Cartas en Internet

Yu-Gi-Oh! tiene en su haber varios programas para PC y consola. Su calidad es discutible: para los fans es innegable, para el resto de mortales se trata de productos prescindibles. Pero al margen de valoraciones personales, lo cierto es que Yu-Gi-Oh! arrastra una serie de incondicionales, ya sea electr¨®nicamente o a la antigua usanza, a trav¨¦s de sus populares juegos de cartas. En Jap¨®n, pa¨ªs de origen de los m¨¢s variopintos protagonistas, goza de una reputaci¨®n reservada a los grandes del ocio (Pok¨¦mon, Digimon, Tamagotchi)

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En esta ocasi¨®n se ha tratado de llevar la popular franquicia al mundo online, no como juego de rol persistente ni aventura en tercera persona, sino el tablero y los mazos de cartas tal cual sus compradores habituales pueden recordar. La encargada ha sido Konami, compa?¨ªa con solera donde las haya, y en Espa?a se distribuye en algunas tiendas de forma gratuita, al mismo tiempo que puede ser descargada sin coste alguno la misma versi¨®n desde la web oficial del juego.

Gr¨¢ficos y sonido

El juego se desarrolla en un ¨²nico panel de juego, simulando un tablero de mesa. Cabe destacar que las cartas est¨¢n reproducidas con total fidelidad, pero salvo eso todo resulta demasiado "sencillote". Da la impresi¨®n de ser un producto de hace a?os, con mucho colorido (el propio de cualquier ambientaci¨®n japonesa), buenos dise?os de personajes y poco m¨¢s. Hay alg¨²n efecto gr¨¢fico con determinadas cartas poderosas pero a estas alturas, con millones de juegos explotando el potencial de las ¨²ltimas aceleradoras y de DirectX 9, resulta casi rid¨ªculo siquiera rese?arlo.

En realidad no hay nada que merezca la pena especialmente, salvo los dise?os de las cartas y de los personajes que "adornan" men¨²s, tableros, opciones... ?Es poco? Escanear todas las cartas en castellano es una ardua labor que no han realizado y que no es un problema t¨¦cnico. A muchos, los sedientos de gr¨¢ficos, les resultar¨¢ de risa. Al resto, no les supondr¨¢ ninguna barrera. Si un juego de ajedrez se mide por la profundidad de su jugabilidad, uno de cartas debe ser considerado de la misma manera.

Jugabilidad

Evidentemente, la sencillez es una premisa que se manifiesta desde el primer instante, lejos de pretensiones el ¨²nico punto fuerte es la adici¨®n que produce el sistema de juego, el cual resulta bastante intuitivo y conocido por los fans de las cartas, con una mec¨¢nica id¨¦ntica que ha evolucionado en pocos aspectos.

Si ya conoces el juego original te preguntar¨¢s: ?cu¨¢l es ladiferencia de esta nueva versi¨®n? Pues exclusivamente que jugamos a trav¨¦s de Internet, porque en lo dem¨¢s resulta id¨¦ntico exceptuando que las cartas usadas son virtuales. As¨ª pues, de entrada las reglas son las mismas, los rivales est¨¢n repartidos por todo el mundo y las cartas que conseguimos se quedan en el mundo virtual. Para conseguir esas cartas o las DUELPASS debemos ir acumulando puntos luchando e intercambiarlos en la tienda virtual destinada a tal efecto.

Konami promete que las cartas se actualizan regularmente para incluir las ¨²ltimas novedades. El mecanismo de entrada es la DUELPASS, una "llave" que se adquiere y desbloquea treinta duelos y una carta para usar en el juego. Konami lanzar¨¢ grupos de cinco DUELPASS a lo largo del a?o, cada grupo es lo que se denomina "fase", y el objetivo final del juego es recolectarlas todas ganando combates y comprando en la tienda.

En la ventana de juego, adem¨¢s de echar cartas podremos chatear con nuestro oponente. Ya lo puso de moda Phantasy Star Online, y otros han seguido su estela: el idioma ya no ser¨¢ una barrera, dado que Yu-Gi-Oh! Online incorpora un mecanismo de traducci¨®n autom¨¢tica. El resto de ventajas online son las que uno puede imaginar: comparativas, amplia comunidad internacional, actualizaciones regulares... y lo mejor de todo es que es totalmente gratis.

Para los que no conozcan las reglas, el mecanismo de juego es realmente sencillo. Cada jugador posee un n¨²mero de cartas de un determinado nivel (para compensar desajustes), las cuales poseen puntos de defensa y ataque. En cada turno un jugador coloca una en el tablero, y decide si quiere atacar, defenderse o "echar mano" de alg¨²n hechizo especial. ?Ya est¨¢!, es cuanto hay que saber. Hay una barra de energ¨ªa medida en puntos para cada jugador, y nuestros ataques o los del contrincante afectan a esa barra (adem¨¢s de eliminar las cartas usadas). Evidentemente, las cartas mejoran conforme adquirimos victorias y canjeamos esos puntos.

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