Jeremiah vol 1. El gran western posapocal¨ªptico

Los relatos posapocal¨ªpticos, en sus diferentes versiones y con el fin de la civilizaci¨®n tal y como la conocemos, han sido un territorio propicio para desarrollar excelentes obras en cine (Mad Max, Hijos de los hombres), literatura (La carretera, La Tierra permanece) y c¨®mic (Hombre, The Walking Dead). En ese contexto de p¨¦rdida se enmarca, Jeremiah, la excelente obra de Hermann que, tras una d¨¦cada colaborando con Greg (Comanche y Bernard Prince), aborda su primer proyecto en solitario.

Jeremiah en sus comienzos, a los que corresponde las tres historias que componen el primer integral de Planeta, estaba concebido estructuralmente como un western, aunque ha medida que la saga fue progresando esa identidad se fue diluyendo hasta convertirse en un alegato contra una sociedad en la que la riqueza y el poder lo corrompe todo.

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Hermann, en solitario

En 1978, en plena edad de oro de las revistas de c¨®mic, Hermann decide romper con Greg con quien estaba dibujando Bernard Prince. Desde hac¨ªa varios a?os le rondaba la idea de escribir sus propias obras y se ve inspirado por el libro ¡®Ravage¡¯ (1943) del franc¨¦s Barjavel, en el que describe el colapso de la civilizaci¨®n en 2052 debido a una guerra nuclear. Adi¨®s a la electricidad, al agua, a los servicios, a la comida y a la seguridad. Hermann opta por situar su obra a?os despu¨¦s de una situaci¨®n semejante, que describe en una solo p¨¢gina inicial con cuatro vi?etas y sin un solo texto. Una demostraci¨®n descomunal del talento narrativo del belga.

Como el propio autor reconoce, las influencias de su serie Comanche en la construcci¨®n del relato son notables y es por ello que si se prescinde de esa primera introducci¨®n, el c¨®mic podr¨ªa pasar por un western al estilo de Mac Coy, Blueberry o Durango. Los rev¨®lveres, los rifles y los caballos son la se?a de identidad de Jeremiah y solo el casco de metal de Kurdy nos se?ala que estamos en un siglo en el futuro.

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Una figura clave

Hermann es uno de los artistas referenciales del c¨®mic europeo, sus obras han abarcado muchos campos, desde el historicismo (Yugurta, Las Torres de Bois-Maury) hasta la denuncia social (Sarajevo Tango, Caatinga, Luna de Sangre, Afrika). Su estilo tiene grandes influencias de Jij¨¦, junto con Herg¨¦ uno de los padres del c¨®mic belga, y evolucion¨® mucho desde sus primeras obras. Cambiando incluso de t¨¦cnica y estilo.

En el caso de Jeremiah los dos primeros tomos est¨¢n dibujados a pincel, mientras que en el tercero introducir¨ªa el rotring. Ello implica que el trazo se vuelve mucho m¨¢s fino, aunque no por ello pierde ese aspecto sucio y duro que caracteriza a su obra y que le da una pel¨ªcula de realidad de la que carecen otros de sus compatriotas. De Comanche, serie que empez¨® en 1969 y que continu¨® hasta 2002, se trajo un conocimiento enciclop¨¦dico de las armas de la ¨¦poca y un dominio a la hora de dibujar a los caballos. Sus dibujos tienen aqu¨ª una mayor profundidad y Hermann es uno de esos artistas que cuida hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle de la vi?eta.

Tambi¨¦n fue un adelantado a su ¨¦poca en la estructura de las p¨¢ginas, aunque mantiene todas sus vi?etas en formatos rectangulares, incluye alguna splash-page con perspectivas bastante audaces. Tampoco tiene problemas en integrar vi?etas dentro de otros dibujos y como curiosidad en algunas p¨¢ginas incluye flechas para asegurar un correcto orden de lectura, algo que hoy ser¨ªa impensable.

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Tres historias

El primer integral de Planeta recoge los tres primeros tomos de Jeremiah, que fueron publicados entre 1979 y 1980, aunque la primera aparici¨®n del personaje tuvo lugar en la revista alemana Zack en 1978, bajo el t¨ªtulo de David Walker. Por entonces era habitual cambiar los nombres de los c¨®mics seg¨²n el pa¨ªs.

¡®Aves de presa¡¯ es la primera historia de Jeremiah y Kurdy, los protagonistas de la serie. Este ¨¢lbum sirve para presentar a los personajes y bosquejar la nueva realidad en la que viven los supervivientes del holocausto.

¡®Un pu?ado de arena¡¯. Se centra en la relaci¨®n entre los dos protagonistas, desvela sus personalidades y como, a pesar de sus diferencias, se complementan haciendo mejor el uno al otro.

¡®Los herederos salvajes¡¯. Supone un punto de inflexi¨®n en la carrera de Hermann ya que abandona el pincel por el rotring: ¡°Si no te cuestionas lo que haces, dejas de avanzar¡±. El dibujo se hace m¨¢s preciso, la nueva herramienta se convierte en una ¡°extensi¨®n de la mano¡± decidiendo exactamente como va a ser de grueso cada trazo. Narrativamente el relato pierde cierto aire aventurero para aportar elementos sociales.

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Conclusi¨®n

Jeremiah es una las obras cumbre del c¨®mic europeo, como visi¨®n posapocal¨ªptica es interesante y funciona tanto en su faceta de western como en la de cr¨ªtica pol¨ªtica a una sociedad que estaba derivando entonces en Europa hacia el neocapitalismo.

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