Ninja Gaiden Ragebound, una gozada de acci¨®n y plataformas para el a?o del Ninja

De brawler un tanto particular en arcades a dur¨ªsimo juego de acci¨®n 2D en NES, para luego convertirse en otro dur¨ªsimo juego de acci¨®n cuando abraz¨® la tridimensionalidad de la mano de Team Ninja y la figura ic¨®nica de Tomonobu Itagaki. Ahora, Ninja Gaiden vuelve a sus or¨ªgenes, mirando el pasado con respeto y abrazando sensibilidades modernas de los t¨ªtulos de acci¨®n bidimensionales que se pueden considerar referentes del momento.

En esta demo de Ninja Gaiden Ragebound, The Game Kitchen nos invita a vivir un popurr¨ª inconexo que nos ofrece, durante unas excelentes dos horas, todo un muestrario de la clase de estilo por la que se ha optado, as¨ª como algunas de las particularidades espec¨ªficas de esta apuesta.

El primer nivel al que podemos jugar hace de tutorial y es el que ofrece un abanico de movimientos m¨¢s b¨¢sico. Tajos con la espada, ataque giratorio en salto que nos permite ganar m¨¢s altura (un movimiento clave que lo conecta con la din¨¢mica de un Sonic), movimiento de esquiva... y una particularidad destacada a modo de ataque potenciado. Cuando acabemos con ciertos enemigos de aura especial, recibiremos autom¨¢ticamente una carga que nos permitir¨¢ hacer extra de da?o. Muchos enemigos s¨®lo necesitan un golpe para ser derrotados, pero otros requieren de m¨¢s de un golpe, y el movimiento de carga va destinado a que tambi¨¦n podamos acabar con ellos de un solo golpe.

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Ya en estos primeros compases se puede apreciar el din¨¢mico tempo que los creadores de Blasphemous est¨¢n imprimiendo al juego. El ataque giratorio en salto, o golpe guillotina, no s¨®lo sirve contra enemigos, sino que tambi¨¦n sirve contra proyectiles, d¨¢ndonos un rango de acci¨®n que se aprecia m¨¢s en niveles posteriores. As¨ª mismo, el juego de buscar enemigos con auras para despachar de un golpe a enemigos duros invita a pensar nuestros movimientos para que el movimiento no deje de fluir. Cuando hacemos bien las cosas, avanzaremos sin descanso dejando un reguero de cad¨¢veres a nuestro paso, al m¨¢s puro estilo Hayabusa, y esa ser¨¢ nuestra mejor motivaci¨®n para mejorar, m¨¢s all¨¢ de la puntuaci¨®n de final de nivel.

Un detalle que hay que dejar claro, sin embargo, es el que el dise?o del equipo sevillano no resulta restrictivo. Podemos seguir acabando con los enemigos de varios golpes si no queremos complicarnos la vida con las cargas, o podemos sacrificar algo de vida y generar una hipercarga nosotros mismos. El juego invita a una fluidez que resulta bienvenida cuando la ejecutamos, pero no castiga si no nos vemos capaces o con ganas de seguir el ritmo.

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Esa libertad se muestra bienvenida cuando avanzamos en la demo y comprobamos que el nivel de complejidad en el muestrario de movimientos s¨®lo estaba arrancando. Por motivos que desconocemos, el protagonista y aprendiz de Ryu, Kenji Mozu, se ha fusionado con Kumori, una kunoichi perteneciente al enemigo mortal de los Hayabusa, el clan de la Ara?a Negra. Las circusntancias de esta fusi¨®n no se explican, pero parece que ambos deber¨¢n trabajar juntos por el bien de sus respectivos clanes, y eso implica incorporar los movimientos de Kumori a nuestro arsenal, de forma unificada, aunque limitada por una barra de energ¨ªa.

Kumori, al contrario que Kenji, se especializa en ataques a distancia, usando kunais y unas guada?as que tienen un movimiento a¨¦rero en curva. La citada barra de energ¨ªa nos impide abusar de estos ataques, pero una vez que los implementamos, los enemigos tambi¨¦n estar¨¢n dise?ados para que las usemos. Tambi¨¦n habr¨¢ secciones especiales en donde controlaremos a Kumori directamente y en donde deberemos usar sus habilidades no s¨®lo como herramienta ofensiva, sino como m¨¦todo para superar pruebas que a¨²nan el plataformeo con un toque leve de puzle.

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En los niveles m¨¢s avanzados de la demo podremos comprobar el dinamismo que toda esta suma de mec¨¢nicas otorga al juego. Sin ¨¢nimo de desanimar a nadie, no tiene pinta de que vaya a ser un juego sencillo, lo que, por otro lado, va en el legado de la saga. Como concesi¨®n, hay numerosos puntos de carga r¨¢pida, por lo que tendremos ocasi¨®n de hacer frente a nuestros errores de forma casi inmediata.

El tiempo de respuesta y la sensaci¨®n a los mandos es impecable, haci¨¦ndonos plenamente responsables de nuestros ¨¦xitos y fracasos. Por otro lado, se aprecia una observaci¨®n cuidada y medida de lo que fue la trilog¨ªa original de la saga, con multitud de referencias, gui?os y notas que se aplican a una experiencia que bien puede servir para que las nuevas generaciones se interesen por los cl¨¢sicos (la misma introducci¨®n es un homenaje a esa hist¨®rica introducci¨®n del juego original en NES).

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Adem¨¢s del brillante elemento mec¨¢nico, Ragebound destaca en la faceta audiovisual con un estilo visual rico y variado en cuanto a escenarios y enemigos, dot¨¢ndose adem¨¢s de una banda sonora que apunta buenas maneras. El gusto, la experiencia y el saber hacer de The Game Kitchen a la hora de plantear juegos 2D es impecable, algo que vuelven a demostrar aqu¨ª.

La demo se puede jugar a trav¨¦s de Steam y no podemos m¨¢s que recomendar hacerlo si quieres pasar un buen rato. No se nos ocurre mejor forma de anticipar el lanzamiento del juego final, para el 31 de julio en PS4, Xbox One, Xbox Series, PS4, PC y Switch.