Opini車n
Si de verdad te gustan los videojuegos no deber赤as comprar repros
Las repros son uno de los grandes males de la compraventa de videojuegos retro y no tan antiguos, pese a que muchos sigan pensando que ※no hacen da?o a nadie§.
Las redes sociales, y m芍s concretamente Twitter 〞me niego a llamarlo ※X§〞 est芍n repletos de temas c赤clicos que nos tienen corriendo en c赤rculos. El que tenemos entre manos ahora toca tangencialmente la no tan balad赤 cuesti車n de la preservaci車n de los videojuegos: las repros. Aunque estas falsificaciones 〞son esto, sin rodeos〞 pululan por todo el mundo desde hace mucho, con la irrupci車n de internet y las plataformas de compraventa de segunda mano est芍n viviendo una nueva edad de oro.
Las repros solo valen el material que usan para su creaci車n, y a veces ni eso
Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes: ?qu谷 es una repro? Como su propio nombre sugiere, es un diminutivo de reproducci車n. Es decir, una repro es una copia no oficial de un videojuego, cuyo grado de fidelidad con respecto a su equivalente original difiere seg迆n el fabricante. O lo que es lo mismo: es una falsificaci車n. Ni m芍s, ni menos.
El tema de marras ha vuelto a salir a la palestra porque el creador de contenido Spinecard ha criticado la posesi車n de repros por parte del influencer Dan Chaos/Puerta al S車tano en uno de sus 迆ltimos v赤deos:
Y es que, aunque efectivamente cada uno tiene la libertad de gastarse su dinero en lo que quiere 〞o puede〞, la compra de repros representa un problema real, y bien gordo. Y aqu赤 no se trata ni de defender a unos ni de vilipendiar a otros. A迆n siendo esto una columna de opini車n, voy a enumerar varios hechos a continuaci車n:
A Spinecard se le ha criticado en Twitter porque, supuestamente, que se compren repros ※tumba su chiringuito de especulador§, y este ser赤a, a su vez, el motivo de su cr赤tica y del v赤deo en cuesti車n. Es un argumento rid赤culo que no podr赤a estar m芍s equivocado. Para empezar, la existencia de estas falsificaciones no afecta en absoluto al precio de los juegos originales. Es un mercado paralelo.
El quid real de la cuesti車n es el tercer punto que enumero m芍s arriba. Comprar repros 〞es decir, que haya demanda〞 a su vez aumenta la oferta, y este mercado paralelo de falsificaciones inevitablemente permea con el mercado de videojuegos originales. ?El resultado? Una intranquilidad tremenda para cualquier persona que simplemente quiera comprar juegos originales.
Y es que la existencia de este mercado paralelo ha hecho que proliferen los perfiles que venden repros sin saberlo porque se desprenden de colecciones enteras, o los que directamente lo saben y solo buscan estafar porque por motivos obvios una falsificaci車n vale menos que el original y el beneficio potencial es muy grande. A esto hay que sumar la permisividad de las propias plataformas, que dejan que Perico el estraperlista tenga un cat芍logo a todo color de todo tipo de falsificaciones con total libertad e impunidad mientras que a ti te amonestan por subir anuncios duplicados sin querer.
Comprar repros es una soberana estupidez en tanto que no est芍s ayudando a preservar los videojuegos ni est芍s evitando que otros especulen con ellos; lo 迆nico que haces es pon谷rselo dif赤cil a todos los que simplemente queremos comprar material original. Si de verdad quieres jugar al juego en cuesti車n, tienes mil y una formas 〞legales o no〞 de hacerlo. Claro que, lo que se suele buscar adquiriendo este tipo de productos es simplemente su valor est谷tico o el estatus social que da en determinados c赤rculos aparentar haberse dejado una morterada en un juego retro muy cotizado. Lo mismo que las se?oronas de turno con sus Louis Vuitton de imitaci車n.
Especulaci車n haberla hayla, pero la forma de combatirla no es comprando chapapote, sino teniendo paciencia y sabiendo d車nde y c車mo buscar. Tambi谷n cabe destacar que es bastante inocente haber empezado en el coleccionismo de videojuegos antiguos hace dos d赤as y pretender tener los Santos Griales de cada sistema por veinte euros, completos, y en estado pr芍cticamente de f芍brica.
Y esto por no hablar de que dedicarse a la creaci車n de este tipo de ※productos§ es, efectivamente, una bomba de relojer赤a que puede estallar en los morros a cualquier implicado por algo tan simple como que se est芍n lucrando con marcas registradas y propiedades intelectuales ajenas sin el permiso expreso de sus respectivos due?os. Tenemos el caso reciente de Yuzu, el emulador de Nintendo Switch cuyos responsables han salido tan mal parados que el menor de los males ha sido aceptar un acuerdo extrajudicial y pagar a Nintendo la friolera de 2.400.000 d車lares.
Desde mi humilde punto de vista, solo hay dos supuestos en los que el uso o adquisici車n de las repros tienen justificaci車n 谷tica. El primero de ellos es la utilizaci車n propia. Al fin y al cabo, si manufacturamos nosotros mismos una caja, un manual, un cartucho o cualquier otro componente de un videojuego para sustituir uno que se nos perdi車 o rompi車, no hacemos da?o a nadie.
El segundo ser赤a la labor de documentaci車n, y aqu赤 entono el mea culpa. He pagado por repros por aquello de que hay que tener a tus amigos cerca, pero a tus enemigos a迆n m芍s cerca. Tener alguna repro a mano nos puede venir muy bien como compradores y coleccionistas de videojuegos precisamente para evitar que nos las den con queso, comparar, y detectar discrepancias y parecidos entre un supuesto producto real y la falsificaci車n que tenemos delante.
Resumiendo: los videojuegos retro no son caros. Cuestan lo que cada uno est谷 dispuesto a pagar por ellos. Y aqu赤 hago un llamamiento a la cordura y a las compras responsables; os adelanto que ni los CDs de Sega Saturn ni los cartuchos de NES forman parte de una dieta equilibrada. Si quieres jugar a aquel juego de tu infancia original y a buen precio siempre hay alternativas como comprar el cartucho o el disco suelto. Pero claro, no quedan tan bien en la estanter赤a ni en nuestro feed de Instagram.