Batman - Un mal d¨ªa: El acertijo, un c¨®mic llamado a convertirse en un cl¨¢sico

En ¡®La broma asesina¡¯ Alan Moore desarrollaba la idea de que la diferencia moral entre h¨¦roes y villanos era tan fina que un mal d¨ªa pod¨ªa empujar a un personaje a un lado o a otro. Con esa premisa ECC Ediciones presenta una nueva colecci¨®n de Batman, Un mal d¨ªa, en la que se desarrollan historias autoconclusivas en las que se ahonda en los motivos que llevaron a los m¨²ltiples antagonistas de Bruce Wayne a convertirse en los monstruos que son.

Los encargados de levantar el tel¨®n han sido Tom King y Mitch Gerards, con una historia sobre El Acertijo que tiene todos los ingredientes para convertirse en un cl¨¢sico del g¨¦nero: un guion descomunal y un apartado gr¨¢fico para quitarse el sombrero.

El Acertijo

Edward Nygma, m¨¢s conocido como El Acertijo o Enigma, es uno de esos villanos que han tenido apariciones recurrentes en el universo Batman, pero sin llegar nunca a rivalizar con personajes como El Joker, Ping¨¹ino, Bane, Ra?s al Ghul, Espantap¨¢jaros o Dos caras. Creado por Bill Finger y Dick Sprang en 1948 para Detective Comics (#140) su principal caracter¨ªstica es dejar pistas (adivinanzas) que conduzcan a su detenci¨®n, sus enfrentamientos con Batman han sido m¨¢s intelectuales que f¨ªsicos y siempre se le hab¨ªa dotado de una vena c¨®mica que suavizaba sus cr¨ªmenes.

Un psic¨®pata que da miedo

Tom King le da la vuelta por completo al personaje y lo convierte en un psic¨®pata a la altura del mismo Joker, hay en el personaje una clara inspiraci¨®n en villanos del cine como Hannibal Lecter o John Doe (Seven) con una capacidad para la violencia que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo f¨ªsico.

La historia se desarrolla en dos planos temporales que ayudan a encajar las piezas del rompecabezas que El Acertijo le plantea a Batman: la muerte de un padre de familia que no tiene conexiones con los protagonistas ni un secreto que esconder. Un asesinato aleatorio al que Wayne debe hallar sentido.

Una infancia complicada

King se mueve con maestr¨ªa en los sentimientos que convirtieron al joven Edward en un psic¨®pata, llegando el lector a comprender la raz¨®n de la ausencia de empat¨ªa hacia sus semejantes. En el presente mantiene un pulso con Batman muy similar al que tuvo el Joker en ¡®The Kiiling Joke¡¯, de hecho, los paralelismos entre ambas obras son tantos que es imposible que sean una coincidencia: extensi¨®n, disposici¨®n de las vi?etas, ritmo narrativo¡­ Que se pueda establecer una comparaci¨®n entre ambas habla del excelso trabajo realizado.

Visualmente impactante

A cargo de los l¨¢pices se encuentra Mitch Gerards, uno de los mejores dibujantes del panorama actual como ya demostr¨® en El sheriff de Babilonia o Mister Miracle. En Un mal d¨ªa firma el que probablemente sea su mejor trabajo, su estilo realista, su uso del color para mostrar emociones y su dominio de la estructura de la p¨¢gina alcanza aqu¨ª cotas pocas veces vistas. Como ilustrador profesional que fue comprende perfectamente el uso y la potencia de los encuadres, los tama?os y hasta los blancos de la p¨¢gina. Mitch lleva al lector de un punto a otro del relato al ritmo que ¨¦l quiere, ralentizando la historia cuando esta necesita pausa o a?adiendo vi?etas en negro que invitan a que el lector rellene con su imaginaci¨®n ese vac¨ªo. Al igual que en El sheriff de Babilonia el uso del color va m¨¢s all¨¢ de ser un recurso est¨¦tico para convertirse en un nexo de comunicaci¨®n de sentimientos con el lector.

Otro de los grandes aciertos de la obra es que a pesar de que hay mucho texto no interfiere en el dibujo, ambos se complementan de una manera perfecta en una simbiosis que hace avanzar el relato hacia zonas muy oscuras que por momentos remiten al ¡®Coraz¨®n de las tinieblas¡¯ de Conrad.

Conclusi¨®n

Estamos ante uno de los mejores relatos de Batman en los ¨²ltimos a?os, probablemente entre los diez mejores del vigilante. Pasar¨¢ el tiempo y se hablar¨¢ de este c¨®mic como ahora se hace de otros grandes que se han convertido en leyendas. As¨ª que no hay excusa para no acercarse a uno de las mejores parejas creativas del momento.

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