MultiVersus hizo historia y ahora ha desaparecido: ?pueden ser los juegos de lucha Free-to-Play?

Multiversus peg¨® muy fuerte en su lanzamiento. La combinaci¨®n de juego de lucha gratuito con un estilo Smash Bros. y personajes muy variados de las licencias de Warner Bros., todo aderezado -hay que decirlo- en un momento en el que la falta de novedades en el g¨¦nero tambi¨¦n ayud¨®. Dijimos que hab¨ªa hecho historia y eso es evidente. El pico de usuarios en Steam no lo iguala ning¨²n otro juego de lucha, multiplicando por tres los datos de Dragon Ball FighterZ y por seis los de Mortal Kombat 11. Pero el tiempo pas¨®, los usuarios fueron cayendo y tras perder el 99% de la base y quedarse por debajo de la media habitual de otros juegos m¨¢s asentados, desde Warner Bros. anunciaron el cierre de la beta para volver ¡°m¨¢s fuertes que nunca¡± en 2024. La noticia fue un ¨²ltimo clavo en el ata¨²d de los -pocos- jugadores que todav¨ªa estaban en liza con el juego.

El hecho de cerrar la beta y que no tuviera continuidad hasta una versi¨®n 1.0 sorprendi¨® a la comunidad, tal vez porque fue tal el pelotazo y las actualizaciones que nadie recordaba o quer¨ªa recordar que era una beta. Pero la decisi¨®n parece que tiene sentido de cara a intentar replantear los motivos del ¨¦xito y, sobre todo, los motivos de haber muerto de ¨¦xito para as¨ª, poder recuperar el impacto perdido.

Su adi¨®s por sorpresa tambi¨¦n dej¨® algunas dudas, como si el Free-to-Play era un buen modelo para los juegos de lucha. En una entrevista con Harada, padre de Tekken, dijo que depend¨ªa del tipo de juego y que su saga no iba a ir nunca hac¨ªa ah¨ª, pero por otro lado Project L de Riot va a adoptar este formato y le ha funcionado con sus anteriores proyectos (desde League of Legends a Valorant). ?El cierre de Multiversus es culpa del modelo o de c¨®mo se ha aplicado el modelo? Seguramente lo segundo.

Cuando se anunci¨® el cierre, me pregunt¨¦ por qu¨¦ si me impact¨® tanto al inicio, dej¨¦ de jugarlo de un d¨ªa para otro. Y fui encontrando respuestas que tal vez no eran definitivas pero que sumadas, dejaban una imagen general del problema. El plantel de personajes, variado y vers¨¢til, no me llamaba demasiado la atenci¨®n salvo alguna novedad concreta. El sistema de combate era divertido y el concepto de batallas a d¨²o estaba bien, pero tampoco cre¨ªa que consiguiese ser m¨¢s festivo y con m¨¢s personalidad que Smash Bros. Y las actualizaciones, al menos en mi caso, no me motivaban demasiado a seguir jugando para desbloquear elementos que, sinceramente, ni f¨² ni fa.

El impacto inicial fue muy bueno. Ser gratuito permiti¨® que lo probase mucha gente. Y de saque, encontrabas alguien que te gustase controlar (Arya, por ejemplo). Pero a la larga, el juego se fue definiendo precisamente por ser una amalgama de propuestas, mec¨¢nicas y recompensas mal definida, y parad¨®jicamente, demasiado difuso para retener a gente procedente de tantos intereses diversos.

Lo que me pas¨® seguramente se ha extrapolado a nivel general. Por su gran variedad de universos, pod¨ªas estar semanas sin nuevo contenido de tu agrado y es evidente, como dice Maximilian Dood en uno de sus v¨ªdeos, que el ¨¦xito sobrepas¨® a Warner Bros., incapaces de mantener el ritmo de actualizaciones y novedades que exig¨ªa un juego y una base de jugadores como la que ten¨ªa en su arranque.

El panorama ahora ha cambiado, porque cuando vuelva, el g¨¦nero se habr¨¢ regenerado con Street Fighter 6, Tekken 8 y el filtrado nuevo Mortal Kombat. Y adem¨¢s, habr¨¢ perdido la confianza de quienes lo alzaron a lo m¨¢s alto hace un a?o. As¨ª que ese plan de retorno deber¨¢ ser todav¨ªa m¨¢s ambicioso y sorprendente. Veremos si lo consigue. Porque asoma otro free-to-play que ese s¨ª pensamos que sabr¨¢ gestionar este modelo: Project L.