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Cr¨ªtica de la serie de One Piece en Netflix: la maldici¨®n de las adaptaciones de mangas y animes se ha roto
Tras ver los primeros cap¨ªtulos del live action de One Piece os garantizamos que la serie de Netflix ha salido buena y que Eiichiro Oda ha obrado otro milagro.
A¨²n estamos tratando de asimilarlo. No damos cr¨¦dito. Parec¨ªa imposible, pero Eiichiro Oda ha obrado el milagro. Otro m¨¢s. La maldici¨®n que persegu¨ªa a las adaptaciones de acci¨®n real de mangas y animes se ha roto. Ya podemos confirmaros oficialmente que la serie de One Piece para Netflix¡ ?no est¨¢ nada, pero que nada mal! No es s¨®lo un producto al que cualquier fan tendr¨¢ muy f¨¢cil perdonar sus fallos, sino que adem¨¢s tambi¨¦n resulta ser una grand¨ªsima primera toma de contacto para quienes se hayan resistido hasta ahora a conocer la historia de los Sombrero de Paja en otros medios. ?La Gran Era de la Pirater¨ªa es real!
A los del carn¨¦ de seri¨¦filo pesado, tranquilos, que tampoco os estamos vendiendo que One Piece vaya a desbancar a The Wire y Los Soprano de vuestras listas, rankings y tops con las mejores series de la historia. Tampoco es el estreno que arrasar¨¢ en los pr¨®ximos Emmy ni un fen¨®meno que inventa la rueda y descubre la p¨®lvora cambiando la forma de hacer televisi¨®n. Pero¡ ?a qui¨¦n le importa todo eso?
El live action de One Piece es una serie de aventuras de lo m¨¢s simp¨¢tica y entretenida que hace algo tan dif¨ªcil como todo lo anterior: adapta con ¨¦xito las emociones de uno de los mangas m¨¢s queridos y laureados de todo los tiempos. Las risas y lagrimitas est¨¢n ah¨ª. Tambi¨¦n ese canto a la amistad y esa invitaci¨®n a pelear por tus sue?os que hace la obra original. Se nota el mimo y respeto con el que se ha tratado la licencia. Netflix ha clavado el tono y entendido el mensaje.
Est¨¢ claro que hay cosas que saltan. Alg¨²n filtro raro en los flashback. Alguna CGI durante las peleas. O los coloridos y alocados dise?os de ciertos personajes, un tanto rid¨ªculos e inveros¨ªmiles al cambiar de medio. Del mismo modo, es evidente que las series occidentales se rigen por unos c¨®digos audiovisuales distintos a los del anime, al igual que por otro ritmo (recordemos que son 8 episodios que adaptan 100 cap¨ªtulos del manga y 53 del anime). Estos tiene sus ventajas e inconvenientes, y sobra decir que algunas cosas no tienen el mismo impacto debido a ello, pero al menos no ha sido un trasvase letal para el proyecto y no se ha ca¨ªdo en los errores habituales de estas adaptaciones.
Para empezar porque la historia es perfectamente disfrutable para cualquiera que no tenga ni la m¨¢s remota idea de One Piece. No es un galimat¨ªas s¨®lo para los fans m¨¢s ac¨¦rrimos ni un banquete de gui?os y referencias entre las que navegar con lupa y libreta en vez de br¨²jula (que estar est¨¢n, ojo, y son geniales). Para continuar, porque el despliegue audiovisual es de lo m¨¢s colorido e imaginativo. La producci¨®n ha tirado la casa por la ventana e igual que os decimos que hay cosas que saltan, tambi¨¦n os aseguramos que hay sets que ya quisieran para s¨ª muchas series y pel¨ªculas, o peleas y secuencias de coreograf¨ªas maravillosas y espectaculares.
Y para acabar, porque los cambios en la trama y el devenir de los acontecimientos han estado supervisados en todo momento por el autor original. ¡°He hecho muy pocas concesiones¡±, declar¨® Eiichiro Oda en su d¨ªa. El mangaka ha presionado y metido mano cuando ha tenido que hacerlo y no ha dado luz verde a la serie hasta no que no ha estado satisfecho. Pero a¨²n as¨ª, tambi¨¦n ha entendido que algunas modificaciones iban a favor de la historia y ha tenido una mente abierta:
¡°Despu¨¦s del estreno, estoy seguro de que habr¨¢ quien diga que no aparece tal personaje o que han quitado tal escena o que tal cosa no coincide con el manga¡±, confesaba Oda en una carta a los fans. ¡°Pero s¨¦ que lo dir¨¢n desde su pasi¨®n por la obra original, as¨ª que tambi¨¦n voy a tener en cuenta esos comentarios. Pero yo a estas alturas admiro much¨ªsimo al equipo de producci¨®n y al reparto y estoy deseando que reconozcan su talento en todo el mundo como se merecen. Y si llega alguna cr¨ªtica, estar¨¦ con ellos para encajarla juntos¡±.
Por tanto, a¨²n admitiendo el escepticismo del que part¨ªamos y aceptando que tiene cosas mejorables, la serie de One Piece nos ha dejado con una sonrisa en la cara y con la sensaci¨®n de que, por primera vez en ni sabemos cu¨¢nto, no hemos sentido verg¨¹enza viendo una adaptaci¨®n de un manga o anime. Tampoco hemos devorado sus cap¨ªtulos por el morbo de ver nuevas monstruosidades en forma de CGI, ni por echar unas risas con las actuaciones, ni por saber c¨®mo destrozaban nuestros momentos preferidos de la obra original. Esta vez ha sido por puro deleite, porque el esp¨ªritu general de la obra nos ha hecho sentir como en casa. Los fans de One Piece van a disfrutarla de lo lindo y har¨¢n hasta algo inaudito en estos casos: la compartir¨¢n con quienes no lo sean. Porque nunca es tarde para subirse al Going Merry.