil¨®metros por hora, a ras de suelo. Juan lo llama conexi¨®n con la m¨¢quina."Es muy alta, es muy fuerte". El volante piel propia. La capacidad de control que transmite el avi¨®n. El nombre del suyo se lee en may¨²sculas y n¨²meros. EDGE 540.
Reconocido en 2006 como Deportista de Alto Nivel (DAN) por el Consejo Superior de Deportes (CSD), sin embargo, sus mejores ¨¦xitos son aquellos que llevan el plural. "Los que logr¨¦ con mi equipo". Los nosotros. La plata por equipos en el Campeonato Mundial de Acrobacia 2007 y la plata y bronce por equipos en los Campeonatos de Europa 2006, 2008 y 2014. "Los m¨¢s gratificantes". Empez¨® en el vuelo acrob¨¢tico en 1999. "Con un curso de iniciaci¨®n". 2.000 euros al mes. "Por ver qu¨¦ era". Por probar, por jugar. Se enganch¨®. Ten¨ªa destreza, ten¨ªa talento. Le animaron a participar en el campeonato de Espa?a. Lo bord¨®. Entrenaba cada vez m¨¢s en serio. Lo dem¨¢s vino solo, como lo de Iberia. La persona, el momento. Fue campe¨®n absoluto de vuelo acrob¨¢tico en 2010.

Hoy, en la Red Bull Air Race desde hace tres a?os, Juan Velarde tiene un equipo que forman tres ingenieros, un mec¨¢nico, un director t¨¦cnico, otro log¨ªstico, un psic¨®logo y varios patrocinadores que inyectan dinero y posibilidades a su volante: Repsol, Hamilton relojes, Simloc, empresa de tecnolog¨ªa espa?ola. "Sin ellos ser¨ªa imposible. Este deporte es muy caro". La categor¨ªa m¨¢xima, por ejemplo, medio mill¨®n de euros. ?l no es el primero. El primero fue Alejandro Maclean, antiguo capit¨¢n del Equipo Nacional de Vuelo Acrob¨¢tico que muri¨® en 2010, aer¨®dromo de Casarrubios, accidente extra?o. "Fue dur¨ªsimo", confes¨® entonces, amigo ¨ªntimo; a¨²n duele ahora.
De la Race destaca su velocidad. "Cuando vuelas pasas muy cerca del suelo y las pilonas". Las pilonas. Esos hinchables de 25 metros que marcan el trazado de las carreras, como los quitamiedos en el asfalto. Pues entre ellas Juan ensaya sus virajes. Su cabeza pasa a un metro, su avi¨®n vuela a esos 400 kil¨®metros por hora. Un Ferrari tiene una velocidad m¨¢xima de 336. ?l corre a¨²n 64 m¨¢s r¨¢pido.
"El vuelo acrob¨¢tico me hab¨ªa llamado desde siempre la atenci¨®n". Ya era deporte cuando ¨¦l ni?o que le¨ªa libros y grababa v¨ªdeos VHS de Eurosport. Los ve¨ªa en bucle, los aprend¨ªa de memoria. Ya le llamada algo la atenci¨®n. "Lo que puedes llegar a hacer dentro de un avi¨®n". Esos looping. Sentir las pilotas rozar su casco. La adrenalina. Quemaba los dedos al otro lado de la pantalla.
La temporada de la Race Bull Air Race se disputa de febrero a octubre, una carrera al mes, catorce pilotos de todo el mundo. El a?o pasado Juan se subi¨® dos veces al podio. Su edad es la perfecta. 43 a?os. Un piloto puede volar hasta los 58. "Empiezas tarde. Como pronto a los 16. En los coches a los tres puedes estar subido a un kart". Este fin de semana le pondr¨¢ otra aspa a su calendario: disputa la segunda prueba de la Red Bull Air Race en Francia, en Cannes. Su sonrisa al contarlo traspasa el hilo del tel¨¦fono.
En Abu Dhabi, la primera, un problema de motor en su avi¨®n le arrastr¨® en la clasificaci¨®n, hasta el und¨¦cimo lugar. Eso le ha restado entrenamiento en este mes. Cambiar el motor, al completo, tres semanas menos. M¨¢s ganas tiene de sobrevolar este fin de semana la Costa Azul. Es la vida que tantas veces so?¨® siendo ni?o y en la que hace tanto que brilla. Y no le digan Fernando Alonso. No. Lo dicho, ll¨¢menlo por su nombre. D¨ªganle Juan Velarde. El piloto espa?ol de la F-1 del aire.
Capaz de domar el viento.
A 400 kil¨®metros hora.