?A qu¨¦ juego hoy?
Cannon Dancer, una joya perdida y recuperada de las recreativas
El sucesor espiritual de Strider es uno de los arcades m¨¢s estilosos que nunca fue llevado al formato dom¨¦stico, hasta ahora.
Kouichi Yotsui era un graduado en cine de la escuela de Osaka, que decidi¨® entrar en Capcom dados los buenos sueldos que ofrec¨ªan a las nuevas incorporaciones. Sin gran experiencia en videojuegos, comenz¨® a forjarse en el desarrollo de las recreativas y de los gr¨¢ficos para ellos, realizando fondos de pantalla para cl¨¢sicos como Bionic Commando, Ghouls ¡¯n Ghosts o The Speed Rumbler. Su gran oportunidad llegar¨ªa con un proyecto conjunto entre Capcom y un c¨ªrculo de artistas de Osaka llamado Moto Kikaku, de la que sali¨® la idea de hacer un juego a tres bandas y con tres ramificaciones distintas: un manga, un arcade y un juego para NES. Yotsui, por su experiencia con la placa CPS-1 y las ideas que hab¨ªa propuesto anteriormente , fue responsable de la parte arcade, resultando un juego espectacular que cautivar¨ªa a cuantos lo probaron por la fluidez de sus animaciones y la calidad de sus gr¨¢ficos.
Desgraciadamente, tuvo cierto retraso, algo a lo que se agarr¨® el departamento comercial de Capcom para justificar unas ventas por debajo de lo esperado. Las versi¨®n de NES result¨® irrelevante, se cancel¨® la versi¨®n japonesa y se lanz¨® una versi¨®n en USA repleta de problemas basada en una versi¨®n corregida del prototipo. Pero la versi¨®n arcade se convirti¨® en objeto del deseo de diferentes compa?¨ªas para sus m¨¢quinas dom¨¦sticas, particularmente Sega, que realiz¨® una excepcional conversi¨®n del juego para Mega Drive que s¨ª fue un gran ¨¦xito. En todo caso, desanimado, Yotsui se march¨® de Capcom y fich¨® por otra compa?¨ªa importante en el arcade: Mitchell (los creadores de Pang) junto a otros ex-Capcom.
De Strider a Canon Dancer
En ese periodo intent¨® dise?ar varios t¨ªtulos en arcade y formato dom¨¦stico, sin encontrar el ¨¦xito. Sus juegos tend¨ªan a llegar m¨¢s tarde de lo previsto y a pasarse de presupuesto. Buscando un triunfo, regres¨® a su juego m¨¢s exitoso hasta la fecha y se propuso hacer una secuela espiritual de Strider, que llam¨® Osman o Cannon Dancer. Segu¨ªa los mismos preceptos que Strider: h¨¦roe estiloso con una gran animaci¨®n, capaz de engancharse y avanzar en cualquier superficie; un sistema de combate basado en el cuerpo a cuerpo, ya que Yotsui le parec¨ªa m¨¢s expresivo que el h¨¦roe combatiera cara a cara que disparando; y un juego en el que lo visual era clave.
Ciertamente, el juego es un espect¨¢culo absoluto. Lanzado en 1996, en la ¨¦poca en la que el 3D estaba eclipsando a los sprites, consegu¨ªa brillar con su gran colorido e inspirados escenarios futuristas. La animaci¨®n del personaje, sumado a la gran cantidad de personajes en pantalla y grandilocuentes jefes finales compon¨ªa un conjunto que era una aut¨¦ntica delicia para los que admiramos la est¨¦tica 2D. Adem¨¢s, manejar al protagonista -Kirin- era una delicia gracias a su rango de movimientos, que inclu¨ªa un deslizamiento, la combinaci¨®n de golpes y un brillante movimiento de llave en salto o en desplazamiento que era un gusto utilizar. Adem¨¢s, unos orbes de energ¨ªa nos permit¨ªa potenciar nuestros golpes, creando unas sombras de nosotros mismos que aumentaban nuestro rango de acci¨®n y resultaban claves para da?ar jefes sin ser golpeados nosotros.
Como juego quiz¨¢s no era el m¨¢s refinado, apostando por un n¨²mero excesivo de personajes en pantalla y haciendo al jugador demasiado dependiente del desequilibrado movimiento especial en algunos casos para barrer la pantalla. Tampoco la sexta pantalla final era de lo m¨¢s inspirada, apostando por un batiburrillo de jefes ya vencidos como parte previa al enfrentamiento final. La historia era adem¨¢s un sinsentido y se cuenta que tiene un tono de auto-parodia sobre la situaci¨®n que vivi¨® Yotsui en Capcom con Strider. Pero tampoco es que importe mucho. S¨ª resulta mucho m¨¢s decepcionante la pobre banda sonora con la que cuenta, as¨ª como sus mustios efectos de sonido un aut¨¦ntico desperdicio teniendo en cuenta su impacto gr¨¢fico.
A pesar de sus virtudes, Cannon Dancer fue un fracaso comercial y no tuvo mucho recorrido en salones recreativos, cortando sus posibilidades de aterrizar en el formato dom¨¦stico. Durante m¨¢s de un cuarto de siglo ha permanecido como uno de esos juegos que se qued¨® s¨®lo en recreativas, convertido en poco menos que objeto de culto. Por suerte, ININ lo ha incorporado a su creciente lista de juegos recuperados con el para formatos modernos, presentando una versi¨®n emulada para m¨¢quinas modernas con el sello de los especialistas leoneses de Ratalaika, junto a los extra habituales a los que nos tienen acostumbrados: filtro personalizable CRT, diferentes modos de juego, posibilidad de jugar a la versi¨®n occidental y japonesa o la opci¨®n de activar diferentes trucos y ayudas como rebobinados o guardados de partidas, de acuerdo con el tipo de experiencia que quieras tener.
?Por qu¨¦ jugarlo?
?D¨®nde comprarlo?
Osman / Cannon Dancer est¨¢ disponible por 29.99€ en los servicios digitales de Nintendo Switch, PS4/PS5 y Xbox One/Series. Tambi¨¦n hay una versi¨®n Collector¡¯s Edition por 69.99€ que, a la hora de escribir estas l¨ªneas, todav¨ªa est¨¢ disponible en Strictly Limited (aunque con pocas existencias).