Opini車n
Por otros 25 a?os de videojuegos
Una reflexi車n personal sobre un cuarto de siglo de cobertura en la industria.
Llego a la oficina despu谷s de unas semanas fuera por baja de paternidad y trato de arrancar tanto el ordenador como mi propia mente, buscando los viejos instintos de un d赤a a d赤a que se ha vuelto muy diferente. Tener un hijo te cambia la vida, topicazo donde los haya que no deja de ser cierto por ello. Tener un segundo (una segunda en este caso), es elevar el cambio al cuadrado, quiz芍s m芍s. A mis casi 45 a?os, con dos beb谷s en casa, se me presenta la tentaci車n de la retrospectiva vital en cada rinc車n, como si hubiera llegado a uno de esos puntos de guardado acompa?ado de alg迆n vendedor bien a mano, esos que apuntaban sin decirlo a que algo peligroso estaba a punto de llegar, y que m芍s val赤a que estuvieras preparado.
Hay tambi谷n un doble motivo que me empuja a la introspecci車n, uno de esos n迆meros redondos que invitan a reportajes laudatorios. Se cumplen, m芍s o menos, 25 a?os desde mi entrada en MeriStation y mi paso de aficionado a ※profesional§. En aquel entonces, la p芍gina ten赤a un formulario en el que pod赤as presentar tu candidatura a colaborar y, sin mucha fe, se me ocurri車 que pod赤a dejar de escribir ladrillos en los foros online de Micromania y tratar de hacer algo m芍s productivo. Para mi sorpresa, a finales de 1999 recib赤 mi confirmaci車n para unirme al nutrido grupo de voluntarios que participaban en la revista online, y en los primeros meses del 2000 consegu赤a publicar mis primeros textos.
Fue una 谷poca tremendamente apasionante para estar ※dentro§ del sector. Llegaba un cambio de generaci車n muy potente con nuevas m芍quinas como Dreamcast y PS2. Mientras, la tecnolog赤a 3D avanzaba a pasos agigantados en PC gracias a tarjetas dedicadas cada vez m芍s sofisticadas. Adem芍s, el alba del nuevo mundo online permit赤a vivir la actualidad a ritmo trepidante, diario, en contraste con lo que ven赤a siendo el ritmo mensual en el que se mov赤an las revistas especializadas en papel. Ese aumento de la oferta y demanda de contenido e informaci車n es el que nos abri車 las puertas a muchos a buscar convertir esto en una profesi車n (tambi谷n, todo hay que decirlo, precariz車 todo el sector, acostumbrando al lector a no pagar por un contenido que, por otro lado, se hac赤a casi voluntariamente por redactores entusiastas, felices como 谷ramos de escribir a cambio del privilegio de poder hacerlo y llevarnos alg迆n juego para analizar de tanto en cuando).
Desde entonces no he dejado de estar en MeriStation, aunque tambi谷n pude participar en distintas cabeceras de papel, particularmente PC Juegos y Jugadores, buscando justificar como freelance el abandono de una carrera universitaria y el rid赤culo n迆mero de horas diarias trabajando en pos de convertir una pasi車n en una profesi車n. Pienso en el futuro de mis hijos, y espero sinceramente que sean m芍s inteligentes que su padre a este respecto, o al menos m芍s pragm芍ticos. Tambi谷n debo decir que no me arrepiento de nada. Recuerdo v赤vidamente y con inmenso cari?o momentos como cubrir desde un cibercaf谷 cutre en la playa el Spaceworld donde Nintendo present車 Game Boy Advance, montando entusiasmado la noticia de las especificaciones y sus primeros juegos; mi primer viaje a Tokio para cubrir el Tokyo Game Show en lo que fue un sue?o hecho realidad en m芍s de un sentido pese a que casi pierdo mi avi車n de vuelta; o ese momento inolvidable de subir las escaleras mec芍nicas del Convention Center de Los Angeles para poner por primera vez el pie en un E3. He tenido a Shigeru Miyamoto a pocos metros de m赤 dando espadazos en el aire a ritmo de la banda sonora de Conan para presentar el Zelda que acabar赤a siendo Twilight Princess, as赤 como otros momentos 谷picos de presentaciones de consolas y anuncios espectaculares ofrecidos en vivo y en directo. Y tambi谷n he sentido la tremenda emoci車n de jugar antes de lanzamiento a proyectos muy especiales y esperados, as赤 como el v谷rtigo de tratar de presentar mis opiniones sobre ellos de la forma m芍s cuidada posible, respetando la historia de la revista y a sus lectores.
