La gente sigue sin entender de qu¨¦ va realmente ¡®Starship Troopers¡¯ casi treinta a?os despu¨¦s

Helldivers 2 es uno de los ¨¦xitos multiplataforma de Sony recientes y ha sido lanzado tanto en PC como en PlayStation 5. Sus cifras de jugadores son muy buenas, habiendo superado el r¨¦cord de jugadores simult¨¢neos de otros titanes como GTA V en Steam. El repunte en popularidad de este videojuego lanzado a principios de febrero de 2024 y sus similitudes con ¡®Starship Troopers¡¯ de Paul Verhoeven ha sacado de nuevo a debate de qu¨¦ iba realmente la pel¨ªcula.

¡®Starship Troopers¡¯ era una s¨¢tira sobre los peligros del fascismo y la propaganda militar, pero muchos siguen sin entenderla

Helldivers 2, desarrollado por Arrowhead Game Studios y publicado por Sony Interactive Entertainment, nos mete de lleno en un futuro sat¨ªrico en el que la humanidad se rige por la ¡°democracia gestionada¡± de la S¨²per Tierra. Los jugadores encarnan a los Helldivers, soldados prescindibles que son enviados a luchar y morir para proteger a la humanidad de distintas facciones enemigas. Esta s¨¢tira sobre un futuro hipermilitarizado con tintes fascistas sirvi¨® para que se comparase al primer t¨ªtulo de esta saga con ¡®Starship Troopers¡¯ (1997), la pel¨ªcula de Paul Verhoeven basada parcialmente en la novela hom¨®nima de Robert A. Heinlein y adaptando un guion llamado ¡®Bug Hunt at Outpost Nine¡¯.

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En la pel¨ªcula, Verhoeven tom¨® como base la novela de 1959 y la hizo ¡°suya¡± en tanto que cambi¨® su literalidad pro-militarista y su apolog¨ªa del castigo corporal por elementos sat¨ªricos que pretend¨ªan hacer evidentes los peligros de una sociedad hipermilitarizada y directamente fascista. ¡®Starship Troopers¡¯ de Verhoeven nos presenta un futuro en el que, efectivamente, los nazis han ganado.

¡®Starship Troopers¡¯: as¨ª es el futuro en el que los fascistas han ganado

A los pocos minutos de comenzar, el personaje de Michael Ironside, profesor en un instituto, comenta que ¡°la democracia fue un fracaso¡±, ¡°los cient¨ªficos llevaron al mundo al borde del caos¡± y que ¡°los veteranos tomaron el control imponiendo una estabilidad que se ha mantenido durante generaciones¡±. Todo esto suena a golpe de estado, y el gobierno central parece ser una junta militar, lo cual refuerza esta teor¨ªa.

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En el futuro planteado por la cinta, este fervor militar es tal que toca todos los estratos de la sociedad. Tambi¨¦n hay una distinci¨®n clara entre ¡°civiles¡± y ¡°ciudadanos¡±; la ciudadan¨ªa se obtiene ¨²nica y exclusivamente cumpliendo servicio militar durante un per¨ªodo m¨ªnimo de dos a?os. Aunque el alistamiento es opcional, la ciudadan¨ªa en este universo ficticio otorga derechos b¨¢sicos fundamentales en los pa¨ªses civilizados del mundo actual, como el derecho a voto o el derecho a tener hijos.

Otro de los factores a tener en cuenta del estatus de ¡®Starship Troopers¡¯ como s¨¢tira/parodia es que las escenas que tienen lugar en Buenos Aires (Argentina) tienen mucho de sociedad ut¨®pica. No hay signos de pobreza, problemas con las drogas o indigencia... lo cual podr¨ªa ser ir¨®nicamente signo de que estos indeseables han sido purgados sistem¨¢ticamente como har¨ªa cualquier r¨¦gimen totalitario.

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El enemigo al que la humanidad se enfrenta es una raza alien¨ªgena insectoide a cuyos miembros simplemente se les suele llamar ¡°bichos¡±. Un reduccionismo despectivo que fue utilizado por el r¨¦gimen nazi para referirse al pueblo jud¨ªo, que era comparado con animales e insectos como ratas y cucarachas en discursos y propaganda antisemita. En la pel¨ªcula, la propaganda anima a todo individuo a ¡°cumplir con su deber¡± exterminando a los bichos.

