Final Fantasy VII Rebirth conquista Barcelona con un concierto inolvidable: pura fantas¨ªa
Vivimos en directo un concierto memorable que recuerda lo que hace grande a la saga.

Despu¨¦s de una larga gira internacional, el Final Fantasy VII Rebirth Orchestra World Tour hizo por fin parada en Espa?a. La ciudad elegida fue Barcelona, donde el F¨°rum se convirti¨® en punto de encuentro para fans de la saga, de la m¨²sica sinf¨®nica y de todo lo que representa Final Fantasy VII. No era solo un concierto. Era un reencuentro. Con nosotros mismos.

Barcelona, capital de Nibelheim por una noche
Hab¨ªa expectaci¨®n, y no era para menos. No era la primera vez que el universo musical de Final Fantasy encontraba su lugar en el Auditori F¨°rum de Barcelona, que ya hab¨ªa acogido en otras ocasiones conciertos de la franquicia: el dedicado a Final Fantasy VII Remake o los de Distant Worlds o la gira sinf¨®nica oficial creada en 2007 por el director Arnie Roth en colaboraci¨®n con Square Enix. En esta ocasi¨®n, la cita era con Final Fantasy VII Rebirth, la segunda entrega del ambicioso remake de Square Enix.
Desde la apertura de puertas (19h), el p¨²blico llen¨® la sala. El merchandising cumpl¨ªa su papel habitual, mientras los fans ¡ªcon mucho cosplay¡ª daban forma a una atm¨®sfera que respiraba devoci¨®n por la saga.

El concierto empez¨® fuerte: Main Theme, Cloud y Zack en pantalla, y una orquesta entregada desde el primer comp¨¢s. Todo ¡ªm¨²sica, coro e im¨¢genes¡ª se alineaba para ofrecer una lectura m¨¢s ¨ªntima y emocional de Rebirth. A lo largo de unas tres horas, y bajo la direcci¨®n de Eric Roth, m¨¢s de cien m¨²sicos dieron forma a un repertorio que altern¨® los temas m¨¢s queridos de Uematsu y las nuevas aportaciones de Masashi Hamauzu -presente con una aparici¨®n puntual desde el patio de butacas- y Mitsuto Suzuki.
Planteado en dos actos, la representaci¨®n reservaba gran parte de su atractivo para la segunda parte, la m¨¢s esperada por muchos de los asistentes. Los cl¨¢sicos no fallaron: ¡°Aerith¡¯s Theme¡± y ¡°One Winged Angel¡± se llevaron los aplausos m¨¢s fuertes, aunque tambi¨¦n hubo hueco para temas m¨¢s nuevos, como ¡°Queen¡¯s Blood¡± o ¡°No promises to keep¡±, que se acoplaron sin problema en un montaje que mezclaba escenas del juego y cinem¨¢ticas, siguiendo ¡ªm¨¢s o menos¡ª el orden de la historia.
Si hubo algo que sorprendi¨® ¡ªaunque deber¨ªa ser lo habitual en conciertos as¨ª¡ª fue lo bien que sonaba todo. Cada instrumento estaba en su sitio, todo se entend¨ªa, y los temas respiraban con claridad. Escucharlos as¨ª, en directo y con tanto detalle, fue casi como redescubrirlos, traslad¨¢ndonos al mismo tiempo a Nibelheim, Midgar, Costa del Sol y tantos otros rincones del videojuego.
Con la sala pr¨¢cticamente llena, el concierto tir¨® de todo lo que ten¨ªa a mano: potencia visual, emoci¨®n sonora y una puesta en escena medida con mimo. No hac¨ªa falta inventar nada. Solo dejar que la m¨²sica hiciera lo suyo y que las im¨¢genes acompa?aran sin molestar. Y as¨ª fue: Un espect¨¢culo s¨®lido, cuidado, y muy recomendable para quienes llevan la saga en el coraz¨®n.
Y aunque la gira mundial del segundo cap¨ªtulo de la trilog¨ªa ya ha bajado el tel¨®n, la m¨²sica de Final Fantasy sigue adelante. A partir de junio, Distant Worlds regresa con una nueva gira sinf¨®nica, esta vez dedicada a los universos de Final Fantasy XIV y XVI.