Cine
¡®El exorcista del Papa¡¯, cr¨ªtica. A mitad de camino entre el padre Karras e Indiana Jones
Russell Crowe da vida al padre Amorth, escritor y exorcista del Vaticano desde 1986 a 2016, en una pel¨ªcula que tiene m¨¢s de aventura que de terror.
El exorcista del Papa llegaba con la vitola de estar inspirada en hechos reales y con la esperanza de recuperar al Russell Crowe de los mejores tiempos, una nueva vuelta de tuerca a un g¨¦nero que inaugur¨® en 1973 William Friedkin y que ha tenido secuelas y herederos que dilapidaron su gran herencia. Pero la cinta de Julius Avery est¨¢ muy lejos del abismo emocional de ¡®El exorcista¡¯ para acercarse m¨¢s a una pel¨ªcula de aventuras con alg¨²n sustillo y escenas de posesiones que ya hemos visto.
En una pel¨ªcula de protagonista donde el peso de Russell Crowe resulta decisivo, la duda es como afrontaba el australiano el trabajo y visto el resultado se lo ha tomado en serio, aunque su personalidad como sacerdote que se enfrenta al maligno est¨¢ m¨¢s cercana al Indiana de Harrison Ford que al Damien Karras de Jason Miller. No faltan los chascarrillos, incluso en las situaciones
M¨¢s sonrisa que terror
El exorcista m¨¢s famoso del Vaticano es una especie de Don Camilo que se enfrenta al maligno con la misma decisi¨®n que a algunos miembros de la curia romana o al tr¨¢fico de Roma con su vespa roja y blanca. Que estamos ante una pel¨ªcula que no tiene punto de comparaci¨®n con la de Friedkuin se demuestra nada m¨¢s comenzar cuando el sacerdote se marcha de Roma a un pueblo de Segovia en un pisp¨¢s en su moto y sin despeinarse. Empieza a asomar el Julius Avery de Overlord que, aunque contenido, no puede evitar mezclar terror, aventura y comedia.
La historia, como todas las del padre Amorth, est¨¢ basada en hechos reales, de hecho, cuenta en sus numerosos libros que particip¨® en m¨¢s de 50.000 exorcismos. Una familia heredera una abad¨ªa que esconde un terrible secreto. Al poco uno de los hijos es pose¨ªdo por un demonio y comienza una doble lucha por desentra?ar la naturaleza del demonio y revelar el misterio que se esconde tras los muros del edificio. Una vieja historia que conduce directamente a los archivos secretos del Vaticano y a los oscuros tiempos de la Inquisici¨®n, en una presentaci¨®n demasiado maniquea y anglosajona de la historia.
Aventuras
Por momentos la cinta se acerca a ¡®El C¨®digo Da Vinci¡¯, aunque no se termina de explotar esta v¨ªa que pod¨ªa haber dado m¨¢s de s¨ª, en otras ocasiones recuerda a ¡®La b¨²squeda¡¯, con catacumbas y pasajes escondidos. Entre tantas idas y venidas se difumina la parte terror¨ªfica que deber¨ªa tener, en parte tambi¨¦n porque muchos de los impactantes efectos que se muestran ya los hemos visto en otras pel¨ªculas: girar la cabeza, andar como una ara?a, gritos, convulsiones, dermograf¨ªas, laceraciones¡
El resultado es que ¡®El exorcista del Papa¡¯ se desliza hacia la aventura sobrenatural en vez del terror, aunque ello no tiene nada de malo. La pel¨ªcula entretiene, Russell Crowe est¨¢ convincente en su papel de exorcista socarr¨®n y los efectos especiales est¨¢ bien realizados. Nada que reprochar, quiz¨¢ en otro tono la pel¨ªcula podr¨ªa haberse convertido en un cl¨¢sico del g¨¦nero, pero tambi¨¦n el rival a medirse (¡¯El exorcista¡¯) dej¨® el list¨®n demasiado alto. Habr¨¢ que ver si el bueno de Crowe, poco dado a las secuelas, se embarca en nuevas aventuras del famoso sacerdote. Material para ello hay y esta primera aproximaci¨®n deja buen sabor de boca.