Un espa?ol en el Summer Game Fest 2024: el sabio Se?or Wo y un solar convertido en el escenario de Geoff

Ya en anteriores episodios de esta columna diaria os contaba las an¨¦cdotas que puedes ir teniendo al pedir un Uber en la ciudad de Los ?ngeles, pero el esp¨¦cimen de hoy destaca por encima de todos. El Se?or Wo dirige su Toyota Prius con la misma fuerza de decisi¨®n que le llev¨® a perseguir el sue?o americano hace 30 a?os desde Corea del Sur. Es un tipo que se las sabe todas, que va sin filtros y no duda en descojonarse de su cliente si as¨ª lo siente.

Yo y dos compa?eros de profesi¨®n nos sentamos en su morada de cuatro ruedas. Comienza el chequeo habitual al ver a tres espa?oles poner su trasero en su Uber. Sale la pregunta estrella de cada viaje: ¡°?A qu¨¦ os dedic¨¢is?¡±. Decimos que somos periodistas dedicados al videojuego. Pero algo no le encaja al Se?or Wo. ¡°?Periodistas?¡±, pregunta con una mueca de sorpresa. La cuesti¨®n se repite hasta tres veces, cuando con asombro mira por el retrovisor a mi amigo. ¡°?Periodistas? T¨² no pareces un periodista, jajaja. Pareces un hippie¡±, suelta con un acento que mezcla ingl¨¦s, carcajadas dignas del ¡®Gangnam Style¡¯ y palabros t¨ªpicos de M¨¦xico. Le acaba de soltar a su cliente que parece un hippie, se descojona en su cara y prosigue el callejeo por el Downtown como Fernando Alonso saliendo de un parking. Le da igual todo y lo demuestra con hechos.

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Porque al Se?or Wo tambi¨¦n le interesa la historia de Espa?a, y mucho. Se conoce al dedillo el viaje de Col¨®n, de c¨®mo el Imperio cay¨® y ahora ¡°no tenemos nada¡±. Tambi¨¦n aprovecha para demostrar su dominio de la lengua espa?ola, de la que dice va ¡°aprendiendo¡± de tanto y tanto gracias a sus ¡°compas¡± mejicanos. En 30 a?os ya sabe decir ¡°pendejo, ¨®rale, compa y ching¨®n¡±. A este ritmo pronto desbancar¨¢ a Reverte de su sill¨®n en la RAE. Y en absoluto entres a preguntar si la gasolina est¨¢ muy cara en Estados Unidos: disparar¨¢ su cat¨¢logo de improperios contra quienes manejan los hilos del mundo. Eso s¨ª, ahora en (casi) perfecto ingl¨¦s.

El recorrido termina en el descampado de los alrededores del Sofi Stadium, el enorme emplazamiento en tierra de nadie donde tambi¨¦n se encuentra el YouTube Theater. Llegamos una hora y media de antelaci¨®n a la apertura de puertas. A lo lejos se avista una peque?a fila que poco a poco se va llenando. Las camisetas de Super Mario y el merchandising digno de una feria ca?¨ª nos advert¨ªan de que est¨¢bamos en el lugar adecuado. No sabemos si en el momento adecuado, porque en el transcurso de media hora al menos tres responsables del Summer Game Fest nos hicieron cambiar de fila.

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Llegamos al borde de la entrada y seguimos, c¨®mo no, la se?al que indicaba el acceso a ¡®Media¡¯. La fila la llen¨¢bamos seis personas, frente a las m¨¢s de 100 de la cola normal. Pregunt¨¦ dos veces a los compa?eros de Geoff y todos aseguraban que est¨¢bamos en la correcta. Una hora de bochorno en pleno desierto edificado de California a la que tenemos que dar gracias a las nubes por formar un parapeto contra el sol angelino. Horroroso. Pero el ¡®shitshow¡¯, como lo calificaba la que parec¨ªa responsable de seguridad del teatro, comenz¨® en el momento del acceso.

Gente a la que le aceptaron entrar con port¨¢til y mochila estuvo hasta el ¨²ltimo minuto pensando que no acceder¨ªan al recinto. Solo hasta que el jefe del jefe del jefe apareci¨® se solucion¨® todo... de un modo bastante torticero: todos para dentro si ten¨ªan ticket. Tras todo el proceso ya realizado me dirig¨ª hasta la secci¨®n en la que se encontraba mi butaca. Mi sorpresa fue que al borde de comenzar el evento se pod¨ªa ver que apenas se llegaba a media entrada de su capacidad. Las gradas superiores estaban completamente vac¨ªas, y las inferiores mostraban muchos puntos en blanco. Incluso en las butacas a mi lado no hab¨ªa nadie. Pod¨ªa contar a seis personas en alrededor de 15 sillones, aproximadamente.

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El evento fue lo que fue. Aparte del contenido, verlo como espectador all¨ª es una aut¨¦ntica pasada. El sonido del YouTube Theater era acojonante, y el escenario te envolv¨ªa con todo el juego de pantalla y luces. Vivirlo aqu¨ª, en directo, es otro nivel respecto a hacerlo desde tu casa. El problema de vivirlo in situ es el antes y despu¨¦s. Lo que vino tras el cerrojazo fueron apenas 20 minutos para pedir un burrito y botella de agua a 27 d¨®lares el men¨² (m¨¢s taxes, recu¨¦rdalo siempre en Los ?ngeles) en uno de los dos foodtrucks desplegados. Por alguna raz¨®n la seguridad del recinto ten¨ªa muchas ganas de disolvernos.

Otros cap¨ªtulos de ¡®Un espa?ol en el Summer Game Fest 2024¡ä

Geoff, si por alg¨²n casual esta columna se cruza en tu feed de X, recuerda que para el pr¨®ximo a?o cuides un poco m¨¢s a la gente que acude a tu escenario en el sur profundo de Los ?ngeles.