25 a?os dan para mucho, y no voy a decir que todo ha sido bueno, pero si la palabra que queda es ※agradecimiento§, no puedo decir que no haya merecido la pena. Agradecimiento y ganas de ver qu谷 deparan los pr車ximos 25 a?os, aunque ahora vivamos en un mundo muy distinto. Ya no hay E3, ni parece que vaya a volver en un futuro cercano; las transiciones entre generaciones de consolas han dejado de ser tan espectaculares como lo fueron en anta?o; y ahora tenemos m芍s juegos que nunca, tanto que se ha vuelto una odisea seguir los lanzamientos semanales (o incluso seleccionar a qu谷 jugar entre librer赤as que suman cientos de nombres a poco que se te vaya un poco la mano con ofertas y suscripciones). Pero todas las 谷pocas han tenido sus momentos malos y buenos, tendencias m芍s o menos queridas o fastidiosas, y sus propias dificultades para separar el grano de la paja. La misi車n sigue siendo la misma: contribuir a que nuestro p迆blico disfrute del videojuego (y, ahora que somos una p芍gina de entretenimiento, tambi谷n a otros medios como el cine, el c車mic, las series o el anime, aunque siendo esta una columna personal, espero que se disculpe que la cabra tire al monte).
Miro todo lo que he vivido, como profesional y como aficionado del videojuego, y pienso en qu谷 me gustar赤a encontrar en las siguientes d谷cadas. En a?os pasados viv赤a con mucho entusiasmo cualquier atisbo de crecimiento del sector, ya fuera comercial o en prestigio. Yo y muchos otros nos golpe芍bamos el pecho se?alando que 谷ramos un sector m芍s potente que la m迆sica, o incluso el cine. Pero, francamente, a mi edad y habiendo visto lo que he visto, lo del crecimiento y el status empieza a aburrirme. Por supuesto que quiero que llegue Grand Theft Auto 6, que venda trillones y que el mundo est谷 meses hablando de 谷l, algo que siempre es motivo de orgullo. Y sigo queriendo ver juegos que desaf赤en el techo gr芍fico tecnol車gico, aunque parece que cada vez resulta m芍s complicado en el actual paradigma. Pero tambi谷n noto que voy prefiriendo probar c車modamente una buena variedad de experiencias distintivas realizadas por equipos relativamente modestos que saben lo que quieren hacer, m芍s que estar constantemente persiguiendo el nuevo superventas rompedor. Me da una gran alegr赤a comprobar que t赤tulos de gr芍ficos y medios muy modestos como Caves of Qud siguen sumergi谷ndome en la magia que me enamor車 de los videojuegos hace tantos a?os: la m赤stica de un nuevo mundo, el inter谷s constante del viaje y el reto de superar las dificultades de la forma m芍s atractiva e interesante para m赤.
Y aunque el sector del videojuego implosionara en los pr車ximos a?os (cosa que dif赤cilmente pasar芍), lo cierto es que podr赤a estar otro cuarto de siglo f芍cilmente explorando todos esos videojuegos que no pude probar en su d赤a. As赤 que, incluso en el peor de los casos, espero tener todav赤a mucho que decir y escribir sobre este mundillo al que tantos desvelos y cari?o dedico y sigo dedicando. Mientras, s車lo me queda dar las gracias de coraz車n por este tiempo vivido a todos los que han compartido este viaje conmigo, y brindar con el deseo de escribir otra columna como esta en el futuro.
Nos vemos (con algo de suerte) en el 2050.