¡®Olor a hormiga¡¯, una novela sin filtros sobre la vejez

¡®Olor a hormiga¡¯ (Reservoir Books, 2024) es una novela que rompe moldes y pone negro sobre blanco algo a lo que todos aspiramos a llegar felizmente y de la mejor forma posible, pero que muchos lo hacen de una forma cruel y tenebrosa: la vejez.

Sus p¨¢ginas acongojan y toda aquella persona que se anime a leerlas se encontrar¨¢ con pasajes que resultan altamente inc¨®modos. La debutante autora catalana presume de prosa, y con una pluma magn¨ªficamente cruel, nos demuestra una gran valent¨ªa a la hora de describir la historia de Olvido, una anciana para la que salir a la calle ya no tiene sentido y que se limita a esperar a que el tiempo se encapriche con ella mientras pinta en el libro para colorear o discute con su gato.

Toda la novela est¨¢ escrita con un estilo que se mueve entre la primera persona y el soliloquio de Olvido, en el que nos presenta su d¨ªa a d¨ªa con su gato y una chica. Este estilo proporciona a la obra una profundidad psicol¨®gica que da lugar a tantos sentimientos, que los lectores pueden llegar a sentirse abrumados. Es m¨¢s, hay ocasiones en la que la lectura se hace ca¨®tica, con un sinf¨ªn de referencias a hormigas, olores, conversaciones con el gato o, incluso, cap¨ªtulos escritos desde el punto de vista del mismo. Todo va adquiriendo tintes de locura en la que el lector se ve absorbido por una mente que divaga entre lo terrenal y lo on¨ªrico.

Una prosa desgarradoramente expl¨ªcita

J¨²lia Per¨® no se anda por las ramas para describir las miserias de la vejez. Y ese es el secreto: la ausencia de filtros para describir el proceso por el que pasa el cuerpo y el alma de todo ser humano que alcanza una cierta edad. ¡°Nos preocupamos de aprender a lidiar con la juventud, pero nadie nos ha ense?ado a cuidar la vejez¡±.

¡®Olor a hormiga¡¯ tiene humanidad y, por lo tanto, sufrimiento. En la novela no hay m¨¢s nombres que el de Olvido; el resto de los personajes son una chica, un gato y z¨¢nganos, muchos z¨¢nganos.

?Merece la pena leer ¡®Olor a hormiga¡¯?

La respuesta es clara. S¨ª, porque ¡®Olor a hormiga¡¯ es un grito de desesperaci¨®n, abandono, incomprensi¨®n, enfermedad y orfandad, pero tambi¨¦n un alegato de amor y a la libertad sexual; un canto al quebrantamiento de tab¨²es que a¨²n hoy, en pleno siglo XXI, persisten en nuestra sociedad.