Avance
Impresiones de Dustborn, una aventura narrativa con el sello de los creadores de Detroit: Become Human
Spotlight Quantic Dream publica esta interesante propuesta desarrollada por Red Thread Games, que tiene lugar en un Estados Unidos dist¨®pico.
En una carretera solitaria, el autob¨²s de una banda de m¨²sica recorre Estados Unidos en busca de su pr¨®ximo destino. No es una gira normal y corriente, nada parecido a lo que uno pueda imaginar de cualquier grupo contempor¨¢neo, porque para empezar, el conductor del veh¨ªculo es un robot reprogramado. Sus compa?eros humanos tambi¨¦n son particulares, ¨²nicos, pues cuentan con ciertos poderes sobrenaturales.
Desarrollado por Red Thread Games y publicado por Spotlight Quantic Dream (Heavy Rain, Detroit: Become Human, Star Wars: Eclypse), MeriStation se ha embarcado en un road trip de unas dos horas por el mundo de Dustborn: estas son nuestras primeras impresiones con el videojuego.
Una banda de personajes diversos
El jugador maneja a Pax, una muchacha que inicia su periplo con la esperanza de descubrirse a s¨ª misma, sobrevivir y lograr la ansiada libertad. Su poder es la voz, que le sirve para retorcer la voluntad de las personas, por lo que tendr¨¢ que guiarse por la ¨¦tica.
Mantiene una relaci¨®n complicada con su hermana Ziggy y padece ansiedad, lo que se refleja en sus poderes. Noam, a veces novia, otras exnovia de Pax, se vale de una voz que le permite manipular las emociones. En cuanto a Sai, la mejor amiga de la protagonista, sus poderes le infunden una fuerza sobrenatural, que le brindan la oportunidad de mover hasta los objetos m¨¢s voluminosos. El l¨ªder oficial es Theo, un hombre enigm¨¢tico, que protege sus verdaderas motivaciones con celo. Experto en ordenadores y m¨¢quinas, todo el mundo recurre a ¨¦l cuando se trata de chips y cables.
Los desarrolladores han creado un grupo de personajes heterog¨¦neo e inclusivo, que abarca una amalgama de personalidades, aunque todos tienen un toque rebelde. Al mismo tiempo, se percibe cierta vulnerabilidad y conflicto, a veces relacionado con la salud mental.
Explorando el Estados Unidos de Dustborn
Dustborn se recrea en la distop¨ªa de un Estados Unidos de robots y misterios, bandas de motoristas criminales, complejos subterr¨¢neos y secretos ocultos. Los protagonistas se mueven por los distintos estados en su autob¨²s destartalado, todo ello mientras conversan y forjan sus respectivas relaciones. Bajo su concepci¨®n de aventura narrativa, el di¨¢logo es uno de los ejes centrales de la obra. El jugador elige las opciones de di¨¢logo, conduce las relaciones hacia un lado o hacia el otro, a veces acerc¨¢ndose, otras veces alej¨¢ndose de su interlocutor.
El videojuego de Red Thread Games es flexible, en el sentido de que no siempre hay una ¨²nica soluci¨®n a un mismo problema. Por ejemplo, cuando el grupo llega a una gasolinera, se encuentra con un dilema dif¨ªcil de solventar: necesitan conseguir un medio de transporte, pero su veh¨ªculo es inaccesible por motivos que no desvelaremos para evitar spoilers. A partir de ah¨ª, el jugador explora la gasolinera, interact¨²a con los objetos y trata de resolver la situaci¨®n.
En el mundo de Dustborn, Pax puede grabar y coleccionar ecos. Para ello, el personaje utiliza una especie de dispositivo, que da pistas auditivas sobre el destino del eco. Una vez hallado, se inicia un minijuego muy sencillo que consiste en mover el stick en la direcci¨®n que aparece en pantalla. Si se consigue, muchas veces sirve para encontrar objetos que ayudan a progresar en la aventura. En otro momento de la partida gozamos de una segunda fase del minijuego, que consiste en pulsar los botones marcados en pantalla.
