WWE 2k16, an¨¢lisis

La WWE no se detiene y como es habitual, cada a?o tiene una nueva entrega para ofrecer tambi¨¦n en formato videojuegos. La franquicia, originalmente de THQ, pas¨® a 2K tras el descalabro de la primera, y el cambio ha permitido avanzar en algunos frentes. Eso s¨ª, tras una entrega en 2014 que parec¨ªa tocar techo a nivel de fanservice con Wrestlemania como principal reclamo, la sensaci¨®n es que el a?o pasado se dio un paso atr¨¢s. Esta entrega, la segunda que llega en la Nueva Generaci¨®n de consolas, s¨ª reconduce el camino hacia una propuesta pensada para los fans de este espect¨¢culo e, incluso, para los que lo fueran en su d¨ªa y tengan mono de revivir batallitas pasadas. Aunque en este caso, con matices. 

El sistema de combate es uno de los elementos que m¨¢s mejoras ha recibido. El t¨ªtulo se ha hecho accesible desde hace varias entregas, dejando atr¨¢s algunas complicaciones que vimos durante la ¨¦poca Smackdown vs Raw, y ahora es tremendamente sencillo (aunque la sensaci¨®n es que hemos perdido diferencias entre estilos que estaban marcadas hace algunos a?os) jugar y recrear los movimientos de cada superestrella. Tenemos un bot¨®n para golpear, otro para hacer llaves, otro para los irish y un cuarto para los ataques personales y remates definitivos. Con este repertorio tambi¨¦n podremos hacer llaves y sumisiones seg¨²n posici¨®n, subirnos a los postes, aprovechar las cuerdas, centrar ataques en partes concretas del cuerpo, etc. No falta de nada y se hace muy accesible el controlar a nuestro luchador. 

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La gran novedad est¨¢ en el sistema de reversals y en los minijuegos para momentos concretos. En el primer caso, un acierto importante: ya no podemos hacer contragolpes infinitos. En los WWE, cuando vamos a recibir un ataque o una llave tenemos un peque?o espacio de tiempo donde si pulsamos R2, hacemos un counter y desbaratamos el ataque rival. Aqu¨ª ha cambiado, y tendremos una barra amarilla que nos marcar¨¢ las veces que podemos hacer una contra. Cada vez que hacemos una con ¨¦xito, se vac¨ªa una porci¨®n de la barra. Eso limita el uso de dicha t¨¦cnica que pod¨ªa abusarse de parte de jugadores que se dedicaban a esto m¨¢s que a atacar.  

Junto a ello han cambiado los minijuegos. Mantenemos el cl¨¢sico tri¨¢ngulo de piedra-papel-tijera cuando hacemos un agarre a la vez, pero en sumisiones pasamos a una secuencia algo ca¨®tica: una ruleta donde hay dos colores, atacante y defensa, y que tenemos que unir si somos atacantes o escabullirnos si somos defensas. Cuando entramos en el minijuego el color rojo de ataque debe intentar ponerse encima del azul para hacer m¨¢s da?o (hasta la rendici¨®n si es posible) y el azul tiene que ir escap¨¢ndose para zafarse. Algo ca¨®tico y poco reconfortante de realizar, aunque los que odiaran el machaque de botones en estas situaciones lo agradecer¨¢n. En los pinfall, tendremos que acertar con X justo cuando pase una barra por la zona concreta para salir antes de que el ¨¢rbitro cuente hasta tres. 

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Todo esto se suma a lo que ya conoc¨ªamos: un sistema de vitalidad basado en barras de energ¨ªa, partes del cuerpo que pueden quedar maltrechas si nos golpean en exceso y un porcentaje de da?o que cuando supera el 100% nos permite hacer los ataques m¨¢s devastadores de cada estrella y que se precisa de posiciones concretas para realizarse con ¨¦xito seg¨²n cada caso. Eso s¨ª, que nadie espere grandes diferencias entre luchadores m¨¢s all¨¢ de su elenco de golpes y movimientos personales. Los tiempos en los que los luchadores acr¨®batas eran distintos a los pesados de controlar han pasado a la historia, aunque es cierto que no es lo mismo llevar a Undertaker que a uno de los cl¨¢sicos enmascarados.

El sistema de combate funciona de manera ¨¢gil desde un primer momento y los personajes reaccionan bien a lo que sucede en pantalla. Es cierto que hay algunos contratiempos cl¨¢sicos de la saga, como seleccionar el rival cuando estamos en partidas de m¨¢s de un luchador o la empanada que los personajes tienen a veces cuando queremos interactuar con alg¨² elemento del escenario (como objetos o ciertas partes del ring y alrededores). Pero en general, la respuesta m¨¢s all¨¢ de esto y alg¨²n glitch a nivel de f¨ªsicas, es m¨¢s que notable y satisfactorio. 

