Star Wars: The Mandalorian, cr¨ªtica de la temporada 3. Din, Grogu y el destino de los mandalorianos
La serie de Disney+, ya renovada para una cuarta temporada, da un paso hacia adelante y cuenta una historia m¨¢s amplia.
Dejarse llevar por la imaginaci¨®n, plantear y compartir teor¨ªas, conectar los puntos y llegar a conclusiones forma parte de la esencia de la saga Star Wars. The Mandalorian ha esbozado sus l¨ªneas argumentales principales desde la primera temporada, tramas que se han ido desarrollado poco a poco, a su manera, hasta alcanzar el cl¨ªmax al final de la temporada 3. En todo este tiempo, la serie de Jon Favreau y Dave Filoni se ha mantenido fiel a su esencia m¨¢s pura: las aventurillas ligeras protagonizadas por Din Djarin y Grogu.
Si las dos primeras temporadas se construyeron sobre la base de episodios autoconclusivos, los nuevos cap¨ªtulos rompen un poco con esa estructura. No abandonan ese esp¨ªritu aventurero tan reconocible, pero los dos protagonistas se ven envueltos en una contexto m¨¢s amplio y complejo. El arco de redenci¨®n del h¨¦roe se resuelve r¨¢pido para dar paso a una historia centrada en el pueblo mandaloriano, que sumerge al espectador en su cultura, sus diferencias y sus puntos en com¨²n.
Din Djarin y Grogu, no siempre protagonistas
Los guiones de The Mandalorian nunca se han caracterizado por las tramas intrincadas, m¨¢s bien todo lo contrario. La sencillez ha sido su se?a de identidad desde siempre. Jon Favreau, a veces acompa?ado por Filoni en la escritura de los libretos, se atreve a poner a los dos protagonistas en segundo plano cuando la situaci¨®n as¨ª lo requiere, como en el episodio 3 (El Converso), muy al estilo Andor, m¨¢s pausado y reflexivo. A trav¨¦s del personaje del doctor Penn Pershing, la serie nos brinda informaci¨®n sobre la Nueva Rep¨²blica, sobre los remanentes imperiales y sobre otros asuntos relacionados con la trama principal, que se destapan m¨¢s adelante. En un ¨¢mbito m¨¢s extenso, el d¨²o protagonista se pone al servicio del argumento y se diluye entre mandalorianos.
La situaci¨®n de este pueblo es consecuencia de lo ocurrido en el pasado. Por eso, las series de animaci¨®n The Clone Wars y Rebels son productos indispensables para comprender en su totalidad las motivaciones de personajes como Bo-Katan Kryze, que carga sobre sus hombros con la responsabilidad de haber fracasado como l¨ªder de su pueblo. Por otro lado, uno de los mayores aciertos de la serie es haberle dado el papel de coprotagonista que merec¨ªa, ya que el personaje interpretado por Katee Sackhoff se ha reforzado todav¨ªa m¨¢s. El conflicto entre las dos facciones, la fricci¨®n entre el culto y el resto de mandalorianos, se abre a la revisi¨®n cuando Bo pasa un tiempo con ellos.
Grogu tambi¨¦n ha crecido como personaje en esta temporada, ha aprendido a controlar la Fuerza y ya no supone un estorbo para Din Djarin. Reflejar todo esto a nivel t¨¦cnico no puede ser f¨¢cil (el ni?o es una marioneta), pero Industrial Light & Magic ha realizado un trabajo fant¨¢stico a todos los niveles. Tanto los efectos pr¨¢cticos como el CGI sobrepasan las cotas de calidad de las dos primeras temporadas y presentan al espectador aut¨¦nticos momentazos de lucha y de batallas de naves.
Las conjeturas y las teor¨ªas son un arma de doble filo, porque generan unas expectativas que de no cumplirse traen consigo decepciones. A esta tercera temporada le ha ocurrido un poco esto, que muchos esperaban algo que nunca hab¨ªa existido en la serie. No da la impresi¨®n de que The Mandalorian vaya albergar nunca tramas extraordinariamente enrevesadas, y aunque algunas de las soluciones de guion pod¨ªan haberse trabajado mucho m¨¢s, el resultado es coherente con la naturaleza del producto. This is the way. Din Djarin y Grogu volver¨¢n a la aventura en la cuarta temporada.