Cr¨ªtica de Creed III, Adonis sale airoso de su traici¨®n a Rocky
Michael B. Jordan vuelve a subirse al ring con una nueva entrega de Creed en la que debuta como director y rompe con Sylvester Stallone y Rocky.

Encar¨¢bamos Creed III con los guantes en alto, en guardia, dispuestos a no permitir que la pel¨ªcula nos arrancara ni una ef¨ªmera sonrisa. No tras lo acontecido con Sylvester Stallone. Los problemas entre el actor y los productores de la saga vienen de lejos, pero es la primera vez que llegan a un punto de no retorno. Despu¨¦s de ocho pel¨ªculas, Rocky desaparece de la franquicia y lo hace sin menci¨®n alguna y sin explicaciones. No se pierde ni un segundo de metraje con el tema. Hacen como si nunca hubiera existido. Y duele. Creed III se sube al ring sin el Semental Italiano y sospech¨¢bamos que acabar¨ªa como acostumbra a pasar en este tipo de cintas cuando un p¨²gil deja a su entrenador de siempre para irse con otro. Pero no. Por suerte o por desgracia, esta vez el resultado ha sido diferente.
Porque por mucho que uno se resista, los encantos de Creed III son innegables. Puedes aguantar m¨¢s o menos asaltos, pero acabas tirando la toalla. Por un lado tenemos a Tessa Thompshon y Michael B. Jordan dando muestra una vez m¨¢s de su talento actoral. Este ¨²ltimo hasta se lanza al vac¨ªo y dirige y act¨²a a la vez (es su debut como director). Por otro encontramos a un brillante Jonathan Majors, quien viene de ser lo mejor de Ant-Man y la Avispa: Quantuman¨ªa en su papel de Kang el Conquistador, el sucesor de Thanos, y quien vuelve a estar excelso (este 2023 va a marcar un antes y un despu¨¦s en su carrera). Y al frente de todo, Ryan Coogler, guionista responsable de las dos pel¨ªculas anteriores de Creed. Una pluma que se toma su tiempo para construir y encajar las piezas, impidiendo que la cosa descarrile.
As¨ª pues, al margen del golpe ilegal a Rocky, la saga no ha sido descalificada por el ¨¢rbitro. No est¨¢ herida de muerte y vista para sentencia, sino preparada para una cuarta entrega. Creed III vuelve a ser un espect¨¢culo digno de verse en pantalla grande, uno que atrapa de principio a fin y en el que muchos os sentir¨¦is como en casa. Tiene todo cuanto cabr¨ªa esperar de ella. Combates que no van como se esperaba, un entrenamiento expr¨¦s que cansa s¨®lo con verlo, frases para despu¨¦s motivarnos en el gimnasio, complicaciones familiares, reencuentros con personajes ic¨®nicos de anteriores, el tema Gonna Fly Now...
Menci¨®n especial merece el antagonista de esta entrega. Una figura del pasado de Adonis cuya volatilidad intimida y que opta por ser todo lo opuesto a figuras como Drago. No es un monolito que ni siente ni padece, sino alguien inteligente y presa de su furia. Construido con calma, acaba resultando una figura que recuerda a la del Rocky original, a la de aquel an¨®nimo que ret¨® a Apollo, pero con una diferencia clave: ahora lo vemos todo desde el punto de vista del campe¨®n, no del aspirante. Muy curioso.
Una selecci¨®n musical de altura, el ya repetido, pero convincente mensaje sobre c¨®mo somos todos nuestro peor enemigo y sobre c¨®mo debemos dominar el pasado y nuestros sentimientos.... Es dif¨ªcil no salir satisfecho del cine, pero no menos cierto es que cuando el refer¨ª nos levanta el brazo y escuchamos al p¨²blico prorrumpir en aplausos y rugir, nosotros no empezamos a gritar ¡°?Adriaaan!¡±, sino ¡°?Rockyyy!¡±. Porque es imposible no echarle de menos y pensar que quiz¨¢s ¨¦l hubiera dotado a Creed III de esa pizca de emoci¨®n y originalidad que le faltan a la obra para ir un pasito m¨¢s all¨¢. Porque como dice cierta l¨ªnea de di¨¢logo de la pel¨ªcula, campeones hay muchos, pero recordados s¨®lo unos pocos.