¡®¡¯Los tres mosqueteros: Milady¡¯, cr¨ªtica. Eva Green, una mala que enamora

El a?o pasado el cine franc¨¦s de la mano de Martin Bourboulon consegu¨ªa situar la producci¨®n de una pel¨ªcula de aventuras basada en los libros de Alejandro Dumas a la misma altura que los grandes blockbusters de Hollywood (¡®Indiana Jones y el dial del destino¡¯) y con una calidad muy encima de lo que hab¨ªa llegado desde all¨ª (¡¯Fast X¡¯, ¡®The Flash¡¯¡­). Pocos meses despu¨¦s, llega su continuaci¨®n, ¡®Milady¡¯, que en l¨ªneas generales mantiene mismas virtudes, no en vano se rodaron ambas cintas de un tir¨®n, aunque pierde algo de fuelle en la trama.

La historia contin¨²a en el punto que cerr¨® la primera, con los ingleses apoyando una rebeli¨®n en suelo franc¨¦s de los protestantes y el rey Luis XIII amenazado por un complot cuyo origen est¨¢ dentro de su corte.

Menos mosqueteros

En ¡®Milady¡¯ el peso de los tres mosqueteros cede protagonismo y de ello se resiente en la pel¨ªcula, Roman Duris (Aramis) y Pop Mamai (Porthos) tienen una presencia residual y c¨®mica, mientras que Vincent Cassel (Athos) se encuentra lastrado por tribulaciones personales. As¨ª que la cinta queda en manos de un desigual duelo interpretativo entre la magn¨¦tica Eva Green (Milady de Winter) y el guaperas Fran?ois Civil (D¨¢rtagnan). La actriz vuelve a estar magn¨ªfica en el papel de sicaria de Richelieu, potenciando a¨²n m¨¢s su lado oscuro. Se convierte en un enemigo formidable que lo mismo es capaz de manipular al resto de personajes con su inteligencia y belleza que batirse en duelo a espada con D¡¯Artagnan.

Una trama m¨¢s previsible

Uno de los grandes aciertos de la primera entrega fue la creaci¨®n de una conspiraci¨®n donde todos los personajes ten¨ªan un papel, aunque sus lealtades se manten¨ªan en una calculada ambig¨¹edad que met¨ªa al espectador en el juego. Esto se diluye aqu¨ª, muchas cartas se han descubierto, aunque no la principal pese a que resulta m¨¢s que evidente, y el desvelar lo que hay tras las sucesivas traiciones se vuelve menos interesante. Personajes que en la primera parte ten¨ªan un rol destacado como Constance, la reina o el propio Richelieu tambi¨¦n dan a un paso al lado, sin que haya nadie que ocupe ese vac¨ªo.

Visualmente, impecable

Al igual que en la primera parte se dota a la historia de un toque realista que sienta muy bien a las escenas de acci¨®n, con planos secuencia de combates en los que todo funciona como un reloj. El ¨²nico pero es que en algunas luchas cercanas el exagerado movimiento de la c¨¢mara impide ver con claridad qu¨¦ est¨¢ pasando.

Conclusi¨®n

Si te gust¨® ¡®D¡¯Artagnan¡¯, ¡®Milady ¡®est¨¢ en la misma l¨ªnea. Si no has visto la primera, esta es una ocasi¨®n excelente para disfrutar de una de las mejores pel¨ªculas de aventuras de los ¨²ltimos a?os. De nuevo un final abierto y algo tramposo invita a pensar que los mosqueteros se convertir¨¢n, al menos, en una trilog¨ªa. La espera esta vez ser¨¢ m¨¢s larga.