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A todos estos personajes no faltan por un lado la gran cantidad de posibilidades de combate que hay tanto cl¨¢sicos como por equipos, incluido Royal Rumble, y que vuelve a ser uno de los puntos fuertes del t¨ªtulo. Si existe esa modalidad de combate en la vida real, est¨¢ en el juego. Ya el modo exhibici¨®n en s¨ª es un lugar para disfrutar y perderse haciendo todo tipo de enfrentamientos a nuestro gusto. A ello se a?ade el editor que ha ganado en herramientas respecto la anterior entrega -que lleg¨® limitada en varios aspectos- y que pod¨¦is ver por encima sus posibilidades en el v¨ªdeo que encabeza este an¨¢lisis con nuestro simp¨¢tico Rocoso Meri. 

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El peso de Wrestlemania

Yuke¡¯s ha creado uno de los mejores juegos de la licencia WWE, aunque es cierto que se enfrenta ante lo que ellos mismos propusieron hace un par de temporadas y que les pesar¨¢ como una losa seguramente hasta siempre. En 2014 se a?adieron los Showcases como gancho imprescindible para los amantes del pressing catch. El homenaje a Wrestlemania, recordando los mejores eventos de la mayor cita de la lucha libre de cada a?o, el desfile de aut¨¦nticos mitos de la compa?¨ªa de entretenimiento norteamericano mientras se pasaban v¨ªdeos originales de los combates reales. Una propuesta dif¨ªcil de superar. En 2015 el Showcase se centr¨® en tramas concretas como la de Triple H y Shawn Michaels a principios de los 2000 o la rivalidad entre Cena y CM Punk. Poca cosa -la primera mucho m¨¢s interesante- comparado con los 30 a?os de Wrestlemania. Adem¨¢s, la compa?¨ªa tir¨® de DLC para a?adir otros Showcases de Randy Orton, Mark Henry o Ultimate Warrior, un movimiento cu¨¢nto menos controvertido. En esta ocasi¨®n, Stone Cold es el gran protagonista del Showcase actual. Un mito y una trama repleta de momentazos, pero que acaba siendo v¨ªctima del list¨®n que marcaron en 2014 y que ser¨¢ dif¨ªcil de superar. 

Pero no ser¨ªa justo limitar el contenido de WWE 2k16 al tema de los Showcase, porque las mejoras en otros modos potentes es evidente. Por un lado tenemos Carrera, que nos permite llegar al Sal¨®n de la Fama con nuestra creaci¨®n sin tanto encorsetamiento como hab¨ªamos visto en el pasado. En esta ocasi¨®n tendremos manga ancha para decidir nuestros enfrentamientos, competiciones y rivales. Aunque todav¨ªa falta fluidez en los entreactos y las propuestas que se nos brindan antes y despu¨¦s de los combates, el hecho de poder ir adentr¨¢ndonos en un mundo m¨¢s rico con los luchadores disponibles y poder ir subiendo atributos y moldeando los ataques de nuestra estrella lo hacen un modo muy s¨®lido y que brindar¨¢ varias horas de diversi¨®n a los jugadores. La otra gran modalidad es Universo WWE, que vuelve a ofrecer una propuesta en la que lucharemos desde combates sencillos de eventos semanales hasta los main de la semana, los eventos importantes mensuales y podremos ver como evolucionan las rivalidades y cambian los cinturones de manos, ya sea simulando o eligiendo nosotros qui¨¦n controlamos y qui¨¦n queremos que llegue a la cima. 

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A nivel online la propuesta es s¨®lida porque nos permite disfrutar tanto de combates con los luchadores hist¨®ricos como usar a nuestras creaciones. Eso s¨ª, como es habitual, la conexi¨®n es importante para un buen funcionamiento del juego ya que los contragolpes exigen un timming que no entiende de un poco de lag por peque?o que sea. En este sentido, los combates 1vs1 funcionan de manera correcta, pero hemos encontrado varias partidas con m¨¢s de dos luchadores en las que la conexi¨®n tiene altibajos. Somos conscientes, dicho sea de paso, que es algo hasta cierto punto l¨®gico teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de jugadores con WWE son norteamericanos y es dif¨ªcil que tengamos un ping ajustado como podr¨ªa pasar con gente del viejo continente.