¡®Yo soy suicida¡¯. Homenaje a uno de los mejores dibujantes de Batman, el espa?ol Mikel Jan¨ªn

Tras el caos de los Nuevos 52 (2011), DC tuvo que relanzar todas las colecciones de nuevo cinco a?os m¨¢s tarde bajo la iniciativa Renacimiento. Vuelven a reiniciarse historias y personajes y en el caso de la colecci¨®n de Batman esta nueva etapa llega de la mano de Tom King, que fue mucho m¨¢s respetuoso con el pasado del icono de DC que el resto de sus colegas. Durante los cien n¨²meros que el exagente de la CIA se hizo cargo de los guiones, el vigilante de Gotham recuper¨® el pulso que tuvo anta?o, sus historias volvieron a moverse en los dos ejes que hicieron grande al personaje: son oscuras y recuperan un aire detectivesco. Adem¨¢s, dot¨® a Batman de un lado emocional que giraba en torno a la relaci¨®n con Selyna Kyle (Catwoman).

El Batman de Tom King se estructura por arcos argumentales conclusivos y una historia general de fondo que desembocar¨ªa en la boda con Catwoman. ECC presenta una edici¨®n de lujo y a blanco y negro del segundo de ellos, ¡®Yo soy suicida¡¯ (#9-13). Aunque la presencia de Tom King es un seguro de vida, la nueva edici¨®n rinde al que ahora mismo es, con diferencia, el mejor dibujante de Batman y uno de los m¨¢s grandes que ha pasado por los 80 a?os de historia del murci¨¦lago, el espa?ol Mikel Jan¨ªn.

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Yo soy suicida

La historia lleva a Batman a intentar una misi¨®n imposible en los dominios de Bane, Santa Prisca, para hacerse con un prisionero, El Psicopirata. Bruce no duda en reclutar un grupo de villanos, al m¨¢s puro estilo Escuadr¨®n Suicida para llevar a cabo la operaci¨®n. La historia se presenta como una partida de ajedrez entre dos viejos enemigos en la que Wayne va adelant¨¢ndose a los movimientos de su antagonista. Al igual que hizo Moore establece cierto paralelismo entre ambos personajes gracias a puntos en com¨²n de su pasado.

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Potencia del dibujo

Mikel Jan¨ªn realiza un trabajo excepcional, a pesar de las dudas que el mismo expres¨® sobre su entrega, pero lo cierto es que estamos ante una de las historias mejor dibujadas de Batman. En la presente edici¨®n se ha prescindido del color original que sali¨® en la publicaci¨®n quincenal para presentar un resultado m¨¢s cercano a lo que verdaderamente quiere transmitir el dibujante. La potencia de su trazo se acent¨²a por los grises y las composiciones de las p¨¢ginas son una obra de arte. Mikel es un dibujante que prescinde en muchos casos de separaci¨®n entre vi?etas y que presenta un elevado n¨²mero de splash pages en las que la acci¨®n se muestra como una secuencia continua.

El pamplonica se las ingenia para conducir al lector de un lado a otro de la p¨¢gina consiguiendo que viva la escena de una manera continua. Son las abundantes didascalias, con las reflexiones de Batman, las que van marcando el ritmo del relato. Se mueve muy bien en las p¨¢ginas de acci¨®n, aunque es capaz de proyectar una imagen de fuerza solo con el uso de las sombras. Su presentaci¨®n de Bane desnudo sobre un trono de calaveras resulta mucho m¨¢s amenazante que cualquiera que se haya hecho con anterioridad. Algo similar le pasa su Batman, m¨¢s duro, intimidante y musculado de lo que suele ser habitual.

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Un arquitecto que cuida el escenario

Antes de ser famoso dibujante de c¨®mics Mikel fue arquitecto y de ah¨ª se notan dos grandes virtudes, la primera es la estructura de p¨¢gina que, a pesar de arriesgar con composiciones que salen de lo habitual, presenta un orden cartesiano. La segunda es su exquisito trato con los escenarios, en especial con los edificios a los que suele representar desde perspectivas bastante arriesgadas que potencian su valor est¨¦tico.

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Un narrador brillante

A pesar de contar con un buen n¨²mero de detractores, Tom King es uno de los grandes guionistas de Batman, como narrador se centra mucho en el alma de los personajes aflorando sus conflictos internos y construyendo a partir de ellos un relato en el que no todo es blanco y negro. En Yo soy suicida a pesar de la simplicidad de la historia consigue mantener la tensi¨®n argumental gracias a los diversos giros de guion que va imprimiendo a la trama.

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Conclusi¨®n

Yo soy suicida es una buena historia, que engancha al lector, pero en la que el dibujo eclipsa incluso al trabajo del propio King. Excelente ocasi¨®n para admirar casi en estado primigenio a uno de los grandes dibujantes de Batman. La edici¨®n se completa con una entrevista al artista en la que desvela algunos secretos de su proceso creativo y con varias ilustraciones que dan la medida del enorme talento que atesora.

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