World War Z, an¨¢lisis

Saber Interactive trae en forma de videojuego el ¨¦xito cinematogr¨¢fico World War Z, de Marc Foster. Una cinta zombie protagonizada por Brad Pitt y Mireille Enos, que a su vez est¨¢ basada en el aclamado libro de Max Brooks. El t¨ªtulo invita al jugador a visitar Nueva York, Jerusal¨¦n, Mosc¨² y Tokyo para acabar con cientos de hordas de no muertos, en una propuesta que toma prestada pr¨¢cticamente todas las mec¨¢nicas que se han podido disfrutar en Left 4 Dead.

La obra de Turtle Rock y Valve est¨¢ presente desde el minuto uno de la campa?a. El primer episodio ubicado en Manhattan da comienzo en una azotea que, inevitablemente, transporta la mente del jugador a los primeros compases de Left 4 Dead. Con visita a la estaci¨®n de metro incluida. Las mec¨¢nicas jugables en la campa?a son exactamente las mismas, aunque en ciertos momentos intenta brillar con personalidad propia. La c¨¢mara en tercera persona, la cantidad de armas, la ambientaci¨®n del film y las hordas de zombies lanzan el salvavidas a un t¨ªtulo interesante en su campa?a cooperativa, pero que sin embargo deja una sensaci¨®n agridulce en el PvPvZ, que resuelve, pero a estas alturas de la generaci¨®n se le tiene que exigir m¨¢s a un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas.

La campa?a cooperativa, en solitario con una IA de cuestionable calidad o con amigos, cuenta con 11 episodios, totalmente accesibles desde el principio y donde visitaremos las cuatro ciudades. Centros comerciales, ciudades devastadas, estaciones de tren o complejos militares, entre otros, ser¨¢n escenarios en los que el usuario tendr¨¢ que abrirse paso. Con una breve introducci¨®n, cada ciudad cuenta con sus propios supervivientes. Que no espere nadie una gran historia, porque no la tiene (aunque intenten que haya).

No importa el por qu¨¦ est¨¢n ah¨ª. Importa el c¨®mo van a salir de ah¨ª. Cada personaje puede seleccionar la clase que mejor se adapte al jugador: pistolero, destructor, manitas, m¨¦dico, rebanados y exterminador. A medida que se avance en la aventura se ir¨¢ ganando experiencia, que servir¨¢ para adquirir habilidades y mejoras en un sencillo ¨¢rbol de progresi¨®n. Nuestro arsenal tambi¨¦n podr¨¢ ser mejorado con m¨¢s complementos y piezas para las armas. Todo sea para despedazar con m¨¢s alegr¨ªa y entusiasmo a los ¡®zetas¡¯.

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El atractivo de Guerra Mundial Z es repetir los once escenarios una y otra vez, mientras evoluciona nuestro personaje y podemos ir subiendo la dificultad del t¨ªtulo cada vez m¨¢s. Jugarlo en compa?¨ªa de amigos cambia radicalmente la experiencia del juego, como viene siendo habitual en el g¨¦nero. Cada ciudad puede llevar poco m¨¢s de una hora en completarse. Adem¨¢s, como en Left 4 Dead, la colocaci¨®n de los objetos y consumibles var¨ªa en cada partida, ofreciendo un poco m¨¢s de variedad a la experiencia.

El entorno de los escenarios es en muchas ocasiones atractivo, pero ausente de posibilidades. Solo hay un camino posible y no invita a explorar nuevas estrategias, m¨¢s all¨¢ de alguna puerta que esconda armas o municiones en su interior y necesite cierta carga explosiva para abrirse. Los objetivos tampoco destacan por ser novedosos, solo hay que avanzar, ir abrir zonas, localizar llaves o tarjetas de acceso, proteger puntos, aguantar oleadas y seguir avanzando.

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Como ocurre en el shooter de Valve, donde existen diferentes clases de zombies (Hunter, Smoker, Boomer, Tank¡­), en WWZ cuenta con los Toro, ¡®zetas¡¯ engalanados con uniformes de antidisturbios que buscan destrozar a golpes a los supervivientes. Los Acechadores se esconden entre las esquinas y las sombras, con la intenci¨®n de abrir en canal al jugador a zarpazo limpio; y los Gritones, que alertar¨¢n a las hordas de muertos. Aunque el verdadero atractivo del juego es revivir las gigantescas oleadas que se vivieron en la pel¨ªcula. Y es que es cierto que visualmente pueden llegar a ser muy "atractivas", pero ofrece extra?os efectos que empa?an la inmersi¨®n: cuando se apelotonan para escalar, como pudimos ver en la escena de Jerusal¨¦n en la cinta de Brad Pitt, e intentamos derribar esta torre de carne con c¨®cteles o granadas, no concuerda la explosi¨®n con el efecto producido.

Y ese es uno de los defectos que tiene el juego. Las armas no se sienten pesadas y son muy similares entre si. Los efectos sonoros de los disparos y las explosiones est¨¢n a un nivel muy bajo, al igual que los efectos de las llamas. Tampoco destaca en exceso su banda sonora. Una pena no haber podido contar en su score con la gran canci¨®n que compuso Matt Bellamy (Muse), que estuvo dentro de la pel¨ªcula hom¨®nima de Paramount Pictures, para la secuencia de cr¨¦ditos. Corre mejor suerte el apartado gr¨¢fico que, pese a no destacar, logra crear una m¨¢s que digna ambientaci¨®n y consigue que apenas existan problemas de ca¨ªdas de cuadros por segundo cuando vemos a casi m¨¢s de cien zombies por pantalla.

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Como a?adido, aparte de la campa?a, World War Z tiene un multijugador competitivo para ocho jugadores. Actualmente existen cinco modos de juego: Dominaci¨®n de Horda, Rey de la Colina, Combate de Horda, Incursi¨®n de Saqueo y Caza de Vacunas. Nada nuevo bajo el sol y quiz¨¢s el apartado m¨¢s flojo del juego. En diferencia con la campa?a, aqu¨ª existen m¨¢s clases, un total de diez, y cada una cuenta con su propio arsenal. El mayor atractivo del modo de juego es que ambos equipos tendr¨¢n un mismo enemigo com¨²n: los zombies.