Investigando la gasolinera, damos con dos posibles soluciones: la primera es encontrar el coche averiado del garaje. Pese a que el motor no funciona, rebuscando entre las taquillas est¨¢ la pieza que necesitamos. Resulta imprescindible interactuar con el resto de la banda para que nos ayude a tener ¨¦xito en el plan. Mec¨¢nicamente, esto se representa mediante un sistema radial, por lo que podemos seleccionar a la persona que queremos que nos asista. En este Sai nos echa una mano, ya que es la ¨²nica que puede llevar un objeto pesado hasta el lugar de destino. Arrastra el veh¨ªculo hasta los surtidores, llenamos el dep¨®sito y ya podemos marcharnos.
La segunda opci¨®n es m¨¢s peligrosa. Los protagonistas acceden a la tienda de la gasolinera y el tendero, un robot bastante parlanch¨ªn, les dice que no suele pasar mucha gente por el lugar, pero que de vez en cuando aparecen unos motoristas que compran alcohol barato y hacen una hoguera para convocar a los dem¨¢s. A continuaci¨®n, damos con unas cerillas y hallamos una rueda que puede servir para avivar el fuego, aunque hay que transportarla hasta el lugar de la hoguera. Lo intentamos con Theo, pero se mov¨ªa tan lento que al final desistimos y se lo pedimos a Sai. Luego, intentamos comprar licor, si bien tenemos que despistar al androide para robarlo. Como cabr¨ªa esperar, la hoguera llama la atenci¨®n de la banda. ?Luchamos o huimos? La decisi¨®n es del jugador.
La jugabilidad es bastante variada e incluye minijuegos sin demasiada complejidad, pero que aportan un enfoque fresco a la partida. Lanzar c¨®cteles molotov a unos motoristas que nos persiguen es solo uno de los minijuegos que hemos podido disfrutar. Teniendo en cuenta que somos una banda, los minijuegos musicales aparecen en varias ocasiones.
Al sistema de combate le falta un poco de profundidad
No todas las aventuras narrativas incorporan un sistema de combate como tal, pero Dustborn lo integra como parte intr¨ªnseca de la jugabilidad: no es un a?adido, es una parte integral a la que se recurre cuando la historia as¨ª lo indica. Por lo que hemos experimentado, las mec¨¢nicas son un poco superficiales: manejamos a Pax y usamos su bate el¨¦ctrico, que inflige da?o cada vez que usamos el bot¨®n. Disponemos de un movimiento de esquiva y de una mec¨¢nica estilo QTE, que sirve para usar ataques combinados, tambi¨¦n con los compa?eros. La voz tiene asimismo su protagonismo en el combate, puesto que la podemos utilizar para realizar acciones como empujar o bloquear a los enemigos.
Sin ser un desastre ni mucho menos, el sistema de combate resulta poco variado, a pesar de que es posible mejorar el bate y obtener nuevos movimientos. Nos ha parecido un poquito lento y ortop¨¦dico, facil¨®n y en ocasiones un mero tr¨¢mite.
El t¨ªtulo promete convertirse en una aventura narrativa m¨¢s que competente. A falta de conocer los entresijos de la trama al completo, la premisa nos ha parecido atractiva, as¨ª como la ambientaci¨®n, los personajes y el estilo est¨¦tico elegido, que se ha basado en los c¨®mics. Nos quedamos con ganas de m¨¢s.
Dustborn saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 20 de agosto en PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X y Xbox Series S. Otro de los juegos recientes publicados por Spotlight Quantic Dream es Lysfanga: The Time Shift Warrior (an¨¢lisis MeriStation).
- Acci¨®n
- Aventura
Lidera a una banda de marginados e inadaptados y afrontad juntos un peligroso viaje a trav¨¦s de los Estados Divididos de Am¨¦rica. Una aventura de acci¨®n narrativa sobre la esperanza, la amistad, el amor, los robots¡ y el poder de las palabras. Dustborn es una aventura de acci¨®n a cargo de Red Thread Games y Quantic Dream para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series X.