Siguiendo con este punto anterior, que los actores protagonistas como Denise Richards o Casper Van Dien sean atractivos fue una decisi¨®n deliberada para seguir simulando la propaganda nazi. En palabras del propio Verhoeven: ¡°Tomamos elementos prestados de las pel¨ªculas de Riefenstahl. Todo el mundo se parec¨ªa a una escultura; quer¨ªa que esa gente fuese como proto-nazis, proto-arios¡±. Esta decisi¨®n creativa de la pel¨ªcula part¨ªa de la base de que en mucha propaganda nazi se representaba al ideal de hombre ario como alguien que encaja en los c¨¢nones de belleza y de f¨ªsico escultural, en contraste con un enemigo grotesco y completamente deshumanizado.

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Tal y como ya pasaba en ¡®RoboCop¡¯ (1987), tambi¨¦n dirigida por Paul Verhoeven, en ¡®Starship Troopers¡¯ se da m¨¢s contexto al universo mediante escenas intercaladas que representan anuncios de televisi¨®n. La mayor¨ªa de estos interludios son propaganda militar de distinta clase. Desde la primera escena de la pel¨ªcula, un spot de reclutamiento de la Infanter¨ªa M¨®vil donde Verhoeven reprodujo toma a toma una escena de ¡®El Triunfo de la Voluntad¡¯ (1935) hasta otro anuncio televisivo cerca del final de la cinta, donde la humanidad est¨¢ perdiendo la guerra contra los bichos y ha comenzado a reclutar a ni?os, de forma similar a lo que sucedi¨® en los ¨²ltimos d¨ªas de la Alemania nazi.

Durante toda la pel¨ªcula hay una incompetencia rampante en toda la cadena de mando que entra en contraste con el fervor militar y que demuestra que en ¨²ltima instancia el r¨¦gimen totalitario no funciona. Una incompetencia que queda plasmada con instancias que van desde informaci¨®n err¨®nea que provoca decenas de miles de muertes antes siquiera de aterrizar en planetas hostiles, ¡°estrategia militar¡± que consiste en enviar centenares de tropas no armadas convenientemente a un mismo punto de la batalla o los propios soldados, que rara vez usan la mira de sus armas y disparan ¡°a ciegas¡±, desde la cadera.

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Y esto por no hablar de los uniformes del personal del servicio de inteligencia, inspirados claramente en los uniformes nazis de Hugo Boss, los uniformes de la Infanter¨ªa M¨®vil inspirados en los camisas negras de la Italia de Mussolini, o en la arquitectura neocl¨¢sica inspirada en la de Albert Speer, el arquitecto nazi de confianza del mism¨ªsimo Adolf Hitler.

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Por qu¨¦ la gente sigue sin entender a ¡®Starship Troopers¡¯

En honor a la verdad, Paul Verhoeven es un individuo complicado. Naci¨® en 1938 en Amsterdam (Pa¨ªses Bajos), y vivi¨® desde una temprana edad los horrores de la Segunda Guerra Mundial. En entrevistas posteriores, lleg¨® a afirmar que ¡°de ni?o, ve¨ªa la guerra como una aventura excitante¡±, con ¡°casas en llamas, cad¨¢veres en las calles, y peligro constante¡±.

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Tal y como se puede comprobar en su extensa filmograf¨ªa, Verhoeven se inclina m¨¢s hacia la izquierda en el espectro pol¨ªtico. Sucede, que, debido a sus vivencias de ni?o, est¨¢ fascinado con las im¨¢genes y escenas violentas. De aqu¨ª que en muchas de sus obras como ¡®Starship Troopers¡¯ haya cierta contradicci¨®n entre su mensaje subyacente y la recreaci¨®n en lo violento de algunas secuencias. En una de sus entrevistas, cuando le preguntaron sobre su obsesi¨®n sobre la violencia desmedida, el cineasta respondi¨® parafraseando al general George S. Patton: ¡°que Dios me ayude, pero es que lo adoro¡±.

En ¡®Starship Troopers¡¯, Verhoeven parodia un r¨¦gimen global nazi pero a la vez se recrea en su simbolog¨ªa y en su apolog¨ªa de que ¡°la violencia es la m¨¢xima autoridad¡± y que ¡°los fuertes prevalecen¡±.

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En definitiva, el hecho de que la cr¨ªtica en su momento redujese a ¡®Starship Troopers¡¯ a ¡°otra pel¨ªcula de acci¨®n sin sentido¡± solo habla de lo bien que lo hizo Verhoeven a la hora de crear un universo sat¨ªrico. No es precisamente sutil a este respecto, pero parte de su grandeza reside precisamente en que podr¨ªa ser utilizada como propaganda fascista y el espectador desinformado se tomar¨ªa la pel¨ªcula en sentido literal y sin ahondar en ella. Que es tristemente lo que ha pasado y sigue pasando.

?D¨®nde se puede ver ¡®Starship Troopers¡¯?

En el momento en el que redactamos esta noticia, ¡®Starship Troopers¡¯ est¨¢ disponible en las siguientes plataformas: