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Ni Pok¨¦mon ni Yu-Gi-Oh!: el juego de cartas que arrasa en el Jap¨®n rural est¨¢ protagonizado por jubilados y currantes
Ojisan TCG es una iniciativa local que ha revolucionado el municipio de Kawara, en Jap¨®n. Se trata de un divertido juego de cartas con jubilados y se?ores mayores como protagonistas.

Charizard o el Drag¨®n Blanco de Ojos Azules son varias de las criaturas m¨¢s ic¨®nicas de los juegos de cartas coleccionables Pok¨¦mon y Yu-Gi-Oh!, respectivamente. Ambos nacieron en Jap¨®n, y hoy d¨ªa son grandes fen¨®menos globales. Ahora bien, ?y si os dij¨¦semos que existe un juego de cartas japon¨¦s protagonizado no por monstruos ni h¨¦roes de anime, sino por jubilados y hombres mayores con profesiones tan dispares como bombero o funcionario de prisiones? As¨ª naci¨® Ojisan TCG, el nombre no oficial de una iniciativa surgida en Fukuoka para homenajear a sus h¨¦roes locales: se?ores mayores que, por su papel destacado dentro de su comunidad, han quedado inmortalizados como naipes de este curioso y entra?able juego de cartas.
Ojisan TCG: el peculiar y divertido juego de cartas que inmortaliza a jubilados y trabajadores de todo tipo
En la localidad de Kawara, situada en la prefectura rural de Fukuoka, Jap¨®n, los ni?os no solo intercambian cartas de Pikachu o de poderosos monstruos de origen egipcio, sino tambi¨¦n de se?ores mayores de su vecindario. El juego, que no tiene un nombre oficial, ha sido apodado Ojisan TCG, y gira en torno a hombres jubilados que han desempe?ado oficios como jefe de bomberos, maestro de fideos soba o funcionario de prisiones, tal y como revela el medio Tokyo Weekender. Cada carta presenta a uno de estos ¡°ojisan¡± ¡ªt¨¦rmino japon¨¦s para referirse a hombres de mediana edad o mayores¡ª con estad¨ªsticas, habilidades especiales e incluso un tipo elemental como fuego, rayo o agua, al m¨¢s puro estilo de los juegos de cartas cl¨¢sicos.
Aunque naci¨® como una simple colecci¨®n conmemorativa, Ojisan TCG r¨¢pidamente evolucion¨® en un juego competitivo con sus propias reglas gracias al entusiasmo de sus jugadores. Las cartas pueden enfrentarse entre s¨ª en partidas donde gana quien mejor aproveche las habilidades del personaje representado. No se trata de derrotar al oponente mediante el uso de ¡°fuerza bruta¡±, sino de jugar con inteligencia en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de cada ¡°h¨¦roe¡±.
Adem¨¢s, existe un sistema de rareza basado en los m¨¦ritos reales de los protagonistas: quienes m¨¢s contribuyeron a su comunidad tienen m¨¢s posibilidades de que su carta obtenga una versi¨®n shiny, con acabado brillante. Los packs, que se confeccionan a mano, se venden exclusivamente en el centro comunitario de Saidosho y cuestan 100 yenes/0,60€ (paquete 3 cartas) o 500 yenes/3€ (6 cartas con una shiny incluida). Los precios son relativamente asequibles, pero el ¡°truco¡± est¨¢ en que no es un juego manufacturado por una gran empresa que cuente con grandes tiradas o una distribuci¨®n en todo el territorio japon¨¦s, sino una peculiar y divertida iniciativa local.

El proyecto fue ideado por Eri Miyahara, secretaria general del consejo comunitario local, con el objetivo de fortalecer los v¨ªnculos entre generaciones y dar visibilidad a figuras valiosas de la peque?a localidad. Lo que comenz¨® como una idea modesta r¨¢pidamente se convirti¨® en un fen¨®meno viral dado lo inesperado y entra?able de su propuesta. Desde su lanzamiento, la participaci¨®n infantil en actividades locales se ha duplicado: muchos ni?os asisten a eventos solo para conocer a los ¨ªdolos a los que han conocido a trav¨¦s de las cartas y conseguir sus aut¨®grafos. Para los propios protagonistas, el impacto ha sido igualmente sorprendente. Algunos, como el Sr. Fujii, nunca imaginaron que firmar¨ªan cartas o ser¨ªan vistos como ¡°figuras legendarias¡± comparables a Mewtwo, de Pok¨¦mon, o al Mago Oscuro, de Yu-Gi-Oh!.

Con todos estos datos sobre la mesa, se puede afirmar que, efectivamente, Ojisan TCG ha cumplido su meta propuesta al trascender el simple entretenimiento: ha tendido un puente entre generaciones, transformando a los afables ancianos y personas mayores de la comunidad en modelos a seguir para los m¨¢s j¨®venes. En lugar de criaturas de fantas¨ªa, lo que estos ni?os coleccionan son historias reales, admirando el legado y la experiencia de los m¨¢s veteranos del lugar en diversos oficios. Se trata de un afectuoso homenaje, producido de manera artesanal, que demuestra que, a veces, los verdaderos h¨¦roes no llevan capa... sino gafas protectoras, casco o delantal.