Eiichiro Oda explica por qu¨¦ en ¡®One Piece¡¯ no hay un solo pirata con un parche en el ojo

A lo mejor pens¨¢is que en ¡®One Piece¡¯ ya lo hab¨¦is visto todo, pero no. Hay una cosa del abec¨¦ de la pirater¨ªa que Eiichiro Oda ha evitado a prop¨®sito. Porque el mangaka ha dibujado patas de palo como la de Zeff, el m¨ªtico mentor de Sanji en el Baratie, y su mundo tambi¨¦n ha acogido loros como el loro calvo y el loro DJ (o lo que es mejor, palomas que hacen el mismo papel, como Hattori, la mascota de Rob Lucci). Ahora bien, ?y los piratas con un parche en el ojo? ?D¨®nde est¨¢n esos maleantes tuertos que mandan los c¨¢nones del g¨¦nero y el c¨®digo de los buenos (o malos) bucaneros?

En su d¨ªa, Eiichiro Oda desvel¨® una explicaci¨®n mucho m¨¢s interesante de lo que nadie hubiera imaginado. Porque no, no es un despiste ni falta de inter¨¦s. El mangaka se est¨¢ guardando el parche en el ojo para un personaje fundamental del final de ¡®One Piece¡¯.

¡°Un pirata con un parche en el ojo aparecer¨¢ en el tramo final de ¡®One Piece¡¯. Tengo muchas ganas de dibujar ese personaje lo antes posible. Tal vez la gente tenga la idea preconcebida de que muchos piratas usan parches en los ojos, pero en realidad yo nunca he dibujado a ninguno¡±, explic¨® el autor hace a?os (en 2007, para ser exactos, aunque lo ha recordado en declaraciones m¨¢s recientes).

Desde entonces, todo el mundo sabe que el d¨ªa que aparezca el pirata en el ojo, el final de ¡®One Piece¡¯ se atisbar¨¢ como una amenaza real y a la vuelta de la esquina. Ahora bien, ?qui¨¦n podr¨ªa ser ese personaje? ?De verdad queda alguien importante por presentar? Esa pregunta es la que ha llevado a muchos seguidores de la obra a pensar que ya conocemos al pirata del parche, pero no c¨®mo pierde su ojo.

Muchos dan por hecho que podr¨ªa ser Luffy, algo con lo que el propio Oda pareci¨® jugar en Wano al herirle en repetidas ocasiones en un ojo (y que ha llegado a dibujar fuera del manga). Otros se aferran a aquel primer boceto de Barbanegra que Oda dibuj¨® con un parche. Y los hay que apuestan por el temible y misterioso Rocks D. Xebec, del que no sabemos nada, pero cuya presencia empieza a acechar a los mugiwara.

S¨®lo el tiempo dir¨¢, pero si el autor tiene ganas, nosotros no os queremos ni contar.