Cine
Cr¨ªtica de ¡®Madame Web¡¯, la pel¨ªcula que hace buena a ¡®Morbius¡¯
El cine de superh¨¦roes vuelve a tocar fondo con el nuevo spin off de ¡®Spider-Man¡¯.
Parece que en el s¨®tano de los horrores del cine de superh¨¦roes siempre hay un nuevo piso al que descender. Por si no hubiera suficientes clavos en el ata¨²d del g¨¦nero, Sony Pictures a?ade uno m¨¢s y el martillazo est¨¢ a la altura de ¡®Morbius¡¯. A¨²n estamos en febrero, pero ¡®Madame Web¡¯, la cinta que hoy nos ocupa, ya es la gran favorita a los Razzie 2025. Ponemos en duda que vayamos a ver pel¨ªculas mucho peores en lo que resta de a?o y llega un punto en el que este tipo de proyectos ya no merecen la pena ni por los memes y las bromas que generan.
Para que os hag¨¢is una idea, estamos ante una pel¨ªcula que insiste en que no pertenece al universo Spider-Man aunque se pasa todo el metraje bromeando con el nacimiento de Peter Parker. ¡®Madame Web¡¯ es la clase de cinta que en los tr¨¢ileres te vende a un equipo de Spider-Women y luego nunca te ense?a c¨®mo sus integrantes obtienen sus poderes y apenas te las muestra con traje en un par de secuencias on¨ªricas que duran menos de cinco minutos. El villano de la cinta es un hombre ara?a vestido de negro al que terminan venciendo tras atropellarlo con un coche y provocar que un enorme cartel de product placement le caiga encima.
Dakota Johnson da vida a un personaje que nace en una cueva de Per¨² en brazos de ¡°los Spider-Men¡± (hombres con poderes m¨¢gicos que viven en las copas de los ¨¢rboles a lo Tarz¨¢n) y desarrolla las habilidades que necesite el guion. Para muestra ese deus ex machina en el que, al final de la cinta, crea tres hologramas de ella sin explicaci¨®n ni sentido. Por no hablar de sus efectos especiales, de esas secuencias de conducci¨®n con m¨¢s fantas¨ªa que ¡®Fast and Furious¡¯ o de un disparatado segundo acto en el que la polic¨ªa de Nueva York busca a Madame Web por secuestro infantil.
En definitiva, la pel¨ªcula es un ir y venir de contradicciones y sin sentidos. No sabe qu¨¦ es ni qu¨¦ quiere ser. Carece del espect¨¢culo propio de las pel¨ªculas de superh¨¦roes y al mismo tiempo renuncia a atarse m¨¢s a la realidad, como ¡®Joker¡¯ y las series m¨¢s recientes de Marvel y Disney+. A veces comedia, a veces melodrama adolescente... Normal que la propia Dakota describiera su rodaje como ¡°psic¨®tico¡± y asegurara que no quiere ver el resultado final por su salud mental.
A pesar de su exitosa carrera en televisi¨®n, la directora S.J. Clarkson tampoco ha podido con un nuevo guion de Matt Sazama y Burk Sharpless, los peores escritores de Hollywood. Tambi¨¦n autores de joyas como ¡®Dr¨¢cula: la leyenda jam¨¢s contada¡¯, ¡®El ¨²ltimo cazador de brujas¡¯ o la propia ¡®Morbius¡¯, ambos han debido pasar por un mont¨®n de revisiones para conectar y posteriormente desligar la pel¨ªcula del universo Spider-Man de Sony Pictures. Pues bien, se notan todas y cada una de ellas.
Igual de tr¨¢gico es el papel de Sydney Sweeney, Emma Roberts, Adam Scott o Isabela Merced, todos ellos desaprovechados y desfavorecidos por los registros y papeles que les ha tocado interpretar. Ni siquiera el casting se salva, aunque habr¨¢ quien se aferre a que ¡°al menos est¨¢ protagonizada por mujeres¡±. En casos as¨ª, no tenemos claro que sea bueno.
En resumidas cuentas, ¡®Madame Web¡¯ vuelve a evidenciar que el g¨¦nero de los superh¨¦roes est¨¢ de capa ca¨ªda y que Sony Pictures s¨®lo funciona cuando se centra en Tom Holland y tiene a Marvel detr¨¢s. La promoci¨®n ha consistido en un mont¨®n de v¨ªdeos virales sobre Dakota diciendo lo poco que sabe de Spider-Man y lo poco que le interesa las pel¨ªculas de este tipo. Aunque no tiene por qu¨¦ ir ligado, en este caso es un fiel reflejo del resultado final: una pel¨ªcula hecha sin intenci¨®n, cari?o ni pasi¨®n. A sus integrantes no parece importarles demasiado el resultado y la dejadez queda patente en cada escena, como si fuera a colar todo. Ni siquiera es divertida, pues esta clase de bochornos han dejado de ser la excepci¨®n y se han vuelto la norma, por triste y mon¨®tono que suene. ?En qu¨¦ momento dej¨® de funcionarnos el sentido ar¨¢cnido?