Cr¨ªtica de ¡®Wonka¡¯, un musical notable con el que dejar tus problemas a un lado

Todas las cosas buenas del mundo comienzan con un sue?o. Bajo esa premisa recibimos ¡®Wonka¡¯, una reinterpretaci¨®n del cl¨¢sico de Roald Dahl dedicada a explorar los or¨ªgenes del chocolatero m¨¢s famoso del mundo. En 2023, el futuro (ya presente) de Hollywood, Timoth¨¦e Chalamet, traslada al personaje como un peque?o hito personal. El joven contin¨²a el legado de Gene Wilder (1971) y Johnny Depp (2005) desde una perspectiva fresca, divertida. Encaja realmente bien en un g¨¦nero tan dif¨ªcil como el musical.

No cabe la menor duda de que el regreso a este formato hace f¨¢cil entrar en su mundo. ¡®Wonka¡¯ va de cara desde la secuencia inicial. Estamos aqu¨ª para bailar, para re¨ªr y llorar a partes iguales, para disfrutar del placer del chocolate y hacer norma lo inveros¨ªmil. Hay golpes de humor impagables: Rowan Atkinson como obispo adicto a los bombones, Simon Farnaby presumiendo de sus imitaciones, Keegan-Michael Key plasmando a un oficial de polic¨ªa corrompido por el dulce... Y la mejor de todas: Hugh Grant bailando como un Oompa-Loompa dentro de un tarro de cristal, obsesionado por saldar una cuenta que vale su peso en cacao.

A nivel musical nos ha encantado. Aunque no todas las coreograf¨ªas est¨¦n al mismo nivel, las mejores desprenden la magia que la pel¨ªcula intenta transmitir. N¨²meros como el de la lavander¨ªa, la venta ambulante de Wonka o el zool¨®gico son notables. Buena parte de la responsabilidad recae sobre los hombros de Paul King, un director que ya est¨¢ acostumbrado a llevarnos a aventuras de otra dimensi¨®n. Las dos entregas de ¡®Paddington¡¯ influyen de manera evidente en muchos de esos momentos fuera de la normalidad. Se nota la mano en producci¨®n.

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Para una pel¨ªcula de or¨ªgenes nos hubiera gustado que se incidiera algo m¨¢s en el pasado del chocolatero. Hay una motivaci¨®n en el trasfondo del personaje que parte de su ni?ez, pero el Willy Wonka que nos encontramos ya es maestro de la magia y artesano de la chocolatina. Se dejan entrever sus viajes por cientos de pa¨ªses de ensue?o. Con permiso de su conexi¨®n con el Oompa-Loompa interpretado por Grant, el resto queda relegado a tu imaginaci¨®n. Se centra mucho m¨¢s en elaborar su camino hacia la fama y como la rivalidad entre los maestros chocolateros no tiene l¨ªmites.

A pesar de ello, sus eventos clave permiten sentirte de lleno en la acci¨®n. La interpretaci¨®n de Chalamet es s¨®lida, aunque perder¨ªa algo de fuerza sin la presencia de Calah Lane. La chica toma el papel de Noodle, que forjar¨¢ una relaci¨®n fraternal dentro de los muros de la prisi¨®n-hotel de Mrs. Scrubbit (Olivia Colman). La b¨²squeda de Noodle, que no revelaremos, ser¨¢ compartida con Wonka, quienes firman algunos de los mejores momentos (y la segunda mejor coreograf¨ªa). Chalamet mantiene un nivel correcto en lo vocal; no tiene una gran voz, pero desempe?a el trabajo con aprobado.

Conclusiones

¡®Wonka¡¯ es un billete dorado en forma de pel¨ªcula con destino a olvidar tu vida al otro lado de la sala. Son 117 minutos en los que tus problemas no importan. Es de alguna manera un ant¨ªdoto para el ruido a tu alrededor. Solo importa el siguiente artilugio que el chocolatero saca de su chistera, y como buen mago suele sorprender. Noodle, en esa coreograf¨ªa del zool¨®gico junto a Willy Wonka, dec¨ªa que hab¨ªa dejado de pensar en la tristeza. Y lleva raz¨®n: es el mejor resumen de la pel¨ªcula.