Sobre el tiempo
Nos vemos ma?ana, ?vale?
Cuando eres joven valoras muchos factores. Dinero, proyecci¨®n, oportunidades. Cuando creces entiendes que nada es m¨¢s importante que el tiempo.
![Majora's Mask](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/NW33WQVO7JDJ5PHB4C7OG7IJII.jpg?auth=13ca69846979d18edd233acea5fe94ff537dc5db7824da4ac59b4b7df8aa5a3c&width=360&height=203&smart=true)
The Legend of Zelda: Majora¡¯s Mask es un juego duro para el joven de 16 a?os que lo descubri¨® en el a?o 2000, pero es un juego extremadamente cruel para el hombre que lo vuelve a encender 23 a?os despu¨¦s. Para el primero, lo dif¨ªcil recae en la mec¨¢nica propia del t¨ªtulo, que te obliga a retroceder en el tiempo para evitar que la luna caiga y destruya el mundo tal y como lo conocemos. Cada vez que retrocedes, reinicias la partida perdiendo objetos, algunos avances que hayas hecho e incluso las conversaciones con ciertos personajes. Es un juego dif¨ªcil y exigente por definici¨®n.
Pero para el segundo, el que ha dejado de ser ni?o y se acerca a los 40, es un juego cruel. Porque el mensaje es implacable y porque, casi sin querer, te pone en la piel de cualquier ciudadano de Ciudad Reloj mientras aleja tu mirada de Link, el protagonista que controlas. Majora¡¯s Mask gira alrededor de la idea que una luna con cara terror¨ªfica se acerca impasible hacia la tierra, llegando a destruirla pasados tres d¨ªas. Y el mensaje es tan simple como imparable.
Los habitantes de Ciudad Reloj est¨¢n preparando la gran fiesta del pueblo y cada uno tiene sus preocupaciones y sus rutinas. Que una luna con cara de pocos amigos est¨¦ a lo lejos les interesa nada y menos. Al d¨ªa siguiente, la luna est¨¢ m¨¢s cerca, pero todo el mundo sigue haciendo lo mismo. Lo que estaba previsto. Lo que le toca. Cuando la luna est¨¢ tan cerca que es inevitable no mirarla, las cosas cambian. Algunos entran en p¨¢nico. Otros se arrepienten de aquello que no pudieron hacer. Los hay que, simplemente, se resignan.
Decir que la luna de Majora¡¯s Mask es una met¨¢fora del tiempo es casi de primaria, porque es evidente que representa el contador que se le agota al jugador antes de que termine sus tareas, reinicie el ciclo y pueda seguir con otras hasta llegar al final. Pero no me refiero a su realidad como videojuego, sino al mensaje subyacente. La luna representa un tiempo intransigente que siempre avanza en una sola direcci¨®n, y al que no hacemos caso hasta que es demasiado tarde. La rutina nos engulle, y cuando llega el momento, nos pasa como a los personajes de Ciudad Reloj, que no tenemos la capacidad de volver atr¨¢s como hace Link.
![](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/S5O2TS4LBNPPDLPKQHEV43PJZ4.jpg?auth=94949ed71d0d70782a1ba06b396ad2af365497234d5a7430ffacfa87b3be8a5e&width=360)
Cuando eres joven, el tiempo no es prioritario. Es aquello que le recortas a las horas de sue?o porque puedes con todo y m¨¢s. Lo que valoras son otras cosas. Cuando creces, entiendes que es lo ¨²nico importante. Entiendes que el tiempo tiene un coste: lo que dediques a una cosa, estar¨¢s quit¨¢ndosela a otra.
Hablo de esto porque hace ya demasiado que siento que el tiempo me sobrepasa. Que mi manera de ser y de hacer supone invertir m¨¢s de lo que deber¨ªa a costa de mi entorno m¨¢s cercano. Que el periodista que sali¨® de la facultad con el mensaje de que esta profesi¨®n no tiene horario ni calendario sigue creyendo que es as¨ª, pero siente que no debe serlo. Y que es el momento de dar un paso al lado y decir adi¨®s al tiempo invertido en esta casa: m¨¢s de 15 a?os desde el primer art¨ªculo publicado y m¨¢s de 6 como uno de los coordinadores de la revista.
Una ¨¦poca repleta de momentos inolvidables, aciertos para estar orgullosos y errores de bulto. An¨¢lisis, viajes, entrevistas y decenas de compa?eros maravillosos que han ido y venido por el camino. Un trabajo es un trabajo, pero por momentos este ha sido el mejor trabajo del mundo.
Volviendo a Majora¡¯s Mask. En el Rancho Romani, cuando llega el tercer d¨ªa y todo est¨¢ perdido, la hermana mayor (Cremia) le deja beber leche de vaca a la hermana peque?a Romani, a la que nunca le dejaba hasta que fuese mayor. Cremia sabe que el mundo se acaba, as¨ª que se lo permite por primera vez, pidi¨¦ndole, eso s¨ª, dormir abrazadas esa noche. Cremia no puede volver atr¨¢s como hace el jugador, porque a Cremia le pasa lo mismo que a nosotros, que ya somos conscientes del inexorable paso del tiempo. Cuando se van a la cama, le dice a Link algo como: Nos vemos ma?ana¡ ?vale? Consciente que ma?ana ya no estar¨¢.
Lo m¨ªo no tiene este trasfondo dram¨¢tico, porque como dec¨ªa, un trabajo es un trabajo (aunque la vocaci¨®n, el hobby y los amigos hechos por el camino lo convierten en algo m¨¢s, indudablemente), pero ahora me toca a m¨ª decir que s¨ª, que ma?ana nos vemos. Aunque s¨¦ que ya no estar¨¦ como miembro de MeriStation, sino como un nuevo y simple fiel lector m¨